Decía David Beriain que todo el mundo tiene una historia. La de Almudena Ariza comienza con el sueño que tuvo de niña de recorrer el mundo con una guitarra. "Era concertista de guitarra flamenca", contó a los futuros periodistas en el salón de actos de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. Este fue el lugar elegido para que la histórica periodista de RTVE presentara Españoles en conflictos, su nuevo programa en La 1 (miércoles; 23.30).
Ariza logró su sueño, aunque con cámara y micrófono en mano. "Un día escuché en Radio Algeciras que necesitaban gente para un programa de música. Mandé una carta, me llamaron, hice una prueba y a los pocos días estaba yo sola en un estudio presentando unos discos", siguió contando. "Pasaron las semanas y la gente me empezó a mandar cartas. Así descubrí la magia de la comunicación, lo que me llevó a venirme a Madrid para matricularme en Periodismo"
De una radio local saltó a la SER. Y luego llegó la llamada de Jesús Hermida para hacer una prueba de televisión de un informativo de autor. "A los pocos días me llamaron para comunicarme que me cogieron. No olvidaré el consejo que me dio: 'Te prohíbo leer el cue porque las noticias no se leen, se cuentan".
"Pero lo mío era la calle", prosiguió. Su carrera pegó un volantazo definitivo con el 11-S. Almudena se encontraba en Nueva York para hacer un programa de Informe Semanal, sin embargo, los atentados obligaron a alargar su cobertura durante semanas. Su buen trabajo hizo que TVE confiara en ella para ser corresponsal en Nueva York, Asia-Pacífico o París, hasta convertirse en uno de los rostros históricos de la cadena pública. En 2019, le llegó la oportunidad de dirigir los informativos, pero no consiguió el apoyo masivo de los trabajadores.
Ariza ha seguido recorriendo el planeta con Españoles en conflictos, una vuelta de tuerca al exitoso Españoles por el mundo, en el que a lo largo de diez entregas, la periodista descubre problemas de gran calado a través de los testimonios que vivien en esos territorios. Producido por RTVE en colaboración con La Cometa TV, el programa viajará a lugares como EEUU, México, Corea del Sur, India o Turquía.
¿En este programa muestras una faceta menos encorsetada de lo que pide un directo como corresponsal en el Telediario?
Es un registro diferente, sí. Estoy más suelta y tengo más tiempo. Voy casi de la mano de nuestros protagonistas. Es un formato mucho más explicativo. En realidad, lo que hay detrás de eso es lo mismo: hacer periodismo con rigor. Quería hacer un programa informativo entretenido, pero no un programa de entretenimiento. Yo creo que hemos conseguido aunar todas esas cosas. Todas las encuestas dicen que vivimos en un momento hay cierta fatiga con todos los formatos tradicionales. Fíjate, en el Informe Reuters se dice que los más jóvenes abandonan la información internacional porque les parece complejo y difícil de entender. En este espacio intentamos contar lo que pasa en el mundo, pero de una manera mucho más cercana y digerible.
Una de las entregas de Españoles en conflictos gira en torno al suicidio en Corea del Sur. ¿Sigue siendo un tema tabú en los medios de comunicación?
Sí. Cada vez se habla más de salud mental, sobre todo en los jóvenes que lo tienen muy normalizado. Yo lo veo en el ambiente de mis hijos. Se va a terapia y la gente lo dice abiertamente. Esto, en mi generación y en la de mis padres, era casi un estigma. Ir al psicólogo estaba mal visto y eras un loco. Es un paso importante, pero no ocurre en todos los países. En Corea del Sur hay una presión social enorme a todos los niveles que sufren los niños desde la escuela. Hay presión académica para que seas el mejor. Tienes que ser el número uno, si no, no vales. También hay presión en lo laboral y en lo físico. Una de cada tres mujeres se ha hecho una operación de cirugía estética para occidentalizar sus rasgos o para cambiarse el mentón. Incluso, cuando se termina el bachiller, los padres regalan a sus hijos una cirugía porque entienden que mejorando algunos rasgos pueden tener más éxito en sus empresas. Y el K-pop es tremendo. Es una verdadera fábrica de creación de artistas. Los tienen durante años sometidos a una disciplina y, al final, son robots. Es un país en el que está mal visto expresar emociones y sentimientos o hablar sobre fracasos o depresiones.
"Fui un poco ingenua, pensé que podía cambiar la cultura empresarial de TVE y que iba a contar el apoyo masivo de mis compañeros"
Hace cuatro años Enric Hernández te propuso para dirigir los informativos de TVE. Finalmente renunciante al cargo después de no logar el apoyo masivo de los trabajadores. ¿Cómo recuerdas esa etapa?
A mí nunca me ha gustado mucho el mundo de los despachos. Es verdad que mi sitio está sobre el terreno dando las noticias, pero por un momento de mi vida pensé que tenía que devolver a mi empresa parte de todo lo que me había dado. Eso se tradujo en trabajar en ese proceso de cambio y transformación digital. Siempre nos quejamos los propios trabajadores de que TVE es un gran elefante donde la estructura es muy rígida y se tarda mucho en cambiar la cultura empresarial. Yo, un poco ingenua, pensé que todo eso era posible y que iba a contar con el apoyo masivo de mis compañeros. Al final, no fue ni una cosa ni otra. Me di cuenta que a medida que iba hablando con algunas de las personas que me iban a rodear, de que no iba a ser tan fácil cambiar nada. Por otra parte, en esa votación también me percaté de que el apoyo no iba a ser masivo. Luego todo el mundo me decía '¡uy, pues te hubiera votado!'. Fueron dos cosas que me desanimaron mucho y pensé 'pues si para emprender este proyecto que para mí implica una renuncia muy grande no voy a contar con ese apoyo masivo de la gente, no me compensa'.
