Jorge Javier Vázquez no suele dejar indiferente a la audiencia con sus intervenciones en Telecinco criticando a algunos líderes políticos o algunas medidas sociales. De hecho, sus discursos sobre su ideología caracterizan al que es uno de los presentadores estrella de Mediaset España. Por ello, su última reflexión no ha dejado indiferente a sus seguidores.
El de Badalona ha aprovechado la reciente victoria de Argentina en el Mundial de Qatar de este año para criticar la posición de algunos medios de comunicación de nuestro país. El presentador ha recordado una de las conexiones que realizó Sálvame Naranja con un periodista argentino, que contaba cómo se estaba viviendo esta victoria en su país. "Nos habíamos convertido en adictos a las malas noticias", apuntaba el comunicador en referencia a la tensión política que existe en el país latinoamericano.
Una posición que ha querido recoger Vázquez en su último blog en Lecturas, asegurando que esto también ocurre en nuestro país. "No hay más que echar un vistazo a algunos de los principales periódicos de nuestro país, sintonizar algunos programas de radio o conectar con algunos espacios de televisión para certificar que, cuanto peor, mejor", apunta.
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"No existe noticia buena para ellos. No hay lugar para la esperanza, para una luz (por pequeña que sea) al final del túnel. Han hecho del catastrofismo su bandera y de ahí no los sacan porque nada es más fácil que tener a una audiencia abonada al miedo y al cabreo", continua.
Pero la parte más sorprendente de su texto llega cuando arremete contra Encarna Sánchez, famosa locutora de radio de nuestro país durante la década de los ochenta y noventa. "Esa era la filosofía de aquella maga del terror que era Encarna Sánchez: 'Oyente cabreado no cambia de canal'", apuntaba.
El discurso del presentador no se quedaba ahí: "Y la Sánchez hizo de su filosofía su particular y boyante negocio. Se quejaba de que el país iba como el culo mientras sus arcas se llenaban de millones y millones de pesetas impregnados de una mierda de ideología que repartía a oyentes ávidos de su ración de miseria cotidiana. Yo he decidido pasar de eso".
Afirma que luchará "por no convertirme en más idiota de lo que soy, pero no necesito a nadie que me explique que la vida iba en serio. Lo sé desde que tengo uso de razón, como cualquier hijo de vecino con dos dedos de frente, que somos la mayoría". Y sentencia su texto haciendo referencia a otro comunicador patrio: "Prefiero que me recuerden al oído esa frase de Jesús Quintero que dice: 'La vida puede ser hermosa si uno se empeña en que lo sea'".