Este martes, en Cuatro, hemos visto cenar a Miguel Ángel y Susana en First Dates, el programa de citas que presenta Carlos Sobera. Desde el principio, Miguel tenía claro que buscaba una relación que se saliese de lo convencional, pues le gusta “el sexo abierto, ser muy cochino en la cama”. Y buscaba una relación abierta, que tuviese como base el poliamor, es decir, poder amar a más de una persona a la vez sin que eso suponga ninguna clase de conflicto. No obstante, nunca había mantenido un romance de este tipo.
Su cita fue Susana, a quien suelen llamar “Susanísima” porque “todo lo que hago es ísimo, divertidísimo, malísimo…”. Aunque normalmente la gente va al programa en busca del amor, ella no es de buscar, sino de encontrar. “¿Qué buscas, a Nemo? Es que cuando buscas en la vida en todos los sentidos es lo que no vas a encontrar”, le explicaba a su cita durante la comida. A pesar de ello, anhela una persona con la que ir al cine, o de fiesta, pues es “muy fiestera”, según sus palabras.
Miguel, sin embargo, estaba interesado en saber qué tipo de relación de pareja es la que busca, si una abierta. “Yo creo el futuro son las relaciones abiertas, es lo que te va a hacer feliz, pero yo sería incapaz”, confesaba Susana, dejando por los suelos las expectativas de su compañero. “Me encantaría, pero soy incapaz”, insistía, a la vez que le preguntaba que qué opinaba él.
“He tenido relaciones cerradas y entonces, pues quería una relación abierta con alguien basada en el poliamor, ¿sabes?”, narraba Miguel, que estaba haciendo pruebas para ser actor. Susana, en el confesionario, reconocía que no le pegaba nada buscar una relación así. “Tenemos prejuicios todo el mundo, al final piensas que una persona por su físico o su vestimenta va a pensar o va a dirigir su vida de una manera y luego es todo lo contrario”, reconocía, y dejando entender que Miguel tenía un aspecto clásico y conservador.
“En el poliamor tú te relacionas, tú vas con tu pareja. Está el jerárquico...” relataba Miguel, intentando darle entender su punto de vista y lo que busca. Pero ella le cortaba, pues sabe bien de lo que habla por haberlo visto en documentales. “El poliamor me parece una moda, un desmadre. Eso ya es orgías”, sentenciaba la vendedora de muñecas de colección. En el confesionario, además, añadía que no es “ni un sucedáneo del amor, es guarrería española”. A la hora de decidir si quieren volver a verse, ambos coincidieron que no había chispa entre los dos.