Siete entregas. Eso es lo que ha durado en La 1 el concurso Todos contra 1, presentado por Rodrigo Vázquez y Raúl Gómez. Sus pobres audiencias marcaron su estreno, y no ha conseguido levantar la cabeza desde entonces, hasta que se ha tomado la decisión de cancelar el formato, tal como confirmaba Vertele citando fuentes de RTVE.
El programa comenzó su andadura el 19 de enero a partir de las 22:50 horas, y alcanzó un 9,6% con 918.000 espectadores de media. A pesar de no alcanzar el millón en su estreno, esa primera noche firmó su entrega más vista. Una semana después, el concurso empezó más tarde, debido a la prórroga de un partido de fútbol, y promedió un 9,9% con 737.000 espectadores.
Con la llegada de febrero, sus emisiones eran temporalmente interrumpidas por la celebración del Benidorm Fest, cuya segunda semifinal se emitía en jueves, precisamente, con Rodrigo Vázquez como maestro de ceremonias.
Ya el 9 de febrero sus audiencias se desplomaron al 5,8% y 538.000. Entonces se lo llevaron del jueves al martes, y anotó 432.000 en la entrega del 14 de febrero con un 5%, y subieron mínimamente hasta 486.000 y un 5,2% en la noche del 21 de febrero. Esa fue su última semana en el horario estelar. En un último intento de seguir confiando en el formato, original de Noruega y Dinamarca, La 1 se lo llevó a la franja del acces prime time y dividió su contenido en dos noches, pero ya era tarde: no consiguió hacer la más mínima sombra a El hormiguero, contra el que competía. Todos contra 1 se ha despedido de la televisión con una media del 6,5% y 655.000 espectadores.
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Este es un ejemplo más de la crisis de audiencias que sufre La 1, que solo consigue llevarse alegrías con eventos como las retransmisiones deportivas. De esta manera, se pone punto final a uno de las grandes apuestas de la cadena en entretenimiento para el actual curso, y se suma a la cancelación de Vamos a llevarnos bien, el programa de entrevistas de Ana Morgade que solo duró una noche en antena.
En Todos contra 1 un concursante en plató o un espectador desde casa podía ganar hasta 100.000 euros resolviendo espectaculares retos. La audiencia jugaba a través de la App del programa y responderá a las mismas preguntas que se planteen en directo al concursante. Al final de la noche, el concursante o un hogar español elegido al azar se embolsaban el gran premio del concurso más participativo hasta este momento de la historia de la televisión.