En pleno auge de recuperar icónicos programas, series o películas de antaño, Prime Video estrena este 10 de julio el reboot de El castillo de Takeshi, el emblemático concurso presentado por el célebre Takeshi Kitano y que fue tremendamente popular a nivel mundial gracias a sus muchas ‘versiones’, como la española Humor amarillo. Ahora, regresa con su título original y con Dani Rovira, Jorge Ponce y Eva Soriano convertidos en las nuevas voces de un concurso que regresa con el mismo humor gamberro y con altas dosis de comedia física. “Intentamos hacer humor con buena voluntad, con muchísimo cariño y sin ganas de ofender”, declara el actor de Superlópez.
La versión española está dirigida por Miguel Campos y cuenta también con la colaboración del streamer Míster Jagger, así como del icónico dúo formado por Fernando Costilla y Paco Bravo, quienes participaron en el programa en su reedición de los años 2000. Ambos volverán a la cabina de grabación para participar como parte del reparto de esta nueva entrega. Además, el dúo musical Venga Monjas es el encargado del tema principal y creará una canción exclusiva para cada uno de los episodios del programa en España.
“A mí [la propuesta] me llegó a través de Amazon, a la productora que tengo con Ricardo Castella y David Broncano. Se nos hizo la propuesta de esta adaptación. “Ahí pensamos una serie de voces entre las que estábamos servidor, Rovira y Eva Soriano, de las voces más divertidas que hay en España. Y a nosotros, como productores y como voz, nos pareció genial hacer esto. Es pura diversión y entretenimiento. Somos fans del programa desde pequeños”, comparte Jorge Ponce en una entrevista concedida a Bluper.
“Me hizo mucha ilusión cuando me lo propusieron. Yo dije que sí antes de que me explicase realmente qué era. Yo pensaba que era ir allí, a Japón, pero no, era doblar y poner las voces. Igualmente, también me gustaba la idea, todo lo que estuviera relacionado con el formato. Forma parte de nuestra infancia y nuestros recuerdos”, añade Dani Rovira, quien considera que la moda de los ‘revivals’ realmente no es nueva, aunque produzca la sensación de que ahora es más habitual.
“A mí lo que me gustaría preguntarme es si en la época en la que nosotros éramos más niños y jovencitos, la gente que tendría nuestra edad actual en ese momento; se hacía esas preguntas. Creo que los revivals se han hecho toda la vida. En los 90, se volvían a hacer cosas de los 70”, señala. Precisamente, El castillo de Takeshi llega en un momento en el que la televisión española está recuperando antiguos formatos como el mítico Grand Prix u otros como Allá tú o Password.
"Creo que los revivals se han hecho toda la vida. En los 90, se volvían a hacer cosas de los 70"
“Lo que pasa es que cada vez hay más contenido, así que cada vez hay más cosas de las que hacer revival. Pero siempre ha habido un James Bond o Sherlock Holmes. Desde hace mucho tiempo, el revival ha estado presente. ¿Qué ahora se lleva mucho? También es que hay mucha nostalgia, nos vamos haciendo mayores, nos agarramos a nuestra juventud. ¿Y cómo lo hacemos? A través de nuestros recuerdos pop, como Humor amarillo o la música de Mariah Carey o Kenny G”, agrega Ponce.
Adaptación con mucho humor gamberro y sin recurrir a la ofensa
Uno de los retos que tiene el regreso de El castillo de Takeshi es el de que su adaptación española sepa captar el humor extremo del formato original sin resultar ofensivo. De hecho, esta versión ha contado con el beneplácito de los productores originales. “Por un lado, los productores originales japoneses han visto nuestra versión y nos comentaron que le gustó mucho la adaptación que hemos hecho, a pesar de que todo lo que decimos en la adaptación nos lo inventamos. ¿Ofenderse? Es un humor bastante blanco. Creo que el formato no pedía mucho más”, señala Ponce. “Soltamos burradas, pero no van a nadie en concreto”, añade Rovira.
No obstante, ambos son conscientes de que el humor, aunque sea blanco, no tiene por qué ser del gusto de todos y los dos saben que pueden surgir críticas. “De todas formas, y esto lo hemos comentado varias veces, muchas veces el humor es metralla. Cuando crees que has hecho un chiste de algo que te parece inofensivo, igual a alguien sí le molesta. Eso pasa con la comedia y hay que llevarlo”, razona Ponce.
