Que Pedro Ruiz (75 años) se muestra muy crítico con la cadena Mediaset no es nada nuevo. Sus redes sociales dan buena cuenta de su opinión, y el humorista y presentador no duda en cargar las tintas contra la praxis de la que un día fue una cadena líder. Guantazos públicos por parte de Pedro Ruiz que Mediaset encaja en privado y en el silencio de los despachos enmoquetados.
En su línea habitual: como si no pasara nada. (A veces creo que Telecinco es como esos músicos que tocan cuando el Titanic se está hundiendo) A Pedro no lo calla nadie y, desde su libertad y con la dignidad intacta, vocifera y pone a cada uno en su sitio desde su trinchera de Twitter. Porque no hay nada mejor que poner el punto sobre la i desde la barrera, en perspectiva.
Y él tiene mucha distancia -física y emocional- de Telecinco: desde 2018 no pisa un plató de la cadena de Fuencarral. Para ser justos, su cruzada no es contra toda la cadena. Más bien se diría que le tiene cierta ojeriza a la productora La Fábrica de la Tele y toda la programación que versa sobre la prensa del corazón. Él nunca ha mercadeado, ni vendido ni comprado su vida privada, y mira que ofertas ha tenido sobre la mesa. Como la última, hace unos días.
[Pedro Ruiz declina una invitación de Mediaset: “Volveré cuando haya un nuevo aire”]
Telecinco lo llama "amablemente", como él lo define, le expone el motivo de su interés y Pedro declina con un no rotundo, un mandoble del que Telecinco aún se recupera. "Me han llamado amablemente para invitarme a un programa de Mediaset. Amablemente también he declinado la invitación agradeciendo la llamada. (...) Hace cinco años que no acudo a platós de ese grupo. Lo haré cuando el nuevo aire haya aclarado el ambiente... si eso ocurre", posteó el gran Ruiz.
Con ese "aire nuevo" aventuro que se refiere Pedro Ruiz a la llegada a la cadena de Borja Prado y la salida del que fue consejero delegado del cotarro, Paolo Vasile. Mientras que los cambios no se efectúen, a su modo de ver, Pedro no pisa la cadena Fuencarral. Y eso lo veo como un acto digno, a tener en cuenta y aplaudir en estos tiempos en los que la moral se vende al mejor postor y lo que cuenta, como diría Shakira, es facturar.
Ahí tenemos, por ejemplo, a las hermanas Campos, tragándose sapos y culebras pero acudiendo a su puesto de trabajo para que la nómina se ingrese en su banco. Formas de ver y de entender la vida, sin duda. Igual de respetable que la postura de Pedro Ruiz. No, la dignidad de Pedro no se compra: Telecinco lo ha intentado y ha dado en hueso.
Y mira que, de seguro, al Pedro Ruiz profesional le vendría de perlas una entrevista en un programa generalista. A nadie le amarga un dulce y sabido es que lo que no sale en la tele, a veces, tristemente, es como si no existiera. Una buena promoción ayuda a cualquier carrera, pero Pedro ha dicho no. Ha -re-marcado su punto de inflexión. Hay líneas, Telecinco, aunque te parezca mentira, que no se cruzan y que no son negociables.
Telecinco se está tambaleando aún del guantazo, más débil que nunca, agonizando. Fue en 2018 cuando Pedro Ruiz acudió al programa Viva la vida, presentado entonces por Toñi Moreno antes de que llegara Emma García y lo arrasara todo. Llegó, habló de lo que tuvo que hablar, y se fue para casa. Ni Toñi ahondó en su vertiente más personal, ni Pedro dio lugar.
Hace unos días, el humorista reflexionó lo que sigue: "Hay una plantilla de personajes conocidos que acuden a todos los 'concursos' de las teles: el desafío, el torneo, la máscara, la piscina, el tubo de la risa, la cocina, el patíbulo... Nada que decir. Es la nómina B de los platós. Sólo deseo que les paguen bien. Es un negocio". Una postura que dejaba patente su línea roja: Pedro Ruiz no es un hombre de realities, ni de compraventa de sentimientos.
También ha opinado, sin ambages, Pedro Ruiz del éxito de Jorge Javier Vázquez como escritor, con su última novela, Antes del olvido. "Vender es una cosa y valer otra. No hay otra norma de mercado. Tanta gente compra tu libro… tan codiciado eres. Jorge Javier Vázquez es número 1 de ventas con su libro. La editorial estará encantada y él también. Comercialmente no se puede añadir nada. La televisión diaria es el mejor vendedor", publicó en Twitter.
Sabias palabras una vez más: una cosa es el negocio y otra, muy distinta, el talento. No todo el mundo vale para todo, zapatero a sus zapatos, por eso Pedro está donde está y Telecinco, ídem. Cada uno en su sitio, pero no mezclemos. Las mezclas sólo benefician a una parte, y la otra nunca se recupera del resbalón. Larga vida a Pedro Ruiz.