Fue imposible no emocionarse. Joaquín colgó las botas para siempre este martes. Lo hizo rodeado de su gente. De los béticos y de los no tan béticos. Todos quisieron acompañar al 17 verdiblanco en su último baile después de haberse convertido en el futbolistas que más partidos ha jugado en Primera División, al igualar el récord de Andoni Zubizarreta con 622. 59.621 personas corearon su nombre una y otra vez en el partido homenaje que el Real Betis organizó en el estadio Benito Villamarín.
Joaquín fue capaz de reunir a compañeros del Betis campeón de Copa del Rey en 2005, como Assunçao, Arzu, Edu o Ricardo Oliveira, y a leyendas como Iker Casillas, Guti, Raúl o Van Nistelrooy. Hasta estuvieron presentes los sevillistas Sergio Ramos y Jesús Navas. "No dudé en ningún momento en estar aquí. Es un día especial y tiene que disfrutar al máximo. Se merece este reconocimiento. Es una grandísima persona", dijo el capitán del eterno rival, ovacionado por todos.
La fiesta empezó pronto. Cientos de aficionados se concentraron en el hotel donde se alojaban los futbolistas y el protagonista, claro. Entre tanto compromiso, Joaquín sacó tiempo para sorprender a los periodistas que habíamos viajado a Sevilla. Minutos antes de partir por última vez al Villamarín, el '17' irrumpió en la sala en la que nos encontrábamos como buen anfitrión: "Espero que os llevéis un bonito recuerdo de este día tan bonito, de Sevilla y de lo que es el Betis. Será un día especial también para vosotros".
El homenaje a Joaquín se convirtió en un show televisivo. Porque además de futbolista, Joaquín tiene un imán con la audiencia. Atresmedia arropó a Joaquín con una tremenda cobertura liderada por Josep Pedrerol. De hecho, el partido, que acabó 6-4 en favor al Betis, consiguió un 10,8% de share y 1.487.000 espectadores en laSexta. En Andalucía, la retransmisión se disparó al 20%. El éxito fue tal que llevó a la cadena a su mejor dato diario (8,3%) desde marzo de 2022.
Eva González fue la maestra de ceremonias en los prolegómenos del partido, cuando Niña Pastori emocionó a Joaquín al interpretar Cái desde el centro del césped. Antes, en el calentamiento, la 'finta y el esprint' del Betis se lo pasó en grande al ritmo de Hasta que se seque el malecón y El anillo pa' cuando. Ya con el balón en juego, el público no paró de rugir cada vez que Joaquín cabalgaba hacia la portería rival o lanzaba un saque de esquina. Hasta metió dos goles.
Pero llegó el momento de la despedida. Como no podía ser de otra manera, Joaquín fue sustituido en el minuto 17 de la segunda parte, coincidiendo con el horario de máxima audiencia en televisión. El Villamarín se vino abajo en un adiós como nunca antes se había visto en el mundo del fútbol. El partido se paró (era lo de menos) y las cámaras siguieron a Joaquín en una secuencia que ya es historia.
El capitán del Betis saludó primero uno a uno a sus compañeros. Después, enfiló el túnel de vestuarios donde se encontró con su mujer y sus dos hijas, con quienes se rompió. Por último, Joaquín entró solo en el vestuario para quitarse después las botas y besar la camiseta del equipo de su vida. "Se acabó", dijo. De fondo, el Villamarín cantando 'Joaqui, Joaqui'. Un relato perfecto para televisión. Fue el clímax. Media España lloró al verle. Daba igual si te gustaba el fútbol.
Iturralde González retomó la pachanga y la grada se lo pasó en grande, cantando el gol de su ídolo Rubén Castro, máximo artillero en la historia del club, coreando el nombre de Ceballos y partiéndose de risa con el espectáculo que montó Pepe Reina con el especialista de faltas Marcos Assunçao. El Villamarín tampoco tardaría mucho en hacer varias olas.
Minutos más tarde, Josep Pedrerol le entrevistó y, muy inteligente, volvió a tocarle la fibra sensible en directo. "Ahora se apagarán las luces del estadio y de verdad será el adiós definitivo. ¿Te has mentalizado para mañana?", le preguntó. "No, porque por mucho que uno lo medite, por mucho que uno sepa que ha llegado el final, hasta que no llega el momento, no se da cuenta lo bonito que es esto", respondió un conmovido Joaquín, que también agradeció el cariño: "Gracias a vosotros, Pedrerol, por haber hecho que la gente disfrute de esto desde casa".
Los espectadores no vieron -laSexta se fue a publicidad 12 minutos- las dos vueltas de honor que hizo Joaquín, una de ellas a los hombros del torero Juan José Padilla, con un estadio iluminado solamente por las linternas de los móviles. Y a pesar de la lluvia que caía en Sevilla, nadie se movió de su asiento. Tras unas bonitas palabras a la afición, el colofón lo puso un magnífico castillo de fuegos artificiales. El '17' enfiló la bocana de vestuarios recorriendo el pasillo que le hicieron sus compañeros.
Así, Atresmedia y Pedrerol supieron crear un evento en torno a la figura de Joaquín. El grupo con sede en San Sebastián de los Reyes sabe bien que el futbolista puede tener hueco en su parrilla, más aún tras los éxitos que tuvieron sus programas El Novato y La penúltima y me voy o el dato que da a El Hormiguero de Pablo Motos cada vez que va. Su transversalidad es la clave del éxito. Se ha retirado un fuera de serie en el césped, pero ha nacido una estrella televisiva. ¡Gracias por tanto, Joaquín!