El culebrón del verano ha llegado a su punto más álgido este domingo en Ya es verano. Después de semanas sin dirigirse la palabra, Ana María Aldón y José Ortega Cano han hablado esta tarde en el programa de Telecinco en una tensa charla con la presentadora Verónica Dulanto de intermediaria. 

Todo sucedía a mitad de la tarde cuando, aprovechando que su mujer acudía al programa como colaboradora y entrevistada, el torero pedía al programa entrar en directo para dar su opinión sobre lo que está sucediendo en su matrimonio durante las últimas semanas. 

"Me tienen que disculpar por entrar otra vez en la televisión. Para mí tampoco es de gusto tener que hablar continuamente pero, tratándose del tema que están hablando, me gustaría poner las cosas en un equilibrio. Ni nadie es muy bueno, ni nadie es muy mal. Todos somos regular. En el término medio está el que nos tenemos que llevar lo mejor posible. No hay otra solución. La familia de ella con la mía, la mía con la suya. Mi hija con la suya, la suya con la mía. Que no haya mal rollo porque la vida es muy corta y todo se acaba. Y no merece la pena que en una casa estemos cada uno por un lado", comenzaba diciendo el matador visiblemente nervioso.

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"Si ella dice que todo está bien, todo no está tan bien. No hay un diálogo entre ella y yo. No sé si es su culpa o no. Tengo muchos años, he pasado mucho a lo largo de mi vida y me gustaría estar lo más tranquilo posible y que no haya estos momentos. Cada uno luego saca su opinión. Desde ahora me gustaría que tomáramos conciencia, primero yo y después ella, de que arrastramos a una serie de niños pequeños, de niños más mayores, y que necesitamos la buena convivencia, un diálogo de palabra para que seamos una familia ordenada, no desordenada", continuaba hablando mientras Aldón escuchaba atenta.

"Me gustaría que pegáramos un giro todos de 180 grados, sin forzar a nadie. Si mi hija tiene un problema, trataré de evitarlo en el futuro. Y lo mismo digo de los demás, que pongamos todos de nuestra parte. La cosa se está saliendo de madre y no debemos seguir así. Debemos ser una familia y no hace falta que uno sea un ángel", concluía antes de que Dulanto se dirigiera a Aldón para que diera su opinión.

"Estoy muy de acuerdo con él. Tenemos un hijo y tiene que haber comunicación, que es lo que no hay. Que por lo menos que el niño vea una normalidad dentro de lo que está ocurriendo, lo cual es innegable", decía la nueva colaboradora de Ya es verano, a medio camino entre la frialdad y las lágrimas.

"Coincidimos en que nos falta esa comunicación. Por los dos lados. Tenemos a una joya, un niño muy especial y muy inteligente. Y estos días le he notado con una carita seria, que no es la de él. Tenemos que ponernos las pilas. Tenemos que templarnos", añadía Ortega Cano.

"Un matrimonio es cosa de dos"

Fue en ese momento cuando la presentadora dijo sentirse "un poco ridícula" al estar en medio de la conversación entre ambos cuando llevaban semanas sin hablarse. "Yo también me siento un poco ridícula. Un matrimonio es cosa de dos y en otras hay demasiada gente", dijo cortante Aldón.  

"Me gusta ver mi casa con gente", comentó por su parte el torero. "Me gusta estar con mi familia y con amigos. Y a ella también. Lo que pasa es que la cogemos en un momento en el que ve eso como algo negativo. Yo prefiero estar acompañado que no sólo.

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"Es extraño porque no se dirigen ustedes el uno al otro", volvió a insistir Dulanto. "Está hablando contigo, el teléfono es tuyo, habla tú", dijo de forma irónica Aldón antes de que la presentadora preguntara a su marido por qué se había mostrado tan enfadado está semana de manera pública.

"Me considero una persona noble y cualquier cosa me afecta fuerte. Lo que más siento y no me tranquiliza es estar en casa y como si no existiera, y digo en el sentido de los dos. Que tengamos ese silencio y que estemos aquí y no tengamos comunicación", comentó el matador.  

"Bueno, ya se ha encargado Paloma (Barrientos) de decir que no tenemos comunicación. Y Beatriz Cortázar y el círculo tuyo cercano", le cortó Aldón, visiblemente molesta. "Saben mucho de la vida, de la familia, del matrimonio. Y son muy buenas personas todos", comentó Ortega Cano. 

"A excepción de mí que soy una malvada. Me han puesto un vídeo donde sale Rosa Villacastín diciendo que soy malvada. Entonces entre unos y otros me siento una mala hierba", decía irónica Aldón. "A Rosa no le pega decirle esa palabra a nadie", comentaba su marido. 

"¿Enamorados?"

Tras esto, la colaboradora quiso preguntar directamente a su marido si le había pasado algo con las llaves de casa el pasado domingo, "que llamaste a tus hermanos, que estabas harto y no podías más. ¿Se te olvidó la llave?". "Es posible que no encontrara las llaves. Fue una cosa que me dio de pronto", contestó el matador.

Fue entonces cuando Dulanto preguntó al torero si seguía enamorado de su mujer. "Sigo enamorado de Ana María porque lo llevo dentro. En algún momento a lo mejor he podido tener algún pequeño desliz con alguna palabra o alguna cosa, pero creo que nos faltaba comunicación".

"¿Y tú, Ana María?", preguntaba la presentadora. "Si se lo tengo que decir, se lo digo en privado. Me alegro de que haya entrado con este tono porque no me gusta verte alterado ni gritando (...) Somos padres de un niño y nos tiene que ver lo mejor posible. Y que seamos dos tomando decisiones, no dieciocho. Que pases buena tarde".