En la madrugada del pasado viernes, 25 de noviembre de 2022, se lio muy parda en una discoteca de Madrid, El Principito. Todo ocurrió a altas horas de la noche, cuando ya nadie, bien avanzado el cotarro, guarda la postura ni la compostura. Ni se sabe de ética ni de moral, de solteros o casados. ¡Viva el despendole!
Se celebraba la cena de Navidad de la productora Unicorn, la que se encarga de programas como Fiesta, Ya es mediodía y El programa de Ana Rosa, entre otros, y sabido es que las carga el diablo. Alcohol y mucha exaltación de la amistad, mala mezcla y poca broma. Todo eso, unido a la posible atracción sexual entre dos personas puede ser directamente letal.
Bueno, lo que pasó creo que no hay un español que no lo conozca, aunque sea de soslayo: Alba Carrillo y Jorge Pérez tontearon bastante y se besaron en un momento dado. No, en un momento dado, no: a tenor de la cantidad de vídeos que hay por ahí rulando de ellos se diría, más bien, que estuvieron toda la noche dale que te pego. Se atraen, se gustan, son jóvenes y guapos, y la noche se conoce que les confundió.
¿Que dónde está el escándalo aquí? En varios puntos. El principal: Jorge Pérez está casado, muy casado, y es padre de cuatro hijos junto a su mujer, Alicia. Matiz importante, capital diría yo, y sobre el que versa todo el asunto. Alba es soltera y, dentro de un orden, sí, puede hacer con su vida lo que le dé la gana. El problema que se le ha presentado, a priori, a la ex de Fonsi Nieto, y también de Feliciano López, es que ha venido la hemeroteca a ponerla un poco en su sitio.
Resulta que ella criticó hace años a esas mujeres que, ay, se meten en un matrimonio y lo destruyen. Ay. Claro está, como bien se ha defendido ella, se evoluciona y se cambia. No somos los mismos ahora en comparación a hace diez años, tampoco la sociedad. Tienes razón, Alba, pero hay matices. Muchos, creo. Aquí entra otra circunstancia a tener muy en cuenta: tú eres, eras -o ibas de- amiga de Jorge Pérez, de buena colega y confidente.
Vamos, que conocías de algo -o de mucho- a Jorge: no es que te toparas con él esa noche por primera vez. Creo que esto es importantísimo en el relato de esta historia. Él ha fallado a su mujer, a sí mismo y a vuestra amistad: tú, a ti misma y a la amistad que teníais. Que queda muy bien decir que aquí el compromiso sólo lo tenía él, que tú eres pájaro libre, que la libertad y blablablá, pero no: entre las personas hay códigos, hay líneas rojas, hay moral y ética. Respeto: en una palabra.
Y tú también lo has faltado y te lo has faltado, perdóname. Otro punto a valorar y debatir es el hecho de que se grabe a los tórtolos y, peor aún, decida emitirse en televisión. La discoteca es un lugar privado y nadie debe grabar. Entiendo el gran enfado de Ana Rosa Quintana, jefaza de Unicorn. "A mí como presidenta de la compañía no me gusta que se graben vídeos en una fiesta privada. No me gusta", ha asegurado.
Para añadir: "Los que lo han hecho que no lo vuelvan a hacer. No voy a preguntar nada, pero que no lo vuelvan a hacer más. Para la próxima fiesta que dejen los teléfonos fuera". Yo trabajo en Unicorn, tengo algo que ver en las fotos y dice eso mi jefa y abandono España y me cambio de identidad. Creo que han sido varios los compañeros que grabaron a la pareja. Bueno, compañeros por decir algo: para tener esos compañeros prefiero estar solo en el mundo.
En estos días, se ha abierto otra línea de hipótesis que mira, visto lo visto, yo ya no descarto nada: ¿y si todo esto se grabó con la intención de hacer audiencia? No estoy diciendo que los protagonistas supieran nada o participaran, no: ¿y si la productora vio el percal y aprovechó aquello para arañar share? Que Telecinco no está para tirar cohetes y la cadena anda bajo mínimos. Que cuando toca ser buitre... prefiero serlo a quedarme en paro. Sí, los únicos culpables son los malditos audímetros. ¡Menuda esclavitud!
Sólo diré que Fiesta, el programa de fin de semana de Emma García, el pionero en destapar la trama, hizo buenos datos el pasado domingo. También se han subido al carro AR, Sálvame, Ya es mediodía... ¡e incluso Cuatro al día, el espacio de Joaquín Prat! Aquí todos se favorecen de la desgracia mientras estalla la guerra, por lo que he leído, entre Alba y Jorge. Empezaron bien, respetándose y prevaleciendo el cariño entre ellos, pero ya.
¿Por qué hay tirantez entre los buenos amigos? Porque se ha dicho que esa noche en la discoteca no fue la única vez que ellos se veían en actitud relajada. Algo que han desmentido ambos. Alba, muy cabreada: "Lo que sucedió es lo que se ve en los vídeos. No hay besos más intensos ni encuentros fuera del trabajo. Es mentira y no lo voy a consentir. Voy a empezar a tomar medidas legales contra las personas que mienten sobre mi persona, voy a preservar el honor y la decencia de mi familia, que somos mi hijo y yo".
Sobre Jorge Pérez, Carrillo ha asegurado en las últimas horas: "Hay cosas que estoy escuchando de él que no me están gustando, pero me voy a mantener tranquila que es lo que corresponde. Somos amigos, pero vengo disgustada porque ha dicho cosas que son innecesarias y me cabreo". Está dolida porque, al parecer, Jorge habría comentado a compañeros que "poco menos que ella le llevó al huerto y le empujó a traicionar a su mujer".
Él dice que está harto, que se ha equivocado, que lo ha asumido, que ya ha pedido perdón, que tendrá que reconquistar a su mujer, que está destrozado. Que basta ya y que no va a volver a hablar de este tema... Eso sí, día sí día también interviene en televisión. Igual que Alba, igual que una camarera que lo vio todo. También ha intervenido en Sálvame el padre de Alicia. Sostiene que al buen hombre de Jorge le han tendido una trampa de tan bueno y noble y confiado como es. Y suma y sigue...
Mientras tanto, dato que subrayo en rojo, Alicia, la mujer de Jorge, está en silencio. Ha dicho que ya hablará cuando coja fuerzas. Me dice un compañero, del cual me fío a pies juntillas: "Digo yo, ¿no será que en 2023 llegan dos realities potentes y hay que crear contenido? Jorge, su mujer y Alba... ¿tú los verías en una casa?". No hay más que decir, señoría.