Telecinco sigue tratando de hacer frente a la profunda crisis de audiencia que atraviesa desde hace un año. La cadena de Mediaset no para de sumar a su historial intentos fallidos de mejorar sus datos y acercarse a Antena 3, que este octubre ha cerrado 12 meses de liderazgo consecutivo.
Una de las estrategias a largo plazo que parece estar llevando Mediaset es la de moderar su línea editorial y dar un giro a la derecha para mostrarse como una cadena más conservadora. Por este motivo, la compañía está premiando a los perfiles que más encajan en esa imagen. El ejemplo más claro es el de la confianza que ha depositado en Unicorn Content, productora de El programa de Ana Rosa, que desde el pasado verano ha pasado a arrebatar a Cuarzo la franja de tarde del fin de semana.
Dentro de la productora de Xelo Montesinos se encuentran precisamente los rostros más conservadores de la cadena. La propia Ana Rosa Quintana ejerce a diario como azote del Gobierno desde su espacio matinal. Junto a ella, la copresentadora Patricia Pardo y tertulianos como Eduardo Inda o Javier Gállego también critican las medidas del gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos.
En ese mismo formato, Ana Terradillos fue otra de las presentadoras de Mediaset que representó la faceta más conservadora de la compañía. Su 'premio' tras sustituir a Ana Rosa durante su baja médica ha sido un contrato de larga duración y pasar a tener un programa propio, tomando el relevo a Joaquín Prat al frente de Cuatro al día.
Otro ejemplo reciente de este giro de timón es el de confiar en Risto Mejide, uno de sus rostros más polémicos, para presentar las Campanadas la próxima Nochevieja. El presentador de Todo es mentira se ha convertido en uno de los enemigos públicos de Unidas Podemos y, en concreto, de Pablo Iglesias. Además, no dará las uvas solo, sino que lo hará con el nuevo gran fichaje de su programa: Mariló Montero, cuya postura ideológica es de sobra conocida.
Iker Jiménez y Carmen Porter son dos figuras que también gozan de la confianza de Mediaset. Con la llegada de la pandemia de Covid-19, la cadena decidió premiar el discurso 'alternativo' del presentador de Cuarto Milenio otorgándole un altavoz con Horizonte, espacio que dio voz a teorías de la conspiración y a posturas alarmistas sobre la pandemia.
Más allá del coronavirus, Iker Jiménez y Carmen Porter han hallado rentabilidad en la polémica y parece que la cadena también ha mostrado interés en explotar esa faceta subversiva. De hecho, a Porter también le dieron la oportunidad de tener su propio formato con Futura, aunque acabó cancelándose por los discretos datos de audiencia.
Jorge Javier, el verso suelto
En medio de esta estrategia de 'derechización', Jorge Javier Vázquez parece ser el único baluarte progresista que resiste en los pasillos de Fuencarral. El presentador de Sálvame siempre ha expresado abiertamente su postura ideológica y sus preferencias políticas, incluso suena su nombre estos días como posible candidato del PSOE a la alcaldía de Madrid.
El de Badalona aprovecha habitualmente el altavoz de Sálvame para dar discursos animalistas, a favor del colectivo LGTBI o contra Ayuso y la ultraderecha. Pero, además, Jorge no ha dudado en cargar contra sus propios compañeros de cadena e incluso rostros de la competencia por sus diferencias políticas. Ana Rosa Quintana o Pablo Motos han sido 'víctimas' de la incontinencia verbal del presentador, que se ha convertido en el verso suelto de Telecinco.
"Este es un programa de rojos y maricones", espetó el catalán en su ya histórica bronca con Antonio Montero. Sin embargo, parece que la cadena de Mediaset no comparte esa visión y está dirigiéndose cada vez más a un público conservador, sector al que precisamente se dirige también su principal competidor, Antena 3.