Paz Padilla arranca este viernes 16 de septiembre una nueva etapa en el teatro con la llegada de su obra, El humor de mi vida, al Teatro Capitol Gran Vía de Madrid. La gaditana regresa a la capital para ofrecer al público este homenaje a su marido, fallecido hace dos años, una obra que ha presentado ante los medios en un acto que, sin embargo, no ha estado a la altura del cariño con el que la actriz trata este proyecto tan personal.
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Alrededor de una decena de medios fueron citados el pasado miércoles 14 de septiembre en el teatro donde se representará la obra. Allí acudió la propia protagonista junto al director, Pablo Barrera, y el encargado de la música, Juan Fernández de Valderrama.
Durante más de media hora, los tres implicados intercambiaron sensaciones con la prensa, contando anécdotas del trabajo entre bambalinas y lo duro que ha sido el proceso de creación de esta obra que, siendo ficción, parte de una pérdida y unos sentimientos reales.
Tras la presentación, los medios acreditados, entre los que se encontraba BLUPER, tendrían la oportunidad de charlar más distendidamente y en privado con Paz Padilla. Durante casi una hora, la cómica atendió sonriente y con su habitual exaltación del amor a dos medios escritos y a la cadena Telemadrid, mientras que otros cuatro medios y una agencia esperaban su turno para poder hablar con ella.
La situación se complicó cuando, mientras Paz seguía en una de esas entrevistas en el patio de butacas del teatro, la agencia encargada del acto comunicó a una de las periodistas que "como máximo" podría hablar tres minutos con la actriz, mientras que el resto de medios pendientes -que eran cuatro- no tendrían oportunidad de entrevistar a la gaditana tras más de una hora aguardando pacientemente.
La estupefacción se apoderó entonces del ambiente y, mientras Paz no ponía ningún tipo de impedimento a seguir atendiendo a la prensa, la agencia indicaba que debía desalojarse la sala y que no habría más entrevistas, invitando a los periodistas a enviar un cuestionario por escrito para que la presentadora pudiera responderlo.
"Tranquilos, que llegaréis", gritó Paz desde varias filas más allá, quizás viendo que la tensión comenzaba a ser palpable entre la prensa. Pero lo que desconocía la gaditana es que su predisposición serviría de poco, pues la agencia seguía insistiendo en que no había más tiempo ni solución posible ante el plantón a casi la mitad de los medios que acudieron a la presentación con una entrevista concertada.
Finalmente, los responsables del teatro rogaron que se desalojara la sala, por lo que los periodistas 'plantados' sólo pudieron salir resignados al hall. Pese a la insistencia en que no había opción posible para hablar con Paz, la sorpresa llegó de nuevo cuando la gaditana salió de la sala y no tuvo ningún problema en atender unos minutos a quienes aún esperaban una solución.
Así, con su habitual espontaneidad y buen humor, la actriz arregló un entuerto del que ni siquiera fue consciente con un corrillo en el que desveló que la próxima primavera comenzará a rodar la película de El humor de mi vida, además de estar ya inmersa en la escritura de su próximo libro.
Sobre su vuelta a Mediaset y sus futuros proyectos en la cadena, Paz se limita a dejar "que hablen los jefes", aunque confiesa que le gustaría hacer "un programa divertido y con humor".
Tras su traumática salida de Telecinco y su regreso forzado por una sentencia judicial, Paz asegura que mantiene contacto con muchos de sus compañeros, aunque prefiere mirar hacia el futuro: "Estoy en otra etapa de mi vida y en otro proceso. Yo no vuelvo atrás porque no tengo tiempo, solo avanzo y avanzo", sentencia.