En Mediaset España ya saben lo que es sufrir importantes cambios. Ya pasó en 2011 cuando Telecinco compró Cuatro y de la fusión resultante nació la propia Mediaset España. Sin embargo, en aquel momento los cambios se vivieron desde una posición ventajosa ya que eran los que compraban.
En esta ocasión, con la salida de Paolo Vasile y la llegada de tres nuevos consejeros delegados (Borja Prado, Alessandro Salem y Massimo Musolino) y una fusión con Mediaset Italia en camino, los cambios se están viviendo de otra manera. Con ilusión, pero también con mucha prudencia e incertidumbre, según cuentan desde dentro a BLUPER.
De primeras, Salem tiene un carácter mucho más moderado que Vasile y se está tomando con paciencia esta nueva etapa. No quiere precipitarse en los cambios y, como en cualquier gran empresa que inicia una nueva fase, ha solicitado un sinfín de informes a los distintos equipos.
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El italiano defiende que ahora mismo hay un terreno árido donde sembrar y que solo es cuestión de tiempo y paciencia para que empiecen a crecer los frutos. Y ponen como ejemplo la renovación del concurso 25 palabras, que ha sido renovado a pesar de que la media desde su estreno apenas llega al 9%.
Pero, a pesar de esa paciencia, en el grupo también existe mucha incertidumbre. Y es que todo el mundo sabe que la llegada de nuevos equipos lleva consigo ceses, como así se ha visto en las últimas semanas con las salidas de varios directivos y la llegada de savia nueva.
No obstante, no existen grandes temores a esos ceses ya que, tras veinte años con el mismo modelo, muchos directivos también ven ésta como una oportunidad de iniciar una nueva etapa ya sea dentro o fuera del grupo. Tanto es así que en el último cóctel de Navidad que celebró Mediaset España se notaba esa ilusión, mostrando todos ellos una actitud dialogante con la prensa.
Tranquilidad
En cuanto a los trabajadores de los distintos programas del grupo, la incertidumbre de los últimos meses por saber que iba a pasar con el modelo ha dado paso a una cierta calma ya que ahora se conocen cuáles son las reglas a seguir, gusten más o menos.
De esta manera, aunque pueda haber ciertos desacuerdos con las decisiones tomadas, todos son conscientes de que hay que remar en la misma dirección ya que, lo que esté por llegar, nunca será peor de lo que hay en estos momentos. Sobre todo porque, tras años haciendo lo mismo, ahora existe la oportunidad de hacer cosas nuevas.
Obviamente, el nuevo código ético de Salem no ha sido recibido de igual manera en unas productoras que otras. Y es que, a nadie se le escapa que la más perjudicada en este sentido es La Fábrica de la Tele, productora de Sálvame, ya que se han prohibido los comentarios políticos así como los ataques a otros programas de la cadena.
No obstante, se lo han tomado con humor, como así demostraba María Patiño este martes en Sálvame cuando Pipi Estrada le decía a Laura Fa que prefería ser un "tolai" a ser independentista. "Política, no", decía con cierta sorna la presentadora gallega.
Y lo mismo ocurría cuando Belén Esteban se marchaba del plató. “No te puedes ir ni un segundo”, dijo de forma rauda Adela González “Que no se pu...”, expresaba por su parte María Patiño, sin terminar la frase.