Silvia Intxaurrondo ha vuelto a ser noticia esta semana después de su mediática entrevista a Alberto Núñez Feijóo en la campaña electoral de julio. La periodista entrevistaba el pasado martes al vicesecretario general de organización de PP, Miguel Tellado, cuando éste dijo que Pedro Sánchez estaba dispuesto a "prostituir la democracia".
"Le voy a pedir que no utilicemos expresiones gruesas a la hora de referirnos a las reglas democráticas para poder seguir llevando esta entrevista", decía en un tono muy serio Intxaurrondo, a lo que Tellado interrumpía: "Es que lo que está ocurriendo en nuestro país es muy grueso".
"Hablamos de todo, estamos encantados, pero con expresiones que no incluyan un lenguaje grueso", volvía a puntualizar la periodista, a lo que el dirigente del PP matizaba: "Pues lamento que no le gusten mis expresiones, lo que le digo es que el presidente del Gobierno en funciones atenta contra nuestra propia democracia".
Una actitud vehemente, la de Intxaurrondo, que le ha valido a La Hora de La 1 para destacar este agosto en las mañanas promediando un 11,3% de cuota y 242.000 espectadores, su mejor cuota histórica mensual. Esto ayudó a queLa 1 fuera en agosto la primera opción en la mañana (13%), con su dato más alto desde enero de 2012 en esta franja.
"Somos los mismos, con el mismo gran equipo que han ido jugando con distintos formatos para que la actualidad llegue mejor al público, para contarla de forma más certera, para ser los primeros, para darlo de forma más completa. Todo ese sueño que teníamos cuando empezamos lo que hemos hecho ha sido perfeccionarlo. Muchas veces solo nos veis a Marc (Sala) y a mí, pero tenemos un equipo maravilloso, estamos muy bien acompañados", explica a BLUPER.
Nosotros contamos la información y también la vivimos porque somos como los espectadores que están al otro lado.
"Nosotros siempre sabíamos que jugábamos en la gran liga", reconoce la periodista vizcaína. "La gente ha girado la cabeza y cada vez la gira más. Hemos tenido esa suerte", añade Intxaurrondo, que cree que la clave para que el público se asome a su programa es la "confianza" y la "honestidad".
"¿En un titular? La confianza que generamos. Nosotros contamos la información y también la vivimos porque somos como los espectadores que están al otro lado. Entonces, la autenticidad que tiene este programa es lo que engancha a la gente", confiesa.
"Nunca hemos dejado de hacer periodismo. Creemos en el periodismo honesto. La gente que ha ido a buscarnos y que nos ve cada mañana, nos ponen porque saben que vamos a contar las cosas con honestidad. Y van a debatir con respeto. Y cuando llegue la hora de reírse, estos señores también se ríen", añade.
No obstante, sí que es cierto que ha habido un punto de inflexión este verano para que el público haya girado la cabeza y haya preferido La hora de La 1 frente a Espejo Público o El Programa de Verano: su entrevista a Feijóo o la gran cobertura que hicieron a la mañana siguiente de la noche electoral.
"No puedes imaginar lo bonito y lo importante que es lo que has dicho. Porque son nuestras coberturas. Preparamos con mimo todas, lo que sucede es que una mañana electoral tiene la vibración del directo, la importancia de los datos, la exigencia de la veracidad. Es donde se exhibe todo el músculo de todo un equipo coordinado por toda España", se sincera.
Si hay algún comentario, uno gira la cabeza y piensa en el programa del día siguiente y sanseacabó.
En cuanto a la entrevista de Feijóo, la vizcaína reconoce que la vivió "con normalidad. Acabé la entrevista, volví al programa y cuando empezamos la tertulia tenía la sensación de que algo había parado, que no fluía con el mismo dinamismo que otro día. Salimos del plató y es cuando me di cuenta de la dimensión que había cogido esa entrevista. ¿Cómo la vivimos? Nosotros vivimos el periodismo honesto siempre y yo personalmente estoy muy agradecida de la oleada de cariño y confianza que hemos recibido desde que la gente vio esa entrevista en el programa".
¿Y han llegado presiones? "Yo, sinceramente, no me siento presionada. Y si hay algún comentario, uno gira la cabeza y piensa en el programa del día siguiente y sanseacabó. ¡Que somos periodistas! Si hay algún comentario mal encaminado por parte de algún compañero para influirnos, somos adultos y periodistas para saber lo que tenemos que hacer. Con lo cual, los periodistas siempre sabemos en qué contexto estamos".