RTVE aprovechó anoche la emisión de Dúos increíbles para presentar el videoclip de Loviu, la canción con la que Sandra Valero representará a España en el Festival de Eurovisión Junior 2023 en Niza (Francia) el próximo 26 de noviembre.
El videoclip, bajo la dirección de Jimmy Llamas, ha sido íntegramente grabado en un estudio de realidad virtual ubicado en Boadilla del Monte. Con el propósito de que la valenciana se sintiera plenamente cómoda mientras cantaba Loviu, el director ha optado por recrear los escenarios en el set de rodaje, en lugar de grabar con un croma o generar los escenarios en postproducción.
El principal objetivo de Llamas ha sido retratar a Sandra en un mundo de ensueño, donde sus deseos de viajar y descubrir el mundo se hacen realidad. Junto con Antonio Sanz Jiménez, el director de fotografía, los artífices del videoclip de su propuesta eurovisiva han trabajado para lograr una estética que evoque la nostalgia de finales de los años 90 y principios de los 2000.
La producción comienza con una Sandra Valero, radiante y emocionada, sentada en un columpio en su habitación, dejando volar su imaginación mientras sueña despierta con los destinos que anhela visitar. El cuadro se llena de elementos que representan sus deseos de viajar: un globo terráqueo sobre su escritorio, souvenirs de monumentos emblemáticos dispuestos en estanterías y un tren en miniatura que la rodea mientras interpreta su canción.
Cuando llega el estribillo, Sandra Valero se "transporta" junto a sus amigos para realizar una peculiar coreografía que evoca la moda y el estilo de los años noventa, tanto en su apariencia como en sus movimientos de baile. Juntos, suben a bordo de un tren que les lleva a un emocionante viaje alrededor del mundo, explorando lugares icónicos como la Torre Eiffel en París y el Big Ben en Londres.
El videoclip se transforma en una vibrante fiesta, iluminada por fuegos artificiales y luces de neón, donde podemos ver a Sandra disfrutando y pasándoselo genial junto a sus amigos. Hacia el final de la canción, regresamos al dormitorio de la joven, donde la vemos hojear con emoción un diario de viaje donde está anotado su próximo destino: Niza.