Este sábado pasado, Paz Padilla ha vivido uno de sus momentos más emotivos como presentadora de Déjate querer. La gaditana no pudo reprimir la emoción ni las lágrimas al recordar a sus siete hermanos al presenciar el feliz reencuentro de unas hermanas que llevaban años sin hablarse. Un momento en el que la presentadora mostró su lado más personal, ofreciendo un momento cómplice con el público.
Todo surgió tras una de las historias protagonizadas por personas anónimas. El programa logró reunir a María José y Mari Carmen. Estas dos hermanas llevaban cuatro sin dirigirse la palabra tras muchas fricciones familiares. Es más, tal ha sido la rivalidad que han tenido desde niñas; que cuando se cruzaban por la calle, se ignoraban mutuamente. Preocupada por la situación, Ana, la tercera hermana, pidió ayuda al programa producido por Bulldog TV, para intentar encontrar una solución.
La primera en aparecer en plató fue Mari Carmen, quien aceptó la proposición de Ana de reconciliarse con María José. Ella confesó que es, realmente, María José la que muestra más resistencia en hacer las paces. Cuando la hermana en discordia apareció en plató, la propia Ana le pidió que enterrase el hacha de guerra y solucione sus problemas con Mari Carmen.
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Tras ver un mensaje comprometido de Mari Carmen, en el que pide poner fin al conflicto y que sus respectivos hijos puedan llevarse bien como familia, ambas hermanas cedieron y se produjo un momento muy emotivo. Fue después de que las tres mujeres saliesen de plató cuando Paz Padilla no pudo evitar acordarse de sus hermanos. La también actriz y humorista recordó a los siete entre lágrimas.
“Yo tengo siete hermanos y, para mí, es mi gran tesoro. Los quiero tanto… daría m vida por cada uno de ellos”, comenzó a declarar entre lágrimas. Mientras buscaba reprimirlas y recomponerse, la presentadora mostró su lado más humano, el de una mujer que destaca la importancia de que los vínculos familiares no se pierdan. “Lo único que siempre les he dicho a mis hermanos es ‘ahora que mamá no está, que siempre estemos unidos’, que siempre nos apoyemos el uno al otro, y no dejar pasar ni un día sin decirnos te quiero”, dijo, provocando el aplauso unánime del público presente en el plató.
Lo cierto es que la presentadora demostró tener el atino de compartir ese momento personal después de que las invitadas abandonasen el plató. De esta manera, Padilla evitaba quitarles su protagonismo, dejando la historia de sus hermanos para el final.