En el año 2020, Ana María Aldón se convirtió en concursante de Supervivientes. Nada nuevo bajo el sol. Cada año los realities de Telecinco nutrían su casting de novios, esposas, hijos, sobrinos, primos de algún personaje famoso. Sin embargo, el tiempo ha pasado y Ana María ha demostrado ser una auténtica superviviente de la pequeña pantalla, pues no ha dejado de colarse en nuestros hogares con frecuencia, y además, haciendo de absolutamente todo.
Es más, si echamos la vista atrás, podremos comprobar que sus últimos 12 mentes han sido de lo más intensos, y en los que ha vivido un gran crecimiento personal y también mediático. Y es que fue hace un año, en septiembre de 2022, todo el mundo hablaba de si la diseñadora andaluza se estaba separando de Ortega Cano, padre de su hijo José María, nacido en 2013.
En la mañana del 10 de octubre, el torero acudió a El programa de Ana Rosa para dar una entrevista y tratar diferentes temas. Por un lado, respondió al testimonio de Rocío Carrasco en su segunda docuserie, En el nombre de Rocío, donde se pone en duda el papel del viudo de Rocío Jurado como padre y marido. Y, por otra, quiso mojarse sobre su crisis de pareja.
“Yo daría lo que fuera por continuar con mi mujer”, le confesó a Ana Rosa, reconociendo que seguía enamorado de Ana María, aunque ella no de él. Antes de marcharse, Ortega lanzó un órdago para recuperar a Ana: “Mi semen todavía es de fuerza, vamos a por la niña”, dijo mirando a cámara, en una estampa que se volvió viral.
¿Funcionó el mensaje de amor? Nada más lejos. Ese mismo mes de octubre se separaban, y ella admitía haberse sentido “vergüenza y bochorno” por el speach del torero con Quintana. “Me gustaría volver a vivirlo porque he tratado de suavizarlo y de ser muy humana. Me fui para mi casa con la cabeza perdida. Yo no sabía qué es lo que había vivido y qué había visto”, confesó en Fiesta. Con el fin de su relación con Ortega, en estas páginas analizamos si había llegado su ocaso televisivo. Y es que parte del interés que generaba era por su persona y por sus vivencias, más allá de sus comentarios sobre tal o cual tema del día. Ana María no era Ana María, al menos, no del todo; era la mujer, la pareja, de Ortega Cano. A eso le sumamos que, en ocasiones, hasta sus compañeros criticaban que no dijese nada, o que se contradijese en determinadas exposiciones. O que cuando se veía desbordada por la prensa en la puerta de casa se tiraba varias semanas sin pisar un plató.
¿Se vino abajo Ana María entonces? Para nada. Todo lo contrario. Se creció, y demostró que es un personaje interesante por sí mismo, que ha entendido rápido el negocio de la televisión y que se presta a remar a favor de obra. Así, fue concursante de Mediaset Night Fever, un talent show que bebía del universo Sálvame y en la que vimos cómo hacía monólogos, bailaba, cantaba o lo que correspondiese según la semana. La vergüenza no va con ella, y pone toda la carne en el asador. En este formato, que difícilmente regrese nunca más a la parrilla de Telecinco, llegó a vivir problemas técnicos, bloqueos, pero no tiró la toalla en ningún momento.
Su momento cumbre puede que fuese aquella gala en la que se marcó ‘un Shakira’ y cantó un tema enfocado a su ya expareja Ortega Cano: Resistiré, del Dúo Dinámico, y que entonó con Hugo Salazar. “Me dicen que soy fría, pero quizás es porque me volví de hierro para endurecer la piel. La letra es mi vida. Me sale mucha rabia. Me duele el pasado porque no ha cicatrizado, pero voy a poner de mi parte”, aseguró aquella noche de diciembre.
Tras el fin del Mediafest, Ana siguió vinculada a Fiesta, y allí se ha soltado la melena como pocas. Se ha dejado hipnotizar, dando un show surrealista. Revivió algunos de los traumas de su niñez, y rompió a llorar al recordar los malos tratos que recibió por parte de su padre. Como suele ser habitual en estos casos, luego explicó que no recordaba nada. Todo esto sucedió fuera de cámara y lo vimos montado y editado, pero Ana María también fue hipnotizada en directo y acabó desplomada en el suelo.
Otro día, en el programa, hizo un chiste sobre Raquel Mosquera que no gustó a la peluquera, pues era de índole sexual y de la postura en la que haría el amor. Mosquera le pidió cuentas, y Ana dejó al programa con el culo al aire: ella no había escrito la pieza, se limitó a leer lo que le habían puesto por delante. Dejó al programa con las costuras a la vista, y Emma García, la presentadora, le dijo que “no hay que leer todo lo que pone en el cue”, como lección de televisión.
En junio de este 2023, Ana María Aldón anunció en Fiesta que había recuperado la ilusión, que estaba de nuevo enamorada. Y el broche a ese romance se puso el pasado fin de semana, cuando entró por teléfono su pareja, Eladio. En el programa se estaba hablando de la reciente boda de María Jesús Ruiz cuando el hombre le dijo: “Cariño, escúchame, ¿te quieres casar conmigo?”.
Era una encerrona como un castillo. O quizá, un teatrillo, una forma de vender un poco de salseo y hacer que su historia interese. “Eres maravilloso y por supuesto que sí que quiero casarme contigo. Sé que llevamos poco tiempo, pero estoy tan convencida que no me importa dar el paso. Sí, quiero”, respondió la andaluza.
De esta forma, en doce meses la hemos visto ante las cámaras rechazar una propuesta de ampliar la familia, separarse, cantar al desamor con indirectas a su ex, enamorarse y prometerse. Y ente tanto, ella nos daba el do de pecho y hasta se se tira por el suelo hipnotizada viva. Desde 2020, Ana María ha resistido en televisión, para seguir viviendo.