La 67ª edición del Festival de Eurovisión ha estado lleno de momentazos. Uno de los más destacados ha sido el poderoso alegato que ha hecho el italiano Marco Mengoni con apenas un gesto. El cantante aprovechó el 'Flag Parade' para reivindicar los derechos de la comunidad LGTB alzando una bandera de arco iris, recordando la falta de derechos para el colectivo en Italia, donde gobierna la extrema derecha.
Desde el inicio de la gala, Italia entró pisando fuerte. Mengoni era uno de los favoritos para la victoria. Y quizás por ello, dado que era uno de los concursantes que más visibilidad tenía y que su tema hacía referencia a “dos vidas” (Due vite), Megoni alzó dos banderas.
Un gesto que fuertemente aplaudido en las redes, pero que no fue el único comentado. La Zarra, la representante de Francia, no se tomó muy bien los 50 puntos que le dio el público. Y aunque parecía un movimiento sutil, pudo apreciarse que la intérprete hizo una 'peineta' con su mano derecha.
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Algo que provocó comentarios tanto a favor como en contra, desde espectadores que desaprobaron su actitud a otros que coincidieron con su actitud. Dado el revuelo, la cantante aclaró por redes que su gesto fue malinterpretado. Llamativo fue también que, justo cuando se daba la puntuación de Suecia, que iba a decantar la balanza sobre quién iba a ganar, pudo verse a la cantante abandonar el recinto.
Otros que tampoco se tomaron bien los pocos votos que recibió su país fueron los eurofans británicos presentes en el M&S Bank Arena de Liverpool. Estruendosa fue la queja de los asistentes presentes al ver, gracias al televoto, que quedaban apenas en un vigesimoquinto puesto, con sólo 24 puntos. El abucheo fue multitudinario y los presentadores, Hannah Waddingham y Graham Norton, intentaron mantener la compostura, aunque su rostro de decepción era evidente.
A pesar de que Suecia ha ganado, lo cierto es que su resultado no ha sido excesivamente holgado. Apenas 57 puntos le han distanciado de Finlandia. De hecho, en el ambiente del M&S Bank Arena corría la sensación de que iba a haber un vuelco. Es más, el público presente en el estadio coreó constantemente el nombre del país, mostrando así su deseo de que Käärijä le arrebatase el micrófono de cristal a Loreen.
Otro momentazo fue cuando la actriz y comediante Mel Giedroyc parodió la famosa coreografía de Donatan & Cleo y su tema My Słowianie - We Are Slavic, con el que representaron a Polonia 2014, y en el que podía verse a una lechera batiendo una mantequilla.
También hubo un detalle que ha podido destacarse en esta edición. Al entrar en el estadio, a los asistentes se les daban unas pulseritas que se iluminaban en las actuaciones. Pero, además, este complemento tuvo otra función: iluminarse con el color del país al que estaban dando doce puntos. Un detalle que, tristemente, solo han podido apreciar aquellos que disfrutaron del festival en el estadio, dado que no se pudo ver en televisión.
Ya en la parte VIP, a la que pudimos entrar gracias a Baileys, los asistentes podían hacerse fotos con el micrófono de cristal, probar distintos cócteles de la conocida crema irlandesa o elegir su música favorita de Eurovisión.