Los primeros invitados de El Hormiguero de esta semana han sido Roberto Leal y Mercedes Guillén, a quien ya subió al escenario en la gala de los premios Onda de 2021 para darle las gracias. Ambos han estrenado este mismo lunes Casa fantasmas, un programa que se puede ver en la plataforma atresplayer, y en el que recorren diferentes puntos de España que tienen fama de estar encantados.
“¿Esto es Expediente X a la española?”, preguntaba Pablo Motos para romper el hielo. Roberto quiso dejar claro que el programa está hecho desde el respeto, pero que mezclan el misterio y el humor. “Los testimonios son reales. Ella lo mismo se asustaba que se reía”, comentaba el conductor de Pasapalabra.
Uno de los casos que han investigado tenía lugar en el parador de Cardona. Allí hay una habitación, la 712, en la que se supone que se oye a una princesa que, tras enamorarse de un príncipe musulmán, fue encerrada en una torre, y su alma se escucharía desde esa habitación. “Yo soy bastante escéptico, pero yo no pude dormir en esa habitación”, confesaba Roberto Leal, mencionando las particulares energías que recibía. “La habitación nada más entrar ya me daba miedo. Al poco de irse el foco de la mesita de noche se apagaba y se encendía. Me acosté y sentí que me retiraban la sábana”, relataba la invitada.
Otras de las vivencias la desarrollaron en el museo de cera de Madrid. “Ni regalado voy más”, reconocía Mercedes Guillén. Eso sirvió a Pablo Motos para recoger algunas de las esculturas más feas de la instalación, como la de Fernando Alonso. “Esto lo pones en un jardín y no te caga ni una paloma”, bromeaba.
Así, en el museo de cera de Madrid se percibiría a “un señor que vaga principalmente en la segunda planta. Vivió en lo que fue el museo y se quedó allí para siempre”. Alguna persona sensitiva ha contactado con él, comentaba en ese sentido Roberto Leal.
En Casa fantasmas también han hecho la ouija, y Roberto Leal asegura que la esfera que usaban para señalar las letras se movió. “Puede ser sugestión, puede ser”, reconocía el presentador. Mercedes, por su lado, comentaba que ella de joven hacía la ouija, y hacía preguntas como cuál iba a ser el nombre de su novio o cuántos hijos iba a tener.
Tras haber grabado el programa, Mercedes asegura que ahora cree en el más allá con más fuerza. “Yo creo más. Siempre he creído, siempre me ha gustado escuchar la radio, los videntes, las cartas. Con mis amigas nos hemos echado las cartas, y me entero antes de la historia y siempre acierto”, narraba con humor.
A lo largo del mes y medio que duró la grabación madre e hijo no discutieron, aunque Mercedes, que no está acostumbrada a la televisión, a veces se quejaba de las jornadas de tantas horas. “Preguntaba: ¿esto cuándo se acaba? Y yo le decía, estás en nómina, tienes que aguantar. Que además esto lo he hecho yo con mi productora”, comentaba Roberto. Para el comunicador, este nuevo formato “ha sido el mejor regalo de mi vida. Quién me iba a decir que iba a vivir una experiencia como esta con mi madre, a quien he tenido a un lado un mes y medio. Ha sido un regalazo, ojalá todos los compañeros que me vaya encontrando en esta profesión se parezcan un poquito a mi madre”, sentenciaba.
Antes de pasar a las hormigas y a los experimentos de Marron, Roberto Leal recordó su época en la que participaba en batallas de gallos, y acabó improvisando un rap, en el que resumía todo lo que había pasado en el programa.