Todas las cadenas tienen una franja maldita en la que, por muchos proyectos que se estrenen, ninguno consigue remontar las audiencias. En La 1 de Televisión Española ese tramo corresponde al mediodía, justo antes de la primera edición del Telediario que desde septiembre presenta Alejandra Herranz tras la marcha de Ana Blanco.

Hace casi dos meses, el canal público estrenó Ahora o nunca, un programa de divulgación que recuerda mucho a Aquí la Tierra, el espacio que pilota Jacob Petrus por las tardes y que cosecha, por cierto, muy buenos datos. De hecho, la productora, Catorce Comunicación, es la misma. Pero lo interesante es que el espacio supuso la vuelta de Mónica López después de su turbulenta etapa al frente de La hora de La 1.

"Esa época fue muy dura, te enfrentabas todos los días al mal", nos aseguró la propia presentadora antes de echar a rodar su nueva aventura, en referencia a su etapa en el matinal de La 1, del cual fue apartada por los dirigentes de la Corporación de RTVE - por aquel entonces estaba José Manuel Pérez Tornero de presidente- después de varias polémicas. Mónica López ni siquiera pudo despedirse de sus espectadores.

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El tono amable y desenfadado que utiliza López en Ahora o nunca para tratar asuntos que ella misma domina, difiere mucho de la seriedad que requerían los sucesos y las entrevistas políticas que copaban la escaleta de La hora de La 1. En sus 50 minutos de duración, el magacín habla sobre riqueza natural, cultural, gastronómica, historia, arte, tradicciones, fiestas... "Es algo que tiene que ver con el servicio público", explicó Maribel Sánchez Maroto, directora de Magacines de RTVE.

Ahora o nunca aterrizó el pasado 23 de enero con el objetivo de impulsar el Telediario. Se trata de una estrategia utilizada por Antena 3 para elevar los datos de sus noticias que le ha ido fantásticamente bien. Por la mañana lo hace con La Ruleta de la Suerte y por la noche con Pasapalabra. Pero, ¿cómo le ha a Ahora o nunca?

Los datos del programa que pilota Mónica López en La 1 son más que discretos,  pues promedia un 6% de cuota de pantalla y la audiencia se mueve en torno a los 500.000 espectadores. El dato en personas mayores de 65 años mejora hasta el 6,8%, mientras que en edades comprendidas entre los 25 y 44 años, se desploma hasta el 4,2%.

El share es malo si tomamos como referencia el concurso que pilota Jorge Fernández, líder de la franja con una media del 21% y 1.671.000 espectadores en febrero. Ya es mediodía fue la segunda opción con un 13,6% de cuota, si bien es cierto que solo compite 45 minutos con Ahora o nunca. El dato del formato, además, empeora 2,7 puntos la media mensual de la cadena (8,7%).

¿Hay motivos para ser optimistas?

No obstante, Mónica López tiene motivos (pocos) para aferrarse. Ahora o nunca sí ha conseguido remontar ligeramente las audiencias, ya que el programa mejora la franja de La 1 respecto al mismo período del año anterior (5,3%). Es decir, lo ha mejorado en siete décimas.

Lo cierto es que Televisión Española ha intentado levantar el vuelo de la franja de todas las formas posibles. Ha estrenado espacios culinarios como Torres en la cocina, Como Sapiens de Miguel Ángel Muñoz o Cocina al punto con Peña y Tamara; magacines como Las cosas claras de Jesús Cintora (su cancelación no fue por bajas audiencias) o Mejor contigo de Ion Aramendi y hasta concursos como Bloqueados en el muro, con Ángel Llácer.

Todos fracasaron. Está por ver si José Pablo López, director de contenidos de RTVE, se muestra paciente con este formato blanco o si por el contrario decide probar con algo nuevo por enésima ocasión. Desde luego, la papeleta es mucho más compleja en el prime time, donde acumula varios tropiezos en las últimas semanas con Todos contra 1, Vamos a llevarnos bien o Días de tele.