Cada día, en nuestra televisión, se ponen dos grandes botes en juego. Por un lado, a las 19:00 horas, en Telecinco, el de 25 palabras, el concurso que presenta Christian Gálvez desde el pasado mes de diciembre. Y, cuando acaba, en Antena 3 empieza Pasapalabra, que desde mayo de 2020 presenta Roberto Leal. Ambos concursos ponen mucho dinero sobre la mesa tarde a tarde, pero ¿cuál de los dos botes resulta más difícil para los concursantes?
25 palabras es un programa en el que un concursante anónimo, junto a dos famosos invitados, tiene que acertar palabras, personajes o expresiones usando una única palabra como pista. De los dos participantes, el que más aciertos haya conseguido, se enfrenta a un último reto: hacer que sus compañeros de equipo acierten hasta 10 palabras, pero dando únicamente 25 pistas.
Desde que empezó este formato, adaptación del formato de televisión estadounidense 25 Words or Less emitido por Fox, nadie ha conseguido ganar el bote, y hace ya ocho meses desde su puesta de largo, con más de 150 entregas emitidas. Y parece que, de momento, va a quedar bastante tiempo hasta que alguien se haga el bote.
[La guerra de 'Pasapalabra' y '25 palabras': Así se están pisando los invitados]
La dificultad principal es que aquí el concursante no participa solo: tiene que conseguir que los famosos que le ayudan le entiendan. Y, como ya hemos analizado en estas páginas, a menudo, esos famosos no parecen del todo despiertos. 25 palabras parece muy complicado para la mayoría de actores, cantantes o presentadores que aceptan participar en él, cometiendo fallos que pudieran parecer de principiantes.
La prueba más clara de la dificultad que entraña la prueba final es que, de 10 palabras, hay días que se aciertan dos, tres, siete con suerte como este martes. El concursante anónimo, por más que quiera poner lo mejor de sí, depende del invitado, con el que tampoco puede conseguir una conexión demasiado longeva, pues cada tres tardes se renueva el cuadro. En la actualidad, Álex es el concursante que más se merecería llevarse ese dinero acumulado, que cada vez roza más los 900.000 euros, pues lleva ya varias semanas dejándose la piel en las pruebas.
Por supuesto, alcanzar el bote de Pasapalabra tampoco es quitarle un dulce a un niño. En los 3 años que lleva en emisión en Antena 3 solo 3 personas han conseguido alcanzarlo: Pablo Díaz, Sofía Álvarez de Eulate y Rafa Castaño. Sin embargo, la prueba del rosco resulta mucho más emocionante que la de 25 palabras por varias razones. En primer lugar, es más larga, y el espectador, desde casa, sabe que aunque se empiece mal, la cosa puede remontar, jugando bien con los nervios y con la memoria. En el de Christian Gálvez no sucede esto: si la prueba final empieza mal, difícilmente se vaya a mejorar la cosa.
Por otro lado, el rosco de Pasapalabra depende únicamente del concursante. Los famosos que participan en este formato ayudan a acumular todos los segundos que estén a su alcance para lograr el bote, pero el único que tiene que dar la cara a la hora de la verdad es el participante. Ese que, como sabemos, estudia en su casa el diccionario, las enciclopedias y todo aquello que esté a su alcance para hacer frente al rosco y ganar el bote. Los aciertos y fallos dependerán únicamente de sí mismo, y del arrojo o la prudencia que tenga al responder ciertas cuestiones.
[‘Pasapalabra’ modifica una regla en una de las pruebas más emblemáticas del concurso]
Desde casa y la tranquilidad que da el sofá, da la sensación de que lograr el bote de 25 palabras es más difícil que conseguir el de Pasapalabra. Y por una razón matemática. En 25 palabras pocas veces se quedan a una respuesta de lograr el bote. Con suerte, se consiguen acertar más de la mitad de las 10 palabras propuestas. En Pasapalabra, sin embargo, los concursantes acarician mucho el bote, quedándose a una sola palabra, o a dos, pero de más de 20 que tienen que acertar. Esto, además, hace que el rosco sea de las pruebas más emocionantes de toda la televisión, de ahí que hasta logre en muchas ocasiones el minuto de oro de la jornada.