Hace ahora una semana, First Dates cumplía siete años en antena. Y lo hacía como el programa de producción más visto de Cuatro. "Para mí la clave está en el casting. Viene gente muy real, muy auténtica y con capacidad además de expresar su realidad, de contar para lo bueno y para lo malo", confiesa a BLUPER su presentador, Carlos Sobera.
Siete años en los que el vasco ha podido compaginar el dating show con distintos programas de todos los géneros: Volverte a ver, The Wall, Supervivientes, GH VIP, La isla de las tentaciones, El Precio Justo, Pesadilla en el paraíso... Siete años en los que, gracias a la confianza del ya exconsejero delegado de Mediaset España, Paolo Vasile, se convirtió en una de las grandes estrellas del grupo.
¿Cómo ve ahora precisamente la marcha del italiano? ¿Qué relación le unía al directivo? ¿Piensa como Jorge Javier Vázquez que Vasile era un directivo que nunca pedía opinión de nada? ¿Conoce ya a la nueva directiva?
Siete años ya al frente de First Dates...
La verdad es que la tele es un universo muy difícil de comprender y de diagnosticar. Es el medio más empírico que conozco con diferencia, porque incluso cuando haces teatro, cine y eliges un proyecto, si lo eliges bien y buscas el público determinado al que va dirigido, tienes ciertas chances de tener éxito. Pero, en la tele, como es un producto siempre generalista, nunca sabes si te van a querer, si te van a aceptar y, lo que no te planteas nunca, porque es tan competitivo y estamos viendo la generación de consumo rápido en la que en seguida nos cansamos de todo, es cuánto tiempo va a durar algo. Así que cuando llegas a los siete años dices: ¡Qué maravilla!
En 'First Dates' se cumple el dicho de que la realidad siempre supera a la ficción
First Dates es de los pocos programas de Mediaset España donde los protagonistas son personas anónimas...
Para mí la clave está en el casting. Viene gente muy real, muy auténtica y con capacidad además de expresar su realidad, de contar para lo bueno y para lo malo. Hay gente que viene con traumas, que vienen con debilidades y aquí las muestra por primera vez porque es una forma de liberarse. Hay gente que quiere de verdad encontrar el amor y se expresa en toda su veracidad. Y eso es lo que hace que llegue a la gente. Aunque todos parezcamos los mismos, todo el mundo es mega diferente y a la misma pregunta responden de forma muy distinta y, ante la misma situación, también. Y es lo que hace que sea atractivo, siendo el mismo esquema de programa.
Han pasado 17.000 solteros por el programa y siguen sorprendiendo...
Es una pasada. Si lo piensas bien, es una pasada. El famoso dicho de que la realidad supera a la ficción. Y es que es verdad: la realidad lo supera todo, incluso a sí misma. Cuando tú crees que ya no va a llegar nadie con capacidad de sorprender, llega. Por su forma de ser, de pensar, por la historia que ha tenido, por lo que le ha pasado, por lo que pretende... Y te sorprende.
¿Cómo fue aquel momento en el que llegó aquel soltero que había estado tres veces en el programa, pero con una personalidad completamente diferente a la anterior?
A mí me lo contaron la misma mañana en la que iba a tener lugar el suceso. Yo creo que era la cuarta o quinta vez que venía. Venía además simulando una enfermedad y poniendo voz aflautada. Lo primero para mí fue concentración porque yo le escuchaba hablar y tendía a reírme. La situación era muy cómica y yo no quería tratarlo así. Nosotros estábamos muy enfadados porque que pasen cosas así afectan la credibilidad del programa. Y yo se lo dije. El problema no eres tú, el problema es que aquí hay gente que viene con ilusión y le puedes provocar un bajonazo. Él lo entendió y nosotros lo superamos.
¿Ha sido el caso que más te ha sorprendido en estos siete años?
No ha habido muchos. Esto me sorprendió mucho. Pero ha habido casos muy diversos que me han sorprendido para lo bueno y para lo malo. Me acuerdo de los chicos con síndrome de Down que me sorprendieron porque fue una lección de ternura y de emotividad maravillosa la que nos dieron. Las personas que tiene síndrome de Down viven en el mundo de una manera distinta a nosotros, pero con la misma intensidad y con la misma verdad. Tienen una capacidad de amar, de sentir, de emocionarse, de todo. No hay nada más auténtico que eso. Y luego hay gente que es muy graciosa que también te dejan un buen recuerdo. Como aquel señor de 72 años que tenía tres novias y venía a buscar la cuarta.
Si estamos intentando que todas las formas de sexualidad son iguales en el fondo, esto tiene que ser en todas las direcciones
Mucha gente cuando entra en el programa 'tontean' contigo y con Matías...
