Tamara Falcó se sentaba en la noche del pasado jueves en su puesto como colaboradora de 'la mesa de debate' de El Hormiguero. Un esperado momento, ya que la hija de Isabel Preysler aprovechó para contar los detalles de su separación con Íñigo Onieva.
En un primer momento, la 'influencer' asegura creer la versión del que fuera su prometido, el cual afirmaba que el vídeo que se había publicado donde besaba a otra mujer era del 2019, momento en el que todavía no estaban juntos. Pero fue cuando vio otros vídeos de ese mismo día de Onieva en el Festival, cuando comenzó a sospechar. "Mi madre me volvió a llamar y me dijo que había más vídeos. Ella estaba muy preocupada. Yo le dije que si no eran del 2019 la verdad iba a salir". "Tuve que volver a retratar a la persona con la que me iba a casar, porque no le conocía", comentaba.
Estas declaraciones eran recogidas por El programa de Ana Rosa, donde Joaquín Prat y algunos otros colaboradores han destacado que Tamara tiene todo el derecho "a contar su vida", algo que no ha convencido a Isabel Rábago que ha asegurado que "no es lo cristiano".
Además, la periodista afirma que las palabras vertidas en el plató de Antena 3 eran "desafiantes", sobre todo al decir que "hay mucho más" sobre Íñigo que por respeto no iba a desvelar. "Sigue haciendo declaraciones desde su estado de shock. A lo mejor Íñigo tiene algo que decir también", comentaba Rábago.
Pero su discurso no terminaba ahí, y la crítica hacia Falcó crecía por momentos. "Ayer creo que hubo frases que eran totalmente innecesarias, porque bastante tiene Íñigo Onieva con lidiar la que ha montado como para la otra le señale dando a entender un perfil que yo no sé qué quiso decir anoche". La periodista no dudaba el lanzarle un mensaje a la también chef: "Si tienes algo que decir a la prensa nos lo dices, pero no nos dejes a nosotros como malos".
"Puedes decir que has sido la más tonta de España por creerle, que te ha puesto los cuernos... Pero de ahí a decir: 'Hay muchas cosas peores' ¡Venga!", insistía la colaboradora de Telecinco. Mientras, sus compañeros no entendían su posición y apuntaban que simplemente había querido "dar a entender que podría haber más deslealtades".