Nuevo revés judicial para Rocío Carrasco. Kiko Matamoros ha ganado su última batalla en los tribunales a la hija de Rocío Jurado. El Tribunal Supremo ha desestimado el recurso de la esposa de Fidel Albiac, quien había demandado al excolaborador de Sálvame por supuestamente haber vulnerado sus "derechos fundamentales al honor e intimidad personal y familiar".
La guerra judicial entre ambos comenzó en 2019. En la tarde del domingo 22 de septiembre, durante la emisión del magacín Viva la vida, Matamoros habló de varios momentos de la vida tanto de Carrasco como de su esposo. Fue una referencia al hijo de la primogénita de Rocío Jurado lo que propició la demanda. "Me dice la enfermera que ya van dos veces que cuando tenía la custodia Rocío Carrasco al niño no le llevaban al neurólogo", expresó el tertuliano.
Una declaración recogida ya en la sentencia de la sección número 9 de la Audiencia Provincial de Madrid, que publicó en su momento La Razón, en 2022. A pesar de que esta primera instancia no le dio la razón a Carrasco, esta optó por el recurso y llevar el caso al Tribunal Supremo. En este recurso, la esposa de Albiac demandaba tanto a Matamoros como a Conecta 5 Telecinco S. A. y Cuarzo Producciones S. L. La hija de Rocío Jurado exigía una condena de 90.000 euros en concepto de daños morales.
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Para los abogados de Carrasco, se trataba de un "grave desprestigio" el cual tenía como objetivo "dibujar a la actora como una persona que no se ocupa de la salud de sus hijos para obtener un beneficio económico el medio de comunicación". La Audiencia Provincial de Madrid no vio delito atentado contra el honor en las declaraciones de Matamoros. "Ningún contenido insultante, vejatorio ni lesivo para la dignidad de Rocío Carrasco", rezaba en esta primera sentencia.
El pasado 4 de octubre, el Tribunal Supremo tampoco le ha dado la razón a Carrasco, aprobando la resolución de la primera instancia. En esta, el juez señalaba que la ex de Antonio David Flores es "una persona de notoriedad pública" y que lo que expuso Matamoros no era "ninguna invasión del ámbito de intimidad" de la televisiva, puesto que desvelaba "ningún dato ni ninguna información sobre su vida privada personal o familiar".
De hecho, para la Justicia, lo que Matamoros dijo sobre el hijo de Carrasco era transmitir un testimonio de una enfermera y de su juicio de valor, por lo que estaba expresando no era tampoco responsabilidad suya.