Con esa decisión que tomaste fuiste honesta.
Sí, yo dije 'os necesito a todos para este viaje, entonces si no me vais a acompañar, pues yo me quedo donde estaba, que era bastante feliz. Y la verdad es que no me arrepiento. Pienso que tomé la decisión correcta y que estoy en el sitio adecuado.
TVE atraviesa por un momento complicado en cuanto a audiencias. ¿Qué crees que necesita la cadena pública para sobrevivir a los nuevos tiempos?
No hay un solo factor y las cosas no se pueden cambiar de un día para otro. La gente ve mucha menos televisión, por tanto, nuestra audiencia es menor. Lo que creo es que tenemos que seguir con el compromiso de crear buenos contenidos. Ya no importa tanto que sean para tele. Siempre he dicho que somos demasiado telediariocéntricos, es decir, que los periodistas de TVE siguen aun con el ritmo que marca el Telediario. Pero, ¿qué es el Telediario? Si es que la gente ya no espera para ver qué es lo que ha pasado sino que se informa constantemente a través del móvil y de las plataformas. Creo que hay que pensar en crear contenidos y formatos que conecten más con las personas, que vayan más con nosotros y nos vayan entrando como una newsletter. También podemos pensar en espacios de gran calado como el que hemos hecho ahora, pero yo no pienso que la gente vaya a la televisión a consumirlo. El objetivo no creo que sea captar a la gente joven, no. Nosotros tenemos que ir adonde están ellos. ¿Qué consumen? ¿Instagram? Pues vamos a crear contenidos para Instagram. Tenemos que seguir apostando por buen periodismo, por buena información, por buenos formatos, pero distribuirlo como consideremos que se va a consumir más y mejor.
"En TVE se trabaja en libertad, incluso más que en otras cadenas"
¿Nunca te has planteado en irte de TVE?
Muchas veces. Me han hecho ofertas, pero donde veo que se hace mejor periodismo es en TVE en el sentido en el que este programa, por ejemplo, no se podría haber hecho en las cadenas privadas. Las grandes apuestas son las coberturas, como la que hemos hecho en Ucrania. Hemos estado equipos enteros durante meses siguiendo una guerra, mientras que las privadas apuestan por gente freelance y con pocos medios. Yo mientras esto siga ocurriendo seguiré en TVE. Hablo a día de hoy, mañana no sé qué pasará.
¿Qué tendría que tener una oferta de Antena 3 y Telecinco para que aceptaras?
Como el plató no me gusta y soy carne de cañón de calle, ahora mismo quienes más apuesta por estas coberturas es TVE. Si miras en mi carrera profesional, no hubiera podido hacer nada de eso en otro sitio porque, para empezar, las privadas no tienen corresponsalías apenas.
Llevas en TVE muchos años, lo que implica que has 'sobrevivido' a muchos gobiernos de diferente signo. ¿Has tenido algún tipo de presión política?
Yo he sido bastante libre. Me considero una periodista que ha trabajado el 99,9% de las veces en libertad, y cuando no, me he quejado como muchos compañeros. Ha habido momentos en los que hemos protestado. Creo que hay un músculo muy fuerte en TVE de gente que reivindica la libertad y la responsabilidad de los contenidos de calidad. Creo firmemente que, ahora mismo, en TVE se trabaja en libertad, incluso más que en otras cadenas.
"La reina Letizia era reportera como yo y le gustaba estar en la calle contando historias"
A nivel personal, ¿cómo llevas lo de cambiar de ciudad cada pocos tiempo? ¿Se llega a acostumbrarse a la novedad?
Para mí es una aventura, y para los que me rodean también. Ahora que estoy en España, que hace 14 años que no vivía aquí, me siento un poco guiri. Estoy redescubriendo mi ciudad y mi barrio, además de disfrutar todo lo que se hace en España donde, a pesar de que nos quejemos mucho, me parece que es un país con una enorme calidad de vida, generoso, acogedor y que sabe disfrutar de la vida. Me siento bien, pero vivir en sitios diferentes es una experiencia que necesito. Me encanta la idea de llegar a un país nuevo y descubrir cosas nuevas. Hasta con la incomodidad se aprende. Yo siempre digo que mi casa está donde estoy viviendo, ya sea EEUU, China o España. Me siento extranjera en todas partes, pero en el fondo me siento cómoda. Tengo una pareja que piensa como yo, muy global. Y mis hijos también viven en diferentes sitios del mundo y están acostumbrados al movimiento. Lo peor es que te pierdes acontecimientos familiares importantes y sobre todo, echo de menos a mi madre, que sí que vive aquí en Madrid.
Hace unos días, se hizo viral el vídeo de la reina Letizia por el 50 aniversario de Informe Semanal. ¿Cómo recuerdas a la Letizia periodista?
Era una maravillosa compañera. Yo me sentía muy ligada a ella por la forma de entender el periodismo. Era reportera como yo y le gustaba estar en la calle contando historias. Era buena comunicadora, y lo demostró en ese vídeo. La recuerdo con mucho cariño.