"He visto la tele este verano y tengo que decir que, si yo fuera algunos de los colaboradores que han trabajado este verano en televisión, la verdad que estaría temiendo porque seguramente vayan a la cárcel por haber aburrido a la audiencia de esa manera". Este fue el misil que lanzó Jorge Javier Vázquez a Así es la vida días antes de ponerse al frente de Cuentos chinos, la última gran apuesta de Mediaset España para el access prime time de Telecinco. Un formato que, sin embargo, fue retirado a los pocos días por baja audiencia.
La sombra de Sálvame es alargada e incluso difícil de digerir para muchos. Desde Así es la vida contestaron. También sin nombrar específicamente al que fuera presentador estrella de la cadena. "Un día tenemos un día mejor, otro tenemos un día peor y hay un día que tenemos más divertido y otro más soso", comentaba Sandra Barneda. Su compañero César Muñoz replicaba: “¿Tú crees que hemos sido sosos? Yo me lo he pasado muy bien". Barneda paraba el tema y continuaba con el programa como si nada. Y así, como si nada, Así es la vida proseguía su camino hasta hacerse un hueco, aunque sin alardes, en las sobremesas de Telecinco.
Desde su estreno el pasado 26 de junio, Así es la vida no lo ha tenido nada fácil. Y mucho menos las caras que han tenido que defender al formato de Cuarzo, sobre todo sus presentadores. Sálvame cerraba un ciclo de más de una década dejando una huella imborrable en la historia de la televisión. Sus audiencias, gracias a la expectación de su final, consiguieron auparse varios puntos durante las últimas semanas en antena.
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Así es la vida se estrenó con 922.000 espectadores y un 10,7% de cuota de pantalla, muy por debajo de la audiencia de Sálvame. Sin embargo, a día de hoy esa audiencia es superior a la media del que ha sido su sustituto en temporada alta, tardeAR. Las alarmas llegaron durante el mes de julio, cuando el programa de actualidad y corazón amenazó en bajar de los 600.000 espectadores, consiguiendo un paupérrimo 7,1% de share durante varias jornadas, la que es a día de hoy su mínima cuota de share.
Una audiencia consolidada con opción de crecer
La gente necesitaba familiarizarse con el nuevo programa de Sandra Barneda y durante agosto y, sobre todo septiembre, conseguía subir su audiencia de forma paulatina hasta consolidarse en una cadena en una crisis profunda. En agosto, Así es la vida obtuvo una audiencia media cercana al 9% de cuota. Y durante los primeros quince días de septiembre, antes de la llegada de Ana Rosa Quintana con TardeAR y, por tanto, la reducción del formato a programa de sobremesa, llegó a acercarse más al 10% de media que al 9%. Lo que le valió para ganarse la renovación y confirmarse como el telonero perfecto de Quintana.
Durante este último mes, desde mediados de septiembre a mediados de octubre, Así es la vida ha estrenado nuevo horario de algo más de una hora. Es una franja altamente competitiva y, ya no solo por las ofertas de La 1 y Antena 3, sino también por la fidelización que tienen Saber y ganar en La 2 y Zapeando en laSexta. Y, por supuesto, de la numerosa competencia que ofrecen a la misma hora las diferentes propuestas de la FORTA.
Sin embargo, con audiencias que oscilan entre el 8% y el 9% de share, Telecinco puede estar contenta de haber conseguido dar con un formato que se aleja de la sombra de Sálvame y que ha adquirido ya entidad propia. De hecho, y aunque no lo ha logrado todavía, ha estado más de una vez a pocas décimas de conseguir liderar su franja, de las más repartidas.
Así es la vida es un programa sin grandes pretensiones, tan solo el de informar y entretener con temas de actualidad, pero más con temas del corazón. También en su cambio de paradigma de lo que ha estado emitiendo Telecinco en dicha franja durante las últimas décadas. Qué me dices, Aquí hay tomate y Sálvame eran programas más gamberros e incluso con un corazón más duro. Así es la vida no, se pone límites. Que son los límites que quiere la nueva directiva de Telecinco.
Uno de los puntos a favor son su tándem de presentadores. El descubrimiento de César Muñoz y una Sandra Barneda que ha demostrado, de nuevo, manejar los directos de forma brillante. Desde la serenidad que aporta la experiencia e informando con rigor pese a los temas que, en ocasiones, la escaleta pone sobre la mesa. Un magacín sencillo, sin pretensiones, con cierto margen de crecimiento y que significa, más que ningún otro programa, cómo quiere ser la nueva Telecinco. Una televisión sin histrionismos aunque no obtenga las enormes audiencias de antaño.