Aunque hace cinco años Mediaset España decidiera cancelar Las mañanas de Cuatro, la tertulia política que se emitía en las sobremesas del segundo canal de la compañía y que compitió contra Antonio García Ferreras y Al Rojo Vivo, el programa vuelve a ser hoy noticia al cumplirse una década de una imagen histórica y que prefijo, de alguna forma, el devenir de la política española.
El 6 de mayo de 2013, Pedro Sánchez, Pablo Casado, Albert Rivera, Alberto Garzón y Pablo Iglesias se sentaron por primera vez en un plató de televisión. El culpable fue Jesús Cintora. Precisamente, el presentador se puso al frente del espacio de Cuatro ese mismo día, sustituyendo a Marta Fernández, que se puso al frente de la primera edición de los informativos de Telecinco junto a Hilario Pino.
Por entonces, esos cinco jóvenes políticos eran totalmente desconocidos para el público y nadie se imaginaría que, tiempo después, acabarían marcando toda una era. Poco a poco, y a base de participar en las tertulias, se fueron ganando un nombre en la política española. Aquel día, fueron convocados por Las mañanas de Cuatro por ser las promesas de sus formaciones políticas. "Nos hemos rodeado de jóvenes políticos, de nuevas caras a las que queremos preguntar", señaló el periodista.
Cintora presentó primero al "diputado y economista" de IU Alberto Garzón, a quien preguntó cómo su partido iba a crear tres millones de empleos. Después, el turno fue para el "diputado y también economista" del PSOE Pedro Sánchez: "Nos tienes que explicar las nuevas propuestas en las que creo que has metido un poco de mano, y que apuestan por meter más dinero público para intentar reflotar la economía. Ya te anticipo que Mariano Rajoy ha dicho que son recetas del pasado".
Al diputado del PP Pablo Casado, Cintora le preguntó por las "discrepancias que está habiendo dentro de su partido, entre lo que propone Esperanza Aguirre, a la que no le gustan la subida de impuestos y que considera que habría que recortar radicalmente la administración". "Nos faltaba Albert Rivera, de Ciutadans, que yo creo que se revolvía un poco en el asiento cuando oía hablar de esas subidas de impuestos como algo impepinable", apuntó el presentador.
Los cuatro debatieron sobre economía, desempleo, la reforma laboral del PP y la "regeneración" de España. Los espectadores también pudieron ver los primeros piques entre Sánchez y Casado, rivales años más tarde en las elecciones. "Las caras de la regeneración, hablamos con los nuevos líderes", versaba el rótulo del programa.
Ese mismo día también debutó en Las mañanas de Cuatro Pablo Iglesias. Lo hizo en otra mesa redonda, para hablar de la caja B del Partido Popular. En ese momento, el que fuera vicepresidente segundo del Gobierno liderado por Pedro Sánchez tan solo era un profesor universitario que empezaba a despuntar en la televisión. Tampoco había fundado Podemos. "Tanto los sobresueldos de Aznar como que el presidente de la Xunta de Galicia [Feijoó] se suba a un yate con un narcotraficante son expresiones de lo mismo: la corrupción estructural que vive este país", aseguró.
El ojo clínico de Cintora hace diez años ha sido aplaudido en más de una ocasión. Eso sí, la mesa política marcaría el camino de un programa que comenzó a batir récords de audiencia con una estructura más parecida a Al Rojo Vivo. El programa presentado por Jesús Cintora vivió sus mejores momentos coincidiendo con la Operación Púnica, que disparó el audímetro hasta el 16,4% de share.
El resto ya es historia. En marzo de 2015, el periodista fue apartado de Las mañanas de Cuatro por Mediaset España alegando que la línea editorial de la cadena pretendía garantizar el pluralismo a través de presentadores que trataran la información de forma objetiva. Cintora fue sustituido por Javier Ruiz, que estuvo al frente del espacio hasta su cancelación definitiva en junio de 2018.