Puede decirse ya que este verano ha sido para olvidar para Telecinco. Tras hacer un mínimo histórico el pasado julio, agosto ha ahondado más en su crisis de audiencias. Con un paupérrimo dato medio del 9% de cuota (su peor agosto desde 1990, cuando comenzaron las emisiones del canal), la cadena de Mediaset mira ya a la próxima temporada 2023-2024, con la urgente necesidad de remontada. Ahora bien, viendo sus apuestas y novedades, la nueva Telecinco no parece diferenciarse mucho de la antigua.
El desembarco de Alessandro Salem como el nuevo consejero delegado de Mediaset España en enero de este año prometía grandes cambios de contenidos, formatos e, incluso, tipo de público. Con el mensaje de realizar una cadena con la mirada más puesta en el entretenimiento y para el público familiar (una especie de vuelta a los orígenes), la cadena introdujo inclusive un Código Ético para sus programas y creó una 'lista negra' de nombres vetados.
Los cambios se prometían grandes y comenzaron a notarse poco a poco, dando un giro radical con la abrupta cancelación de Sálvame y Viernes Deluxe, poniendo así fin a un formato que había funcionado durante 14 años y que, a pesar de la bajada de consumo, lograba liderar aún en varias franjas de la tarde. Ahora que se ve las nuevas apuestas para esta temporada, da la impresión de que la renovada Telecinco está pareciéndose demasiado a la antigua Telecinco y que la era Salem está siendo demasiado similar a la de Vasile.
El modelo de televisión, realmente, no ha cambiado y tampoco da la impresión de relevo. Primero, toca ver cómo han sido sus apuestas veraniegas. Estas no se han diferenciado mucho de lo que se había dejado de la temporada anterior. Tras el final de Sálvame, la cadena ha apostado por Así es la vida, un magacín de contenido similar, aunque con un tono más blanco y más cercano a la actualidad (dado que Sálvame se retroalimentaba de las historias protagonizadas por sus propios tertulianos).
Así es la vida no ha logrado igualar los datos de su predecesora. Sí que puede destacarse que, en las últimas semanas, sus cifras han mejorado especialmente en su parte final (de hecho, Telecinco ha aprobado que continúe este otoño y haga de telonera de TardeAR), llegando a superar a Y ahora, Sonsoles en franja de coincidencia. Sin embargo, no deja de ser un formato relacionado con el corazón y la actualidad social.
Después están los concursos, 25 palabras (el cual ya se ha anunciado que será cancelado) y Reacción en cadena. Funciona especialmente bien el formato presentado por Ion Aramendi. No obstante, cabe recalcar que ambos títulos fueron aprobados y comenzaron su emisión justo en la etapa final de Vasile como consejero delegado. De la misma forma, ¡Vaya Vacaciones! ha ocupado este verano la franja que antes tenía Supervivientes, siguiendo la tendencia de que los jueves sean los días de los realities.
También ha estado La vida sin filtros, que ha logrado datos medianamente aceptables en las noches de los sábados, pero cuyo formato y estilo recuerda demasiado a los muchos intentos de resucitar Déjate querer, un espacio con un gran aceptación en Italia, pero que en España no funciona (y que, una vez más, recuerda a las demasiadas veces que Vasile intentó que tuviese buena acogida entre el público). Mención para el ya cancelado La última noche, relevo de Viernes Deluxe y que, en sus últimas emisiones, vivió una especie de 'salvamización'.
Nueva temporada, formatos parecidos
Este verano ha sido para olvidar, cierto; pero las novedades que tiene anunciadas Mediaset España para Telecinco no se diferencian mucho de las que tenía planteadas para el canal durante la etapa de Vasile. La gran baza es el regreso de Gran Hermano VIP. O sea, otro reality. Bien es cierto que los realities forman parte del ADN de la cadena, pero llama la atención que justo el plato fuerte de la temporada; cuyo éxito será clave para el inicio de la remontada del canal, sea un antiguo formato de la época de Vasile y que, además, entre sus concursantes haya alguno que sea sinónimo de polémico, como el de la presentadora peruana Laura Bozzo.
Con la excepción de Cuentos chinos, primer intento de probar con un formato en Access Time desde el final de Escenas de matrimonio; el resto de propuestas recuerda demasiado a la antigua Telecinco. Y eso, cabe recordar que Jorge Javier Vázquez, presentador de este formato, también es una figura ligada a la Mediaset de Vasile.
