Sandra Barneda volverá a quedarse un verano más sin vacaciones. Pero lo hará consciente de lo afortunada que es. "Tengo cuatro hermanos y dos de ellos no tienen trabajo. Estoy muy en la calle. Así que me siento afortunada. ¿Me quedo sin verano? Sí, pero no es que esté picando piedra. Me vienen a buscar, tienes a todo un equipo pendiente de ti... Lo único que tienes que hacer es disfrutar. Va a ser un verano distinto, pero también es un buen verano", confiesa horas antes de ponerse al frente de Así es la vida, el magacín que desde este lunes 26 de junio tiene la ardua tarea de sustituir a Sálvame.
Pero es que además le pilla en un momento personal bueno. "Como sabéis, yo he vivido momentos de todo: de subidas, de bajadas... Pero sigo siendo la misma. He crecido personal y profesionalmente. Ahora estoy en un momento de love-expectation en el sentido de que no me apetece ser la más simpática, ni ser la más profesional... Me apetece estar y disfrutar. Estoy en un momento de disfrute. Si es un exitazo, genial, y si no, también. Todos sabemos lo que es esta profesión. Estoy feliz de seguir formando parte de esta cadena, que crece cada día", se sincera la escritora.
Y sobre todo porque le ponen los retos. "Es un reto grande y a mí me ponen los retos. Lo cojo con todo el respeto, con toda la humildad y con todo el cariño de los que me han precedido. Pero, Así es la vida y lo digo sin rin tintín. Me gusta mucho volver a la actualidad, a ese punto de que se puede cambiar todo, de que tiremos la escaleta... A los que nos gusta esta profesión, eso nos pone. Y luego encontrar el tono, el tono de cierta cordialidad, pero que a la vez te pueda decir las cosas y te las diga argumentando. Y esa batalla dialéctica a mí me pone. Eso a mí me va a gustar".
- ¿Cómo te ves pasando el verano en un plató?
- Te vas haciendo la idea poco a poco. Empecé a tener reuniones allí en la isla y la ventaja es que es la misma productora y se empezó a gestar todo ya desde allí. Así que muy contenta, con mucha ganas de darlo todo. No lo digo por pelotear, pero he tenido una sensación que hacía tiempo que no tenía de encontrarme dentro de una redacción y que todo el mundo se pusiera de pie ipso facto para presentarse.
- ¿Cómo es ese primer momento en el que empieza un programa nuevo y el regidor baja la mano?
- A pesar de que el espectador te conoce, siempre es un salto al vacío. Yo sigo siendo la misma, ellos me conocen, pero vamos a ofrecer algo distinto. Es como cuando empiezas una historia de amor y tienes tu primera cita. Ves si eres capaz de enamorarte y de que la otra parte te acepte. A veces pasa que sí y otras veces pasa que no. Todos queremos enamorar y que te quieran. Hay veces que tenemos que vivir que no te quieran.
- Pero al final eso también te da vida, aunque vaya a cambiar tus horarios...
- Estoy pensando y me estoy organizando. No soy nada de rutinas, pero soy de estructura. Así que un programa diario requiere una estructura personal. Pero estoy feliz y contenta. En mi vida profesional, he tenido subidas, bajadas... Y ahora aceptando que tenga un momento de confianza por parte de la cadena y por parte de Cuarzo. He notado mucho cariño en la calle. A mí me gusta que te lo digan y que veas que después de tanto tiempo pues has sembrado algo.
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Miedo no tengo porque sé que soy distinta. Pero, sin acritud. Me gusta ser distinta. Cuando a veces en mi vida ser distinta no ha sido bueno.
- ¿Hay cierto miedo a la comparación inevitable con Sálvame?
- Son dos formatos distintos, no se pueden comparar. Es como cuando a mí me comparan con mi hermano mayor. Hemos estado conviviendo durante muchos años, pero creo que tenemos personalidades distintas. O cuando tienes una pareja nueva, que durante un tiempo intentas mirar o comparar, pero al final te das cuenta de que es una pérdida de tiempo. Es mejor dejarte llevar y a ver qué te ofrece este nuevo programa. Miedo no tengo porque sé que soy distinta. Pero, sin acritud. Me gusta ser distinta. Cuando a veces en mi vida ser distinta no ha sido bueno.
- ¿Te han deseado suerte tus compañeros?
- Me acabo de encontrar con Lydia Lozano y Chelo García Cortés y me han deseado mucha suerte. Me han dado un abrazo. Las decisiones empresariales no tienen nada que ver con las personas y nosotros hace mucho tiempo que estamos coincidiendo en programas. Ellos lo entienden, ellos están bien, están tranquilos y me dan el testigo diciéndome que me vaya bien de todo corazón.
- Si te pidieran escribir un artículo sobre el fin de Sálvame. ¿Qué dirías? ¿Cuál sería el titular? ¿Qué crees que ha significado?
- Sálvame es historia de la televisión. Son 14 años donde han vivido sus luces y sus sombras. Es un programa que no vamos a olvidar muchos. Y hay que colocarlo dónde debe y con todos los honores. Pero no hay que olvidar: luces y sombras. Ni sólo ver las sombras, ni sólo ver las luces. Entonces, todo mi cariño para todo el equipo de Sálvame, para los productores y para toda la gente. Como otros tantos programas, es historia de la televisión y eso hay que valorarlo y mucho.
- Teniendo elecciones en julio, ¿es un alivio para ti no hablar de política o te gustaría dar rienda suelta a esa vena periodística?
