Este lunes arrancaba la nueva edición de MasterChef, y lo hacía, como es habitual, con la última fase del casting. En pequeñas tandas conocíamos a posibles aspirantes, con perfiles de todo tipo. Desde personas como Jeremy, que han superado una dura historia familiar, hasta un sacerdote al que han bautizado como Fray Marcos. O una mujer que fue víctima de los atentados del 11-M, que no consiguió la bendición del jurado y se quedó a las puertas de ser concursante de pleno derecho.
Uno de los perfiles que más comentarios han generado es el de Luca Dazi, un chico de 18 años que se presenta como una estrella de TikTok. En su presentación, aseguró que va a MasterChef para hacer vídeos de cocina que sean divertidos, y no como los que hace Jordi Cruz. “Lo tuyo es un poco aburrido”, llegó a decirle al propietario del restaurante Abac.
Para ganarse el pase, realizó un bacalao confitado con cebolla caramelizada de espárragos, y Jordi Cruz se la devolvió. “¿Estás acostumbrado a que te digan que no?”, le preguntó al aspirante, que se hizo conocido por un vídeo en el que se ponía a llorar después de que le regalasen un iPhone 14 por aprobar su primer examen de matemáticas. Luca respondía entonces que no. “Pues te voy a decir que no, porque del no se aprende mucho”, le respondía.
Luca entonces se venía abajo y soltaba algunas lágrimas. “Parece que hay un mundo caprichoso detrás de ti, porque solo tienes un no y ya te pones a llorar”, le regañó Pepe Rodríguez, que terminó dándole un sí, al igual que Samantha Vallejo-Nágera.
Al finalizar la fase, los jueces llamaron a varios aspirantes que habían obtenido un delantal blanco, en concreto, a Carlota, Leti, Roberto, Frank, Larraitz y Fray Marcos, y les ofrecieron un brazalete. Eran aquellos que, en el casting, habían recibido un “no”, y se la jugarían en una prueba de eliminación. Lo llamativo del caso es que Luca, que recibió el no de Jordi, no recibió ese brazalete, lo que le otorgaba ya permanecer al menos una entrega más.
Esta norma que no ha sido igual para todos los participantes se ha visto como una evidente injusticia por parte de los espectadores, y así lo han expresado en las redes sociales. Y muchos dan por sentado que con Luca lo que se ha buscado es un perfil más destinado a agitar el avispero y dar contenidos que a realizar buenos platos. De hecho, algunos usuarios no entienden que, por ejemplo, se rechazase entre lágrimas a Víctor, que concursó en la versión Junior, siendo un joven que trabaja y estudia dietética, y sí diesen el pase y saltándose la eliminación a Luca.