El pasado miércoles, Telecinco estrenaba Escándalo: Relato de una obsesión. Una serie creada por Aurora Garrido y protagonizada por Alexandra Jiménez y Fernando Líndez que narra cómo una mujer que ha superado los 40 y un menor de 15 años empiezan un romance después de que él la salve de un intento de suicidio. La ficción llegó con cierta polémica, pues algunas voces aseguraban, antes de haber visto el primer episodio siquiera, que Telecinco estaba normalizando la pederastia y las relaciones entre adultos y menores de edad.
A pesar de este importante ruido, Escándalo tuvo una acogida más bien discreta en su debut. Anotó un 10,9% de cuota de pantalla y 1.120.000 espectadores de media, con 2,9 millones de contactos. En su primera noche Telecinco no fue muy cuidadosa: la estrenó 12 minutos tarde respecto a la hora anunciada, y no se moderó con los cortes publicitarios. Esto provocó que muchos espectadores se quejasen en las redes sociales, aunque en general la serie fue bien recibida.
Para intentar que su segunda noche tenga un mejor impacto, Telecinco ha decidido hacer unos cambios en su parrilla. Normalmente, la franja del access prime time está dedicada a los resúmenes del reality Pesadilla en El Paraíso, que no dejan grandes datos de audiencias. Esta noche, sin embargo, su franja la ocupará un especial de La isla de las tentaciones, que permitirá conocer a las nuevas parejas de participantes, pues la sexta edición del reality estaría a punto de empezar.
Con esto, Telecinco pretende que los seguidores del formato que presenta Sandra Barneda, uno de los más exitosos de la cadena, disfruten del programa y luego se queden, por el efecto del arrastre, para ver el segundo episodio de la serie.
Sin embargo, Mediaset no está haciendo todo lo que tiene en su mano para que los espectadores puedan engancharse a Escándalo: relato de una obsesión. Y es que si algún espectador rezagado se quiere animar ahora a ver el primero de sus episodios no lo encontrará en la plataforma del grupo audiovisual. Cada capítulo de Escándalo está disponible únicamente durante 48 horas, pasadas las cuales desaparece del catálogo. Por lo tanto, quien la noche del miércoles viese Atrapa un millón (o cualquier otro programa, serie o película) no lo tendrá fácil para descubrir la historia de Inés y su tormentosa relación con su esposo y su hija, y por qué se aferra al joven Hugo en un intento desesperado de seguir viviendo.
De esta manera, Mediaset demuestra que no cuida su ficción ni siquiera en su momento más delicado de audiencias. Sería crucial que Escándalo estuviese a mano del usuario de Mitele para que no se convierta en una de esas producciones que acaban despachándose en horario de late night y trasladándola a Cuatro, como sucedió con Madres. Amor y vida y Señoras del (h)AMPA.
[No, ‘Escándalo’ no normaliza la pederastia (como ‘La casa de papel’ no incitaba a los atracos)]
Es fácil entender que si Escándalo está disponible solo 48 horas: solo hay que ver los créditos de la serie para leer que es una producción de Mediaset en colaboración con Alea Media y Prime Video. Así la producción acabará viéndose en esta ventana más pronto que tarde, en detrimento del espectador de Mediaset. La empresa prefiere seguir vendiendo la explotación de sus series a plataformas de vídeo externas, descuidando la suya propia. La diferencia de Escándalo: relato de una obsesión con respecto a otras ficciones de la casa como El Pueblo o La que se avecina es que en esta ocasión sí se ha estrenado primero en abierto antes de pasar a Prime Video. Sin embargo, no por ello ha dejado de preferir una vía de ingresos segura con la venta en exclusiva de sus series a terceros que apostar por atrapar usuarios para su plataforma.