Este año se han cumplido ya veinte desde que La 1 estrenara uno de los concursos más emblemáticos y recordados de la televisión en España, al menos de las últimas décadas. El rival más débil fue toda una sorpresa en la programación televisiva de principios de los 2000. Ya no en sí por su mecánica sino por la forma de presentarlo por parte de su presentadora, la auténtica artífice del éxito del mismo.
Basado en el británico The Weakest Link y emitido por la BBC Two, el formato fue vendido a numerosos países del mundo. Y, como ocurrió en nuestro país, su primera presentadora fue la más recordada, en este caso Anne Robison. Una famosa estrella de la televisión en Reino Unido que sigue triunfando en su país de origen. Presentando hasta hace poco otro de los concursos de más éxito de la cadena, Countdown.
Sin embargo, en el país anglosajón El rival más débil tuvo mucho más recorrido que en España, llegando a estar doce años en antena y con un fugaz regreso en 2017. Aquí tuvo varias caras femeninas al frente, pero sin duda la más recordada es la actriz Nuria González.
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La malagueña, famosa también por interpretar a mujeres con carácter en series como Manos a la obra o Los Serrano, imprimió su sello propio en las labores de presentación. Interpretando el papel de una presentadora borde que no tenía ningún tipo de contemplación a la hora de dirigirse y eliminar a los concursantes.
Hasta entonces, el papel de presentadores y presentadoras en nuestro país había sido otro. No era normal que, para conducir un programa de televisión, el o la profesional tuviera que fingir un papel. De hecho, tampoco ocurre en la televisión actual. Al contrario, se le pedía y se le pide amabilidad y naturalidad sobre todo en un formato como es el de los concursos donde los nervios de los concursantes, generalmente anónimos, están a flor de piel.
La marcha de Nuria González hizo caer su audiencia
El presentador actúa como ese 'amigo cómplice' que, tensiones a parte propias de los concursos, intenta que el participante esté tranquilo frente a la cámara. Nuria González era la anti presentadora. Y esa era la clave de El rival más débil. Su interpretada antipatía provocaba, incluso, la risa nerviosa de los concursantes y mantenía enganchado al espectador desde sus casas esperando escuchar la nueva bordería de la presentadora.
La mecánica era sencilla, pero adictiva. Se trataba de responder a ocho rondas de preguntas de cultura general sin que los demás concursantes te eliminaran. El precio máximo al que podía optar el ganador del programa era de 7.200 €, con un máximo de 800 € cada ronda, salvo en la última donde se duplicaba la cantidad. La secuencia de premios era de 10, 30, 60, 120, 200, 325,450, 600 y 800 euros. Sin embargo, nunca ningún concursante pudo llevarse los 7.200 euros del programa.
El rival más débil se emitía cada tarde de 19 a 20 horas en La 1 -antes de Gente- y consiguió hacerse un hueco entre tanta oferta de talk shows, el género de moda de la época. Llegando a alcanzar cuotas diarias de entre el 25% y el 30% de share. Sin embargo, tras una primera temporada, Nuria González abandonó el programa para unirse al reparto de la recordada y exitosa serie de Telecinco, Los Serrano.
Producido por Splenden's Ibérica, fue otra actriz, Karmele Aranburu, quién sustituyó a González en las tareas de presentación. La 1 continuaba apostando por el concurso, pero las audiencias decayeron a un 20%. Una merma de cinco puntos que continuaron bajando en sus últimas emisiones en la cadena pública donde llegó a no poder superar el umbral del 17% de cuota diaria.
Una progresiva pérdida de audiencia en poco más de un año donde también tuvo que ver los dos meses de ausencia de la parrilla, entre mayo y julio, con motivo de la inclusión obligada en TVE de espacios electorales durante la precampaña electoral de aquel año.
Finalmente, fue trasladado a las sobremesas de La 2 debido al número de entregas grabadas hasta su cancelación en 2003. En 2015, diferentes digitales afirmaron que Antena 3 había adquirido los derechos del programa, lo que no implica obligatoriamente que finalmente el programa tuviera que ver la luz. De hecho, se insinuaron nombres como Ana Milán o Risto Mejide como nuevos presentadores. Pero, finalmente, El rival más débil nunca volvió.
Salvando las distancias, el caso de este recordado y aplaudido concurso es similar al de otros como Ahora Caigo. Se trata de 'concursos de autor' donde la personalidad insustituible del presentador o presentadora es imprescindible para la continuación del mismo.
Veinte años sin un formato que pudo dar más de sí en España, pero que finalmente ninguna cadena ha rescatado. Y todo ello pese a su aún gran popularidad y recuerdo entre los espectadores.