Johnny Ruffo, actor y cantante conocido en Australia por su participación en la serie Home and Away y por haber sido concursante del talent show The X Factor, ha muerto a los 35 años de edad. El artista llevaba luchando desde 2017 contra un cáncer en el cerebro, que le llevó a someterse a varios tratamientos y cirugías. Su fallecimiento se hizo público en sus redes sociales.
"Con gran pesar, hoy hemos despedido a nuestro querido Johnny", comienza narrando la publicación en su cuenta de Instagram, en la que se detalla que murió "rodeado por su pareja, Tahnee, y su familia". "Se fue en paz, con el apoyo de un equipo de médicos y enfermeras increíble", continúa el post en la red social. "Era un chico con mucho talento, con carisma y, a veces, algo descarado. Johnny era muy decidido y tenía una gran fuerza de voluntad", prosigue.
"Luchó hasta el final y con tanta fuerza como pudo. Tenía un corazón que no le cabía en el pecho. Todos te queremos, Johnny, y te recordaremos con toda la alegría que nos trajiste a nuestras vidas. Descansa en paz", concluye.
En 2017, le fue detectado un tipo de cáncer cerebral poco común. Ese mismo año, Ruffo se sometió a una intervención para extirpar el tumor. El cantante siguió el tratamiento recomendado por los médicos. A pesar de ello, en 2020, el tumor volvió y lo hizo de manera mucho más agresiva.
Nació el 8 de marzo de 1988 en Balcatta, una ciudad periférica de Perth, en Australia Occidental. Su popularidad llegó tras presentarse en la tercera edición de la versión australiana de Factor X, donde cantó el tema Do You Remember, de Jay Sean. Tras su paso por el talent show, obtuvo un contrato discográfico con Sony. En 2012, participó en la versión australiana de Dancing with the Stars, logrando erigirse como ganador de la temporada.
En 2013, debutó como actor en la telenovela Home and Away. Inicialmente, estaba previsto que apareciese en sólo 16 episodios, pero su participación se extendió dada su popularidad. Después de que su cáncer volviese en 2020, el propio Ruffo anunció que, en esta ocasión, la enfermedad era terminal e irreversible. Por ello, publicó sus memorias, No Finish Line, en la que hablaba sobre cómo le afectó la fama.