Este miércoles pasó algo en GH VIP, algo gordo que provocó la expulsión disciplinaria de Alex Caniggia y Gustavo Guillermo. El ambiente en la casa estaba (oh, sorpresa) caldeado, con José Antonio Avilés, aparentemente, en el epicentro de la acción. Y tras una discusión que se fue, literalmente, de las manos, el argentino y el chófer de María Teresa Campos acabaron en la calle. El comportamiento que tenían no se podía permitir en la casa donde todo se ve y se oye.
Todo se ve y se oye… Cuando no hay censura, claro. Porque en plena acción se cortó la señal del 24 horas. Podría parecer así que la organización decidía guardarse ese caramelito para la gala del jueves por la noche; el reality no marca sus mejores datos y quizá, así, movidos por la curiosidad, obtuviesen un buen dato. Todos los seguidores del formato, y algunos más, querrían ver qué carajo había pasado. Ya lo habían hecho en otras ocasiones, así que tampoco resultaba tan extraño.
La sorpresa vino cuando, tras cebar un poco el asunto, se recibió en el plató a Alex y Gustavo, que acabaron fundidos en un abrazo y disculpándose el uno con el otro. Explicaron, de forma un tanto parca, cómo se enfrentaron la noche antes. Al parecer, Alex tuvo un desencuentro con José Antonio Avilés, y Gustavo intervino para calmar las aguas, Alex y él se invadieron el espacio vital, y como consecuencia, ya no son concursantes.
Pero ¿dónde están esas imágenes? ¿Qué estaba pasando? “No hemos puesto las imágenes porque no son gratificante. No vamos a poner las imágenes porque no es buen ejemplo”, explicaba Marta Flich, dejando a la audiencia en ascuas. Se limitó a explicar, una y otra vez, que hubo comportamientos inadecuados, que la organización no lo iba a permitir, y nada más. Ni siquiera se dio un relato lineal y certero de lo ocurrido. Cada cual, con los datos que daban, se podía hacer su propio rompecabezas.
En las redes sociales muchos fueron los espectadores que clamaron contra la censura del programa. Se supone que la gracia del formato es esa, observar a gente viviendo en una casa, con sus amores y con sus miserias, sus amistades y sus peleas. Muchos tenían la sensación de que en este conflicto había algo que no se nos estaba diciendo. “Tendrían que expulsar a Gustavo, pero tendrían que expulsar también a Avilés”, valoraba Alex Caniggia, cuando le entrevistó Marta Flich. Laura Bozzo, por su parte, se preguntaba si se estaba protegiendo al colaborador televisivo.
Y esa es la pregunta que queda en el aire. ¿Está protegiendo GH VIP a José Antonio Avilés, o acaso está cuidando por el formato en sí? Desde hace años, da la sensación de que el andaluz que inventó su título de periodismo camina entre algodones. Ha llegado a liarla parda en platós, sacando a todos sus compañeros de quicio. Ha dado noticias que han resultado completamente falsas, con informaciones inventadas, pero nunca fue apartado de sus funciones. Es más, se iba ganando huecos en otros formatos, como Sálvame, o Así es la vida, donde continuaba justo antes de entrar al reality.
Avilés ha resultado una suerte de Aída Nízar, ese personaje polémico que sabes que si lo metes en un reality te agitará el avispero. Es una bomba, pero de esas que estallan en las manos. Aída ya montó la mundial en GH VIP y Supervivientes, y ahora, con José Antonio, estamos viviendo lo mismo. Tiene tan claro cuál es su personaje que se olvida de ser persona. E igual, en este momento, eso interesa mucho. Que haya alguien que saque a todos de quicio y dé vida a una casa que, por momentos, resultó lo más aburrida.
Sin embargo, otra lectura de la censura es que GH VIP quiere velar por su propia imagen. La presente temporada nació con la promesa de ser una televisión blanca y familiar, algo que, a la vista está, no se ha conseguido. Emitir las imágenes significaría que el vídeo circulase por las redes sociales, que se dijese “mira la tele familiar que han conseguido”. Después de lo que costó la vuelta del reality tras el caso de Carlota Prado, lo último que hacía falta era ver a dos hombres discutir y llegar a las manos, aunque no se agrediesen, tal como quisieron dejar claro.
En cualquier caso, resulta raro e incómodo que en todos los programas de Telecinco de la jornada hayan invitado a sintonizar GH VIP para descubrir qué ha pasado, y que la explicación haya quedado bastante diluida. Está claro que algo se está intentando proteger, pero no termina de quedar claro qué. O a quién.