Y es que todas las novedades de Telecinco las lideran rostros conocidos de Mediaset, ninguno es un nuevo fichaje estrella. Tanto el regreso de La mirada crítica como la apuesta de Vamos a ver las lideran figuras veteranas de la cadena (Ana Terradillos por un lado y Joaquín Prat por otro). De la misma forma, El desmarque no ha dejado de ser un lavado de cara de la sección de Deportes de los informativos. Allá tú, ha sido un revival completo, con Jesús Vázquez de nuevo a la cabeza. Incluso El musical de tu vida, que es uno de los formatos que más innovación plantea, tiene a Carlos Sobera como maestro de ceremonia, también rostro veterano.
Ausencia de nuevos rostros
Por supuesto, no es nada malo presumir de cantera, Atresmedia y TVE también lo hacen. Ahora bien, a la hora de hacer apuestas fuertes de renovación, estas han sido acompañadas por el desembarco de caras nuevas. Por ejemplo, cuando Antena 3 hizo una completa remodelación de sus tardes (no tocando sus mañanas ni sus apuestas para el prime time) en 2011, lo hizo con dos series diarias, Bandolera y El secreto de Puente Viejo. Con ambas, hizo de sus protagonistas sus nuevas estrellas.
De la misma forma pasó por su parte final de la franja cuando decidió apostar por concursos, en este Atrapa un millón y Ahora caigo, los cuales sustituían a El Diario y Karlos Arguiñano en tu cocina (el cual era trasladado al mediodía, franja en la que sigue y en la que está más que consolidado, ahora con el nombre Cocina abierta con Karlos Arguiñano). Con ambos formatos,la cadena impulsaba nuevas caras que, por aquel entonces, eran Carlos Sobera y Arturo Valls. También lo sucedido el año pasado, cuando Sonsoles Ónega desembarcaba en las tardes de Antena 3, erigiéndose como nueva 'reina de las tardes'.
Algo similar puede decirse de TVE, la cual no ha anunciado con bombo y platillo los cambios de su nueva temporada; pero bien que hubiera podido hacerlo. Entre las novedades de esta temporada para la Corporación, varios de ellos están liderados por grandes rostros de la televisión. Entre estos, destaca el regreso de Jaime Cantizano a la televisión con Mañaneros; los fichajes de Raquel Sánchez Silva y Julian Iantzi para El Conquistador; el desembarco de Jordi González, quien presenta Lazos de sangre y próximamente La Plaza de La 1. Mención también para Ramón García, quien volvió a TVE con el regreso del Grand Prix, uno de los éxitos de este pasado verano.
Algo así no está produciéndose en Telecinco. Ningún rostro nuevo ha desembarcado en la cadena para liderar un nuevo proyecto, lo más cercano es César Muñoz, pero éste es copresentador de Así es la vida, magacín que lidera Sandra Barneda, también veterana de la casa. De ahí, que dé la sensación de que, realmente, poco ha cambiado la organización en esta nueva etapa con Alessandro Salem como consejero delegado.
El inicio del curso de Telecinco sigue siendo demasiado parecido a su etapa con Mediaset con Vasile, con programas de actualidad por la mañana, magacines para sus tardes y realities y nuevas temporadas de series para su prime time (una vez más, tanto La que se avecina como Entrevías son ficciones aprobadas durante la era de Vasile).
¿Los Informativos marcarán la nueva etapa?
Quizás la esperada renovación de sus informativos sean los que marquen esa sensación de estar ante una nueva etapa (tal y como sucedió en Antena 3 y La 1 en sus momentos de grandes cambios). Un momento más que esperado, dado que Telecinco no renovaba completamente sus decorados desde la llegada de Pedro Piqueras a la cadena, 16 años atrás. Una de sus cuentas pendientes que, por fin, queda resuelta.
Ahora bien, esto no se verá hasta inicios de 2024, lo que se traduce en que este primer trimestre, no habrá cambios de relevancia en ese aspecto. Con lo cual, Telecinco comience el curso pareciéndose demasiado a la antigua cadena que, supuestamente, se había dejado atrás con la cancelación de Sálvame.