Es historia viva de la televisión en nuestro país. Todo un referente entre los periodistas de crónica social. Y, cómo no, una de las imágenes más asociadas a Telecinco desde hace décadas. Lydia Lozano se ha convertido -y también han ayudado sus detractores a que así sea- en la colaboradora más querida de Sálvame y de Telecinco entera. De hecho, ya ganó este título hace años en una votación popular en el mismo programa.
Pero el distintivo va más allá: Lydia Lozano es, probablemente, también una de las colaboradoras más queridas de la televisión. La palmera se ha granjeado una carrera de muchos años frente a las cámaras desde que con 36 soltara el trípode de paparazi y fuera una de las elegidas para sentarse al lado del mítico Jesús Mariñas en Tómbola.
El programa, que en realidad ha sido el precursor en la manera de tratar el corazón que hoy día lleva a cabo Sálvame, se estrenó en 1997 y terminó en 2004. Fueron siete años de éxitos y polémicas que convirtieron a sus colaboradores en los periodistas del corazón más famosos de la pequeña pantalla, entre ellos Lydia Lozano.
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Pese a empezar en Radio Nacional de España, y pasar por Cope y por la desaparecida Antena 3 Radio, Lydia Lozano probó a finales de los 90 la televisión para no marcharse de ella nunca más. Prácticamente 25 años entrando en los hogares de los españoles, ya sea en formatos de prime time o en programas diarios, que la han convertido en uno de los rostros más populares a la par que queridos por la audiencia. Un rostro que, no como otros, provoca más simpatías que rechazos y al que, pese a sus errores y tropiezos, se le ha perdonado absolutamente todo.
1. Un rostro de siempre
Lydia Lozano es un rostro ya icónico de la pequeña pantalla. Ha pasado por multitud de programas de televisión de Antena 3, algunas autonómicas y, sobre todo, Telecinco como De buena mañana, A tu lado, Salsa Rosa, TNT, Hormigas blancas, El ventilador, La Noria, Abre los ojos… y mira, Sálvame y su edición Deluxe, entre otros muchos. Lo que le ha convertido en un rostro habitual ligado a la televisión de los 2000 e igualmente reconocible por generaciones de mayores, público de mediana edad y las nuevas generaciones de telespectadores.
2. El blanco de todas las críticas
Cierto es que en Sálvame hay colaboradores que ayudan a que Lidia sea muy querida entre el público. Los ataques, a veces demasiado agresivos verbalmente de Kiko Matamoros o Rafa Mora e, incluso las trifulcas con Laura Fa o con la desaparecida Mila Ximénez, han hecho que el público empatice con ella. Lydia es de lágrima fácil y su aspecto 'angelical' han remado también a su favor. El público empatiza con el sufrimiento de Lydia como con ningún otro colaborador de Sálvame.
3. Muchas historias que contar
Una carrera de treinta años como periodista dan para mucho. Lydia Lozano puede presumir de haber vivido la época dorada del corazón, la de las fiestas de la jet set marbellí y ser amiga de los famosos más top de la noche madrileña, lo que hacen de ella una enciclopedia con patas pese a que alguna vez la mete como con el caso Ylenia o la muerte de José María Manzanares. A Lydia, la audiencia todo se lo perdona.
4. La reina del chuminero
Chuck Berry creó el rock & roll, William Christopher Handy hizo lo propio con el blues y Lydia Lozano creó el chuminero. Eso es así. Y es que, ¿quién no conoce esta forma de baile inclasificable pero tremendamente pegadizo que inventó Lydia en las antípodas de Sálvame? El programa lo sabe y, de tanto en tanto, encienden los altavoces para que Lydia, en cero coma, regale a los espectadores una nueva sesión de su baile más icónico.
5. Colaboradora polifacética
No todos los periodistas sirven como colaboradores, ni todos los colaboradores sirven para hablar sobre todo tipo de contenidos, pero Lydia sí. Igual comentó en su día Confianza Ciega que, décadas más tarde repitió hablando del amor y la infidelidad en los debates de La Isla de las tentaciones. También fue una de las asiduas a los debates de Gran Hermano cuando éste era el programa más visto de Telecinco; ha cocinado con peluca incluida en La última cena; ha cantado en el Mediafest y se ha puesto seria al hablar de la docuserie Rocío, contar la verdad para seguir viva.
6. Las lágrimas de Lydia
Las lágrimas de Lydia son las lágrimas más famosas de España. No hay semana que no llore en el plato de Sálvame. Bien sea por algún tema personal o por el ataque de algún compañero. Una sensibilidad especial que la han acercado al corazón de muchos espectadores.
7. Una elegancia innata
Nada queda sobre aquella primera Lydia Lozano que aparecía en Tómbola con un look nada sofisticado y que fue puliendo durante los años de emisión del programa. Primero puso de moda las pasminas y, desde hace unos años, su cardado es ya todo un símbolo del estilo imperante entre las colaboradoras de Telecinco. Lydia Lozano posee una imagen impoluta y es, posiblemente, una de las más elegantes del programa lo cual a nivel estético es de agradecer.
8. La más participativa
Para que un programe funcione es imprescindible remar a favor de obra y Lydia es la primera en hacerlo. Igual se disfraza, que se marcha de plató, que entra sin maquillar, que se le va con rulos desde su casa… Y no hay programa que nazca al calor de Sálvame (Mediafest, La última cena…) en el que no participe.
9. Todo por el show
Al fin y al cabo, la televisión también tiene su parte de espectáculo y la entrega de Lydia Lozano a cada uno de los proyectos en los que participa es total. Y eso el público lo valora, aunque en ocasiones le cueste roturas y otros problemas de salud. Lydia Lozano se entrega en cada programa, tema y discusión y acertada o no, no pasa desapercibida en sus intervenciones.
10. No provoca animadversión
Si hay algo importante en televisión es no caer mal al público, porque al fin y al cabo este tiene el mando para cambiar de canal o no, o de expresar por redes sociales su desagradado con un colaborador u otro -aquí Rafa Mora tiene la medalla de oro-. Sin embargo, por todo lo anteriormente mencionado, Lydia es un personaje amable, cercano y que levanta simpatías entre el gran público. Un valor que Telecinco tiene en su parrilla y que, sin duda, debería cuidar más.