Más bien al contrario, Matías y luego yo. En el fondo lo qu eles pasa no es que tú les guste, lo que pasa es que están buscando un punto de complicidad. Tú eres la primera cara, la cara amable, la que conocen. Vienen un poquito temblorosos. Entonces tú eres lo conocido, lo que tienen cerca. Lo que buscan es tranquilidad y equilibrio. No saben a lo que vienen. Y con tantas cámaras delante.
Este programa es una oda a la diversidad. ¿Qué has aprendido?
A tener respeto por todas las diferentes formas de amar, las diferentes formas de sexualidad...Y, además, me gustaría que el respeto fuera en ambas direcciones. A veces los que estamos en First Dates participamos en movimientos LGTIBQ+ e incluso yo estuve dando el pregón hace un par de años o tres y me dieron estopa por ser heterosexual. Mi reflexión era que, si estamos intentando que todas las formas de sexualidad son en el fondo iguales, son diferentes formas de expresar una misma realidad que es el amor y la necesidad de tener un compañero en la vida, esto tiene que ser en todas las direcciones, no podemos poner cortapisas. Para mí esta es probablemente la mejor enseñanza de este programa que normalice y que integra. Y espero que los chavales jóvenes aprendan esto de corazón y será lo que haga que este país cambie. España ha cambiado mucho en 30 años, pero puede hacerlo más en los próximos 40.
Pero siempre se puede retroceder...
Se puede retroceder, pero ya necesitan meternos un bazoca para que retrocedamos. Lo más difícil es que la gente sienta las cosas por naturalidad, que piense con naturalidad en esa dirección. Te pueden forzar a pensar de la forma contraria, pero la verdad siempre florece. La educación y la integración está bien trabajarla.
En Mediaset estáis ahora mismo en un proceso de cambio. ¿Pudiste despedirte de Paolo Vasile? ¿Conoces ya a Alessandro Salem?
Yo tuve buena relación siempre con Paolo. Siempre le tuve tremendo respeto e incluso admiración. Y creo que él también tenía un tremendo cariño por mí y nuestra relación era normal, la normal que hay entre un consejero delegado y un presentador. Él era una persona que daba mucho cariño a todo el mundo y toda la gente que trabajaba con él: directivos, presentadores... Y nos dio mucha pena que se marchara. Viví su entrada porque yo estaba cuando llegó el año 1999 ya que estaba presentando El Millonario, luego estuve cinco años con él y regresé. Lo que ha hecho desde entonces hasta ahora, que es convertir a Telecinco en la cadena de referencia, me parece una bestialidad.
El nuevo consejero delegado de Telecinco tiene una cosa que me gusta mucho: escucha muy bien.
Pero, también entendí que es un hombre que tiene a su familia en Italia. Tiene el derecho a hacer más cosas e incluso a no hacer nada si le apetece. Creo que hizo grandes cosas, no solo por Telecinco, sino por la tele en general. Y al nuevo consejero delegado le conocí hace poco y me pareció una persona con un talante excepcional. Y tiene una cosa que me gusta mucho: escucha muy bien. Yo siempre aconsejo que escuchen más que que hablen. Y eso es muy bueno para hacer empresa, televisión o lo que sea. Y es tremendamente cortés, educado, rápido... La nueva etapa de Telecinco va a ser buena. Hay que tener paciencia para recuperar las audiencias, pero creo que vamos por el buen camino.
¿Te gustaría volver a presentar un concurso?
Yo en su momento cambié el mundo de los concursos por venir a hacer First Dates. Podría igual haber seguido en la misma senda, que además era una senda con cierto éxito, pero me apetecía hacer cosas diferentes. Lo que más le agradezco a esta cadena es que he podido hacer cosas muy distintas. Volverte a ver, que es testimonial; concursos como El Precio Justo o The Wall, un dating como First Dates, en un reality como Pesadilla en el Paraíso... ¿Mi futuro? Siempre aspiro a hacer programas que me gusten. Con eso soy feliz. No tengo problemas hacia ninguna género. Tengo problemas hacia maltratar a la gente. Pero en todos los programas que yo he estado, incluso en los realities donde se dice que son el lado oscuro, jamás se ha maltratado a nadie. Todo el mundo es bien cuidado y bien tratado. Otra cosa es que surjan conflictos emocionales, pero eso forma parte de la vida misma. Es como cuando hay una reunión de familia, siempre hay algún pequeño lío. El tema es cómo lo tratas y cómo lo llevas. He hecho algún programa de Gran Hermano, en Pesadilla en el paraíso, y siempre ha habido un respeto desde el programa y desde la cadena.