Cuando Fiesta llegó a la parrilla de Telecinco, muchos daban por sentado que sería una continuación de Viva la vida, con la misma presentadora incluso, Emma García, solo que con otra productora. Lo que pocos se imaginaban es que, casi desde su inicio, el programa ha abierto sus contenidos hacia un mundo exotérico, en la que el poder de la mente y también el más allá se abriese paso semana a semana.
Empezaron con los videntes. El sábado 15 de octubre llevaron al plató a Daniel Usón, un joven que explicó que a los 19 años sufrió un accidente de tráfico, que estuvo clínicamente muerto, pero que consiguió volver a la vida. Y lo hizo con un don especial, que le permitía ver “personas físicas y personas espirituales”. En su presentación ya demostró sus supuestos dotes paranormales transmitiendo un mensaje a una mujer del público, haciendo anotaciones en una pizarra. “Gracias, mamá”, fueron sus palabras, que esa espectadora pareció saber interpretar. Según Daniel, él traslada mensajes para conseguir “una sanación espiritual, pero también de cuerpo, porque todo lo somatizas. El sufrimiento puede generarte una úlcera, un cáncer”. Nadie interrumpió sus palabras, y poco a poco, Daniel siguió visitando el programa, trasladando el discurso de personas que ya fallecieron a los invitados o al público del programa.
Así, por ejemplo, a Ana María Aldón le habló de dos varones y una mujer, que le invitaban a “sacar el cisne que llevas dentro. Que tu energía no es tolerar, sino de aguantar, y ese aguantar lo debes exteriorizar y sacarlo”. La que fuese pareja de Ortega Cano creyó identificar a su abuelo como una de esas presencias, pero no a las otras dos. Usón, además, le dijo a Gema Fernández que “un alma joven, de un niño, que te quiere decir ‘gracias, estoy bien’, porque piensas que con él te portaste mal”. La colaboradora se rompió, hablando por primera vez que quince años atrás sufrió un aborto. La propia Emma García se ha emocionado al recordar a su padre fallecido en otra ocasión que Daniel habló de una presencia protectora presente en el set de grabación.
[‘Viva la vida’ se convierte por una tarde en ‘Hipnotízame’]
No todo el mundo se toma bien los presuntos dones de este médium, conste: en la misma tarde que habló con Ana María Aldón y Gema Fernández, una espectadora salió huyendo del plató, quizá temiendo que la fuesen a sacar, como ya había sucedido en semanas anteriores.
Daniel hace ya unas semanas que no ha vuelto a Fiesta, pero el programa no por ello ha dejado de lado los contenidos que se escapan del raciocinio. Así, por ejemplo, el pasado fin de semana vimos a Ana María Aldón hipnotizada, reviviendo traumas de su niñez. La diseñadora andaluza rompió a llorar al recordar los malos tratos que vivió de manos de su padre, si bien, luego aseguraba no recordar nada. Luego, incluso, fue hipnotizada en directo.
A cargo de la sesión de hipnosis se encontraba el mentalista Jorge Astyaro, alguien que conoce muy bien la televisión. Y es que se da la casualidad de que este showman de origen mexicano, que en su web también se publicita como mago, fue el ganador de El castillo de las mentes prodigiosas, el reality show de adivinadores, brujos y similares que emitió Antena 3 en el año 2004, y en el que también participaron Leevon Kennedy, Paco Porras o La Bruja Lola, y que contó con Aramís Fuster y el padre Apeles como miembros del jurado.
Ese último fin de semana, además, Fiesta dedicó gran parte de su contenido a los amarres de amor, un trabajo de brujería que permitiría dominar la voluntad de otra persona. Todo comenzó con la separación de Jéssica Bueno y Jota Peleteiro, y de cómo Miriam, la nueva novia del futbolista, le habría realizado un amarre.
El programa aseguró haber encontrado una caja enterrada en una antigua casa de Miriam, y un hombre llamado David Trivín, experto en amarres, realizó una explicación de para qué servía cada cosa, adentrando al espectador en este tipo de supuesta brujería. Entre otras cosas, detalló que enterrar una cebolla simbolizaría las lágrimas para que la otra persona “sea tuya”. También se habló de orines, y de fluidos vaginales. Resulta realmente sorprendente la rapidez con la que el equipo de redactores habría podido encontrar un supuesto amarre de una chica que hasta hace quince días era una absoluta desconocida, tanto, que en las redes algunos espectadores consideraron que todo era un montaje, y que las cosas acababan de ser enterradas solo para poder hacer un poco de espectáculo. Para que siga la Fiesta más exotérica, probablemente.