- A lo mejor aquí no hablo de política, pero en otros sitios sí. Yo personalmente estoy muy cansada de la política seca. La política es la vida también. Los políticos tendrían que mirar más la vida de la ciudadanía. Nuestra política es cómo nos levantamos por la mañana, cómo queremos vivir y las cosas que tenemos que tener alrededor y que nos facilitan. Si nos vamos a la playa y hay un problema con las playas, nosotros vamos a estar ahí. Y a lo mejor eso no lo consideras política, pero yo sí. O hay un incendio. Todo eso es política. A mí me parece que se conecta más con el espectador. Yo soy más empírica que teórica. Vamos a ponernos a la acción y no la teoría.
- ¿Cómo fue leer la lista de colaboradores? ¿Les conoces?
- Me apetece todo. A algunos los conozco, a otros no. Estoy de cenas y de comidas. Me apetece romper el punto de vista de que no te conozcas. Hay muchos que no se han sentado nunca como colaboradores. De todas maneras hay una lista muy grande de colaboradores. Vamos a ir sorprendiendo. No los que veáis el primer día van a estar siempre ahí. Tenemos reservas, tenemos bombitas preparadas para ir soltando.
- ¿Hay algún nombre que hayas propuesto tú?
- Sí. Yo he propuesto cosas como todo el mundo ha propuesto. Hay algunos que se han aceptado porque han encajado y se busca la diversidad. Buscamos que sea distinto y podamos convivir.
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Hace mucho tiempo que dejé la parte de vivir enfadada. No me gusta cerrarme puertas nunca. Creo más en el diálogo.
- ¿Te sorprendió ver a Naomi Asensi (La isla de las tentaciones) en la lista?
- Creo que Naomi va a sorprender. Es la frescura. Es una tía que ha demostrado tener un sentido del humor, que es muy rápida. No sé cómo va a encajar porque nunca he estado en un programa así. Esa frescura también se necesita. Estamos muy ávidos en colaboradores que ya controlan mucho el medio. No hay gente que no controle tanto el medio. Gente que no controle es un riesgo, pero me apetece.
- ¿Conocías a tu compañero César Muñoz de antes?
- No. Nos conocimos hace dos sábados y creo que vamos a congeniar. Yo no quiero esto de copresentador y presentador. Eso se ha quedado antiguo. Me gustaría traspasar muchas cosas en este programa, que no nos encasillemos... El mérito será de todo un equipo. Él es un tío que no le van las dobleces, que no es nada pelota. Tiene mucho sentido del humor. Creo que le puede dar un punto muy interesante al programa.
- Hay gente que te ha dado la enhorabuena, pero también en Twitter contestabas el otro día a un par de tuits que decían que no te iban a dar la oportunidad. ¿Qué les dirías a esa gente que de primeras te dicen algo así?
- La gente es libre. A mí no me gusta vivir enfadada. Y hace mucho tiempo que dejé la parte de vivir enfadada. Si esa persona no quiere vernos porque el otro programa le gustaba más, yo solo les digo que me den una oportunidad. Es una puerta que se cierra. A mí no me gusta cerrarme puertas nunca. Creo más en el diálogo. Ahora intento ponerme en el otro lugar. Y todos tenemos una historia y nuestra reacción viene de algún sitio. Lo entiendo. Se lo pierde. Me encantaría que estuviera ahí y que se colara un momento aunque no lo dijera.
- Vas a competir con Sonsoles Ónega. ¿Cómo la ves tú de competencia?
- Por mi faceta de escritora y como excompañera aquí, a Sonsoles le tengo mucho cariño. Me gusta que haya empezado un poquito antes. Creo que hay público para todos y la competencia siempre es buena. Si llegamos a ser una competencia, que lo vamos a ser, pues fenomenal. Todos nos preocuparemos de hacer un programa cada día un poquito mejor.
- ¿Has podido hablar con el nuevo consejero delegado de Mediaset España, Alessandro Salem?
- Sí. Yo es que en las reuniones, cuando me convocan, me quedo bastante callada. No sé qué decirte. Es un hombre que escucha, que dentro de la responsabilidad que tiene, es una persona bastante normal. Y elegante. Me gusta mucho la voz que tiene.
- ¿Vas a hacer doblete los viernes con 'La última noche'?
- No lo sé todavía. Yo soy una mandada. Y si tengo que hacer doblete, no será la primera vez. Acuérdate cuando hacía Hable con ellas y después las mañanas. Me hace ilusión hacer un prime time y cuando toque hablar de ello, responderé a todo con gusto.
- ¿Y vas a sacar tiempo para escribir este verano?
- Pues mira dentro de la estructura, estoy en medio de la nueva novela. Esto me ha roto un poco mi estructura. No puedo parar de escribir porque si no tengo miedo de perder un poco la historia. Entonces voy a intentar sacar un par de horas al día para sentarme y seguir con la novela. Eso sí, la tengo que retrasar un poco a finales del 24.
- ¿Cómo recibiste la noticia de que Eva Longoria quería adaptar una de tus obras?
- Una locura. Fue prepandemia. Me llama Bambú y me dice que querían esta novela para una serie para Apple TV y con Eva Longoria. La verdad es que dista bastante de la novela, pero llevamos dos años trabajando ya que formo parte del guion. Me parece un sueño. ¡Cómo es ella de profesional! Estuvo mi madre en la grabación y la tía estuvo encantadora. Tengo que aprender porque a veces a mí se me cae la cara cuando estoy cansada. Creo que la serie va a recuperar el espíritu de Mujeres desesperadas de Eva Longoria, la factura es buenísima y estoy encantada.