El nombre de Boris Izaguirre va muy ligado al de la televisión. Fue a través de la pequeña pantalla como lo conocimos, gracias a programas como Moros y cristianos, La noche por delante y Más madera, y sobre todo, por Crónicas Marcianas. En el magacín nocturno de Xavier Sardá dio rienda suelta al showman que había dentro de sí, e hizo del bajarse los pantalones (o incluso de desnudarse) toda una seña de identidad.
Luego vendrían otros muchos programas como Chanel número 4, Lazos de sangre o Prodigios, entre tantos otros. En los últimos años también ha mostrado que es un gran concursante, y ha pasado por tres ediciones de MasterChef Celebrity, y este viernes debutará como participante de El Desafío. Además, desde este jueves le veremos en Pasapalabra como invitado, y permanecerá en el formato que presenta Roberto Leal hasta el próximo lunes.
Sin embargo, hay que hacer justicia y recordar que el primer trabajo de Boris Izaguirre en televisión fue detrás de las cámaras, como guionista. Él fue el cocreador de telenovelas venezolanas de gran calado como Rubí y La Dama de Rosa, que se emitieron en TVE y se convirtieron en un fenómeno de audiencias. Atraído por el éxito de estas ficciones en nuestro país, decidió trasladarse a Santiago de Compostela, y siguió trabajando como guionista en programas como Inocente, Inocente, o la serie El Súper, historias de todos los días, que fue la primera serie diaria de nuestra televisión.
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La pasión por la escritura de Boris Izaguirre no cesó a pesar de empezar a ser un colaborador o presentador imprescindible de los programas de todas las cadenas, pues ha trabajado o colaborado en Mediaset, Atresmedia y TVE.
En 1998 publica Azul petróleo, la primera novela que ve la luz en España (si bien su primer trabajo editorial fue El vuelo de los avestruces, en 1991). Luego vendrían Morir de glamour, Verdades alteradas, 1965, Fetiche, El armario secreto de Hitchcock y Villa Diamante. Esta novela fue finalista al Premio Planeta de 2007, y tratraba la vida de dos hermanas que habitaban en una casa en los trópicos. Y de repente fue ayer, Dos monstruos juntos, Un jardín al norte y Tiempo de tormentas fueron sus siguientes trabajos literarios.
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