Aunque el Mundial de Qatar haya dejado a Secretos de familia como la segunda opción del prime time de los domingos, eso no ha impedido que la ficción escrita por Sema Ergenekon sea un éxito de audiencias en la televisión española, recordando que el fenómeno de las telenovelas turcas parece estar lejos de agotarse. Sin embargo, a diferencia de anteriores producciones como Mujer o Mi hija, la serie protagonizada por Kaan Urgancioğlu y Pınar Deniz no solo marca una completa diferencia en su premisa, alejada de los enredos amorosos, sino que logra romper prejuicios acerca de lo que suponen las ficciones otomanas.
La trama de Secretos de familia comienza con la aparición del cuerpo de una chica en una maleta, la cual se encontraba abandonada en un contenedor de basura. Este macabro crimen unirá el destino de Ilgaz Kaya (Urgancioğlu), uno de los fiscales con mejor reputación de Estambul e hijo de uno de los inspectores de policía más condecorados de la ciudad, con el de Ceylin Erguvan (Deniz), una ambiciosa abogada cuyas dudosas prácticas le han granjeado problemas. Ambos tendrán que hacer equipo para hallar al culpable, especialmente después de que se descubra que el cadáver es el de Inci, la hermana pequeña de la letrada y principal sospechoso sea Çinar, el hermano pequeño del procurador.
Ya de primeras, su premisa distaba mucho de las telenovelas que han causado fenómeno en la televisión española, como Madre, Fatmägul o Inocentes. Es más, su historia, un thriller criminal, se aleja incluso de lo que son Tierra amarga y Hermanos, las otras dos series turcas que Antena 3 tiene en su parrilla. Pero la historia no se ha quedado solo ahí, puesto que, en sus diez primeros episodios, no ha surgido una trama amorosa entre los protagonistas que le haga emparentarse con el resto de telenovelas.
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Es ahí donde Secretos de familia rompe el prejuicio sobre lo que suponen las producciones turcas. Sí, han podido verse otras ficciones de la industria otomana que han demostrado que el país no solo produce culebrones, como Alef o Fatma, ambas también dentro del género thriller. Sin embargo, se trataban de producciones pensadas para la emisión en cable o en streaming, lo que se traduce en episodios de 40 minutos de duración y temporadas con muy pocos capítulos.
Todo lo opuesto es Secretos de familia, con una duración estándar de telenovela turca, entre 140 y 160 minutos, y temporadas muy amplias, su primera tanda consta de 34 episodios y la segunda, la cual comenzó a emitirse en su Turquía natal el pasado septiembre, lleva, de momento 12 capítulos y se estima que habrá más hasta primavera del año que viene. Con lo cual, en materia de producción, no se diferencia mucho del resto de telenovelas que se emiten en España. De hecho, la ficción sí que introduce otros elementos propios de estas producciones, con la inclusión de varios secundarios que logran estirar las tramas para, justamente, llegar a esos 140 o 160 minutos de duración.
Una telenovela que va más cercana a 'Bones' o 'Candice Renoir'
Es ahí donde se rompe el prejuicio, una telenovela puede trascender a lo que se espera de ella y no tiene por qué tener como principal premisa una historia romántica. En el caso de Secretos de familia, el hilo argumental más importante es la resolución del crimen de la hermana de Ceylin. Pero hay más. A pesar de que el equipo de guionistas liderado por Ergenekon hubiera podido estirar lo máximo posible el misterio alrededor de descubrir al asesino de Inci, la ficción lo destapó en los primeros episodios, ampliando las tramas hacia otros crímenes que estarán relacionados o tendrán que resolver Ilgaz y Ceylin.
Eso, por supuesto, provoca que el público esté interesado en saber cómo se resolverán los nuevos misterios que vayan saliendo a lo largo de la temporada. Toda una hazaña, teniendo en cuenta la extrema duración de cada episodio. A ello se suma que, a pesar de que, de momento, no hay una historia de amor, los guionistas han ido gestando poco a poco la química entre sus dos protagonistas. Esto, una vez más, la diferencia del resto de sus series hermanas, ya que la chispa del amor no ha sido inmediata. Ni siquiera la atracción entre ambos sigue la línea de las telenovelas turcas, acercándose más al estilo de ‘shippeo’ propio de los protagonistas de las series policíacas procedimentales, como Bones, Castle, Candice Renoir o ACI: Alta Capacidad Intelectual.
Aún es pronto para confirmarlo, pero parece que Secretos de familia y su éxito han logrado romper los prejuicios acerca de las telenovelas, siguiendo el camino que ya marcaron Amor de contrabando o Infiel, demostrando que puede ser un formato con el que se pueden probar cosas nuevas y que no tiene por qué ser sota, caballo y rey. Sí, no quita que la mayor parte de las producciones otomanas sean todo lo opuesto pero son excepciones como esta las que tiene que destacarse.