“Igual, hay gente a la que le ofrende hasta un ‘Buenos días’. Ante la posibilidad de que la ofensa pueda surgir por cualquier sitio, ya que te van a dar una patada en el culo, anda relajado. Nosotros siempre intentamos hacer humor con buena voluntad y con muchísimo cariño y sin ganas de ofender, pero tenemos que hacer humor. Raro será que a alguien no le moleste”, argumenta Rovira.
Un punto que todo el mundo tenía claro es que el reboot iba a titularse El castillo de Takeshi en castellano y que las referencias y humor iban a mezclar el propio español con el de Japón, dejando claro que el formato es nipón. De esta forma, se descarta completamente el título Humor amarilo, el cual no habría sido adecuado.
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“Todo el mundo en los 90 pensaba que [los concursantes y el programa en sí] eran chinos. Se le llamaba Humor amarillo y se hablaba de ellos como si fueran de China”, señala Rovira. “Eso es una decisión que viene desde Amazon, pero que nosotros lo suscribimos porque, efectivamente, han pasado 30 años y hay que hablar de otra forma. Está mal hoy, en su época, eran 30 años y la forma de hablar era distinta, pero ha pasado tiempo y tiene que notarse en el contenido y en el tipo de chiste. Sobre todo, porque no hacen falta para el programa sea divertido, se hacen chistes de mil cosas, de aquí o de Japón, sin tener que recurrir a la falta de respeto”, manifiesta Ponce.
"Teníamos muy claro que este reboot se iba a titular 'El castillo de Takeshi' en España"
El que sea una adaptación libre y los diálogos inventados provocaron que tuviera que crearse un guion que diese forma a la versión española. Este fue un trabajo arduo de Miguel Campos, cuyo equipo tuvo que visionar minuciosamente el material original para darle una nueva forma.
“El trabajo fue desde un equipo de guion, que fue Miguel Campos el director y un equipo de guionistas muy bueno. Construyeron unas escaletas, unos chistes unos personajes, unas tramas que nosotros, a la hora de locutar, respetábamos parcialmente. Sí salía de forma improvisada un chiste que era mejor, que muchas veces que eso ocurre ya lo elevaba porque le aportaba un toque de frescura. Pero personajes como el recién divorciado o las tramas, venían directamente del equipo de guion, que ya era sensacional”, explica Ponce.
'El castillo de Takeshi', un fenómeno que rompe barreras a base de carcajadas
“Sí que es verdad que había ciertos personajes y tramas bien construidos. Los guionistas y el director se vieron el programa 20.000 veces, incluso hay cositas de edición hechas puramente en España. Nosotros hemos sido un poco como las estrellitas que han llegado a la final de la Champions, pero para esa final, ha habido un montón de jugadores que se trabajaron las eliminatorias. Nosotros llegamos sobre un trabajazo hecho”, reconoce también Rovira.
Sobre el fenómeno internacional que sigue despertando El castillo de Takeshi muchos años después, tanto Rovira como Ponce consideran que es por lo puro que resulta la comedia física, la cual es tan visual y gráfica, que no necesita traducciones ni contextos sociales. “Lo hemos comentado antes, hay un tipo de humor universal que no pasa por procesos cognitivos y que no tiene que ver con el lenguaje que es lo escatológico y las hostias. Desde que el humano es humano, desde que vivían en las cuevas, los niños trogloditas se reían de la hostia que se pegaba su padre o del pedo que se tiraba su madre”, argumenta Rovira.
"Hay un tipo de humor universal que no pasa por procesos cognitivos y que no tiene que ver con el lenguaje: lo escatológico y la comedia física"
“Es un tipo de humor que llega antes incluso que la comprensión verbal. Quizás alguien no sepa qué es un rodapiés, pero sí un resbalón o un tortazo, algo tan gráfico. Eso sí, va más allá”, añade Ponce. “O un resbalón tras pisar una cáscara de plátano. Cuando el universo fue creado, Dios pensó en ese humor, para que nosotros nos riésemos de tonterías. El bostezo y la risa son universales”, resalta Rovira.
Tanto Rovira como Ponce estarían dispuestos a participar en un hipotético remake español de El castillo de Takeshi. “No sólo veríamos una versión española de El castillo de Takeshi, sino que nos gustaría participar. Más que abiertos a participar, estaríamos encantados”, concluye Rovira.
La productora Encofrados Encofrasa (La Resistencia) es la encargada de llevar a cabo la versión local del mítico programa japonés, con Jorge Ponce y Javier Valera en la producción ejecutiva.