Este jueves el programa Dúos increíbles escribía el punto final de su primera temporada, en una entrega en la que se batirían en duelo Miguel Poveda y Antonio José (llamados Soniquete), Ana Belén y Agoney (Romeo y su nieta) y Sole Giménez y Yoly Saa (Thelma y Loiuse). Y, como era fácil vaticinar, fueron la primera pareja la que se alzó como gran vencedora, al lograr la mayoría de los votos en esta última entrega. Consiguieron meterse al respetable en el bolsillo con una versión de ‘Sobreviviré’, el tema de Mónica Naranjo que adaptó al castellano ‘Fiume azzurro’ de la italiana Mina.
Desde la primera gala, Miguel Poveda y Antonio José hicieron un gran equipo. De todos los dúos que se formaron en el concurso ellos fueron de los pocos que tuvieron un amor a primera vista. No obstante, como reconocieron, se conocían anteriormente, y resultó toda una sorpresa reencontrarse en este programa de La 1 de TVE.
Semana a semana conseguían alzarse como ganadores de la noche, y su sello flamenco casi no ha tenido rival. En la gala de anoche, la amistad entre ambos quedó marcada para los restos cuando ambos se tatuaron la palabra Soniquete, que es como llamaron a su equipo para Dúos increíbles. Futuro Singular, Asociación Appanedis, Asociación de Autismo Teacense y la Asociación Abriendo Caminos son las ONG a las que destinaron el premio del concurso.
La última noche del programa fue muy especial para ellos, y Miguel Poveda lloró en varias ocasiones, sobre todo, al saberse ganador, y afirmó que nunca volverá a sentir lo que ha vivido en el concurso, y que con Antonio José se lleva un hermano. En segundo lugar quedaron Agoney y Ana Belén, quienes podrían considerarse los favoritos de las redes sociales, y si el público de casa hubiese tenido la opción de votar, puede que se hubiesen proclamado ganadores. La madrileña y el canario han dejado grandes versiones que ya son historia de la televisión. En tercer lugar quedaron Yoly Saa y Sole Giménez, quienes empezaron la competición sin hacer ‘match’, pero que acabaron por entenderse a la perfección sobre el escenario, apostando por los mensajes feministas.