Gloria Mohedano cobraba cinco euros en efectivo a los visitantes de Yerbabuena por hacerse fotos con ella
Una de las guías del tour de la finca de José Ortega Cano desