La presentadora Mercedes Milá visitó este martes el programa MasterChef y volvió a dejar un reguero de anécdotas. Su desenfadado carácter, mostrado tanto en sus labores de conductora como de invitada, animó este 'reality' culinario emitido por TVE. Ya había estado otra vez, durante la eliminación del especial de Navidad, en la edición 'Celebrity'.
En esta ocasión, Milá acudió a la semifinal de la undécima edición del concurso. Era la eliminación de un último aspirante para dejar a los cuatro finalistas. En este caso, se quedaron Pilu, Eneko, Lluis y Álex, quedándose fuera Jotha. Además, junto a la periodista estuvo el cocinero Jordi Roca, del celler de Can Roca.
Su presencia no fue discreta. Milá protagonizó varios momentos divertidos. Aparte de opinar sobre distintos aspectos del programa, flirteó con los concursantes, confesó que no le gustaban las relaciones poliamorosas y trató de besarse con Jordi Cruz, miembro del jurado y titular del ABaC de Barcelona.
"No se calla nada", apuntó Pepe Rodríguez ante la revolucionaria invitada, que ya adelantó que se encontraba "cómoda", en su "casa". Algo que utilizaron los conductores del 'reality' para tirarle del hilo y plantear una posible participación. "¿No basta con que venga a estas maravillas?", se zafaba Milá. "No, queremos más", insistía Rodríguez. "Queremos verte allí", añadió Samantha Vallejo-Nágera, la tercera juez de MasterChef.
Incluso Jotha, el que fuera a ser expulsado, le dedicó unas palabras de admiración. "Milá no defrauda, como persona es un diez", decía frente a las cámaras. Unas declaraciones que no pasaron desapercibidas para la presentadora. Milá llegó a soltarle: "Si tuvieras unos cuantos años más, ligábamos".
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Al azuzarla desde el jurado, negó las intenciones. Si tuviera un idilio con Jotha, DJ de profesión, sería un trío, pues él es poliamoroso. "Entonces no, bastante problemas he tenido con una sola pareja", se escudó. También fue el centro de atención cuando probó un plato del chef Jordi Roca y lo dejó impoluto. "¿En tu restaurante te ha pasado alguna vez cosas así?", consultó Pepe al cocinero catalán. "Alguna vez", sentenció.
Cambiando de tercio, Samantha Vallejo-Nágera se fijó en la realización de un plato por parte de Álex, otro aspirante. "La tiene enorme, ¿lo estás viendo?", preguntó, sin ser consciente de su doble sentido. "Suena a…", bromeó Milá. Y Pepe, zanjando con sorna la conversación, atajó: "Y la bola también". "Ha crecido mucho desde el junior", remató Cruz.
Ya en la parte final, cuando se despedían Milá y Roca, la presentadora tuvo un momentazo más. Antes, dijo que "la Mercedes de ahora" era "mucho más comprensiva y menos dura" que la anterior. Y terminó con un reproche: le habían generado ilusiones respecto a un posible beso con Jordi Cruz. "Mucho hablar… ya, ya", atacó.
Fue cuando el juez del programa se volvió hacia ella, le agarró la cara y le dio un beso en la boca. Fue fugaz. Un pico de dos segundos. Y le supo a poco. "Te voy a explicar yo a ti lo que es un beso en la boca", defendía Mercedes Milá antes de abandonar el plató. Samantha sugirió que le diera otro en condiciones, pero la presentadora declinó la invitación. "No, no, yo para eso requiero intimidad", puso como excusa Cruz para no profundizar.