The Bachellorette: Para toda la vida tiene nueva casa televisiva. El dating show que presenta Jesús Vázquez ha emitido sus primeras entregas en el prime time del lunes en Telecinco, pero a partir de la semana que viene pasará a Cuatro, en la noche del miércoles. La razón para este movimiento es sencilla: el programa está siendo un fiasco en audiencias, con entregas que no llegan a los 600.000 espectadores ni al 6% de share, y la cadena principal de Mediaset no se puede permitir ese traspié. Sin embargo, de mantener el número de seguidores y la cuota de pantalla, el dato sería suficiente para Cuatro, que no anda en su mejor momento de audiencias precisamente.
De esta manera, Para toda la vida se suma a otros programas que empezaron a emitirse en Telecinco y que tras caer en audiencias fueron desplazados a Cuatro. Los hay para todos los gustos: concursos diarios como El Precio Justo y Alta Tensión, dating shows como Mujeres y hombres y viceversa, series españolas como Señoras del (h)AMPA, o internacionales como The Good Doctor. El caso de estas dos últimas es especialmente llamativo, pues cuando empezaron a emitirse fueron un éxito en audiencias, pero entonces Telecinco decidió aparcar sus emisiones para programarlas en momentos en los que necesitase mejorar sus datos, lo que provocó que el espectador perdiese interés.
Huelga decir que lo que no funciona en Telecinco no tiene muchas más papeletas para funcionar en Cuatro, que el pasado diciembre cerró como la sexta cadena más vista tras Antena 3, La 1, Telecinco, las autonómicas y laSexta. De hecho, es frecuente que se queden muchos espectadores por el camino cuando un espacio cambia de casa, y sobre todo, de horario, algo que también ha sucedido en muchas ocasiones. Y ese es uno de los principales problemas de la cadena, que ha quedado como una suerte de cementerio de animales donde van a morir los programas o series que no son suficientemente buenos para el escaparate de Telecinco.
A eso habría que sumarle el estreno, casi por la puerta de atrás, de algunas series que se anunciaron para Telecinco y que acabaron despachándose para Cuatro con poca ilusión, como Caronte o Los relojes del diablo. En el caso de la primera, hay que destacar que primero pudo verse en la plataforma Amazon Prime Video, y seis meses después, se ofreció en abierto. Estrategia comercial que Mediaset también llevó a cabo con la citada Señoras del (h)AMPA, o La que se avecina, de la que solo se ha visto un episodio de la última temporada en abierto en forma de preestreno especial en Telecinco.
Cuando nació Cuatro, hace ya casi 20 años, era una cadena con un sello propio. ‘Practica Cuatro’, nos decían una y otra vez en sus originales cortinillas, que promocionaban sus series y programas. Ofrecía una ventana novedosa, juvenil, marcada por el entretenimiento, con espacios con cierto punto de autor. Cuando Telecinco compró la cadena, Cuatro siguió teniendo su propia entidad, con los programas ‘tróspidos’ como principal reclamo. Ya saben, todos esos formatos para buscar el amor que estaban cargados de sentido del humor, como Granjero busca esposa, Quién quiere casarse con mi hijo o Quién quiere casarse con mi madre. Sin dejar a un lado los formatos de aventuras, como Pekín Express, o Expedición imposible.
[La necesidad de Cuatro de volver a apostar por los aclamados programas “tróspidos”]
Poco a poco todo se fue diluyendo, hasta el punto de que ahora mismo no sabemos qué caracteriza a Cuatro. Antena 3 es la cadena del entretenimiento, Telecinco la del corazón y los realities, laSexta destaca con sus coberturas informativas en directo, y La 1 mantiene una programación estable donde mezcla concursos, actualidad, los eventos y las series. Pero es complejo definir en estos momentos a Cuatro, porque no tiene un sello, algo que le haga único.
Tan solo First Dates se puede destacar como buque insignia de la cadena. El programa para buscar el amor que presenta Carlos Sobera se alza día a día como el espacio más visto de la cadena, pero solo funciona en su versión primigenia. Sus espacios derivados First Dates Café y First Dates Crucero no funcionaron, en el caso del segundo, con su segunda temporada, que naufragó.
Para que Cuatro vuelva a ser competitiva necesita encontrar un sello propio, y dejar de ser un complemento de Telecinco donde emitir debates de realities u ofrecer aquello que no le funciona a su hermana mayor. Habrá que ver si con la nueva era de Mediaset que está arrancando esto sucede.