El día que se estrenó Dúos increíbles en TVE había que celebrar algo muy importante. La vuelta de la música en directo al prime time de la televisión, con estrellas jóvenes y veteranas uniendo sus voces, pero sin dejar de ser ellos mismos, mostrando su garra y su potencial. El problema fue que, desde ese primer día, la mecánica del programa ha sido demasiado confusa, y no ha permitido al espectador engancharse. Los datos de audiencias, de hecho, hablan por sí mismos, con el formato presentando un importante desgaste en audiencias jornada tras jornada.
En sus primeras noches, en lo que podríamos decir que eran sus audiciones, se jugaba con el misterio de quiénes serían los artistas seniors y quiénes los juniors, con voces distorsionadas, imágenes pixeladas… Pero en cuanto se hacía un primer ‘match’, las identidades quedaban desveladas, no ya para el público, sino para los propios cantantes.
Eso provocó escenas incómodas, como que Yoly Saa pareciese muy cabreada por tener que cantar con Sole Giménez, mientras que a la que fuese vocalista de Presuntos Implicados no le quedaba más que resignarse por el evidente rechazo. La razón: Yoly sabía ya que en el programa estaba Ana Belén, y quería unir su voz a la de ‘Derroche’ a toda costa.
A medida que avanzaba el espacio, resultaba complejo quedarse con la copla de cómo era la competición en sí, con dúos enfrentándose en votaciones sin ton ni son, con muchas rondas de votaciones. Y luego está la gala de anoche.
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Los dúos se convirtieron en cuartetos en una primera tanda. Un cuarteto (Ana Belén, Agoney, Víctor Manuel y Chema Rivas) resultó el ganador, y luego se pidió al público, a su vez, que eligiese al mejor dúo del que formaba el equipo para que pasase a su semifinal. Ana Belén y Agoney consiguieron el pase, mientras que Víctor Manuel y Chema se quedaban con la miel en los labios.
No quedó ahí la cosa: en un nuevo giro de acontecimientos, el público pudo votar a su cantante junior y a su cantante senior favorito de los descartados, y tendrían el honor de pasar a la semifinal. Los elegidos fueron Marta Soto y Diego Torres, y ahora forman un nuevo dúo, a estas alturas del programa, al finalizar el séptimo de los programas. Víctor Manuel y Chema, pese a ser de los mejores de la gala, acabaron expulsados, igual que La Cebolla y Francisco.
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Con todo esto, está resultando muy difícil meterse en el universo de la competición de Dúos increíbles. El programa tiene cosas muy interesantes, hay humor, música en directo, se dan pequeñas clases de cultura musical, pero su mecánica es su talón de Aquiles. No se entiende la competición, con normas y giros que parecen pura improvisación. Una auténtica pena. A pesar de ello, el formato es bueno, y ojalá se planteen una segunda edición en la que toda la mecánica quede mucho más simplificadas, que el espectador pueda cazar a la primera, y en la que no parezcan que se sacan ases de debajo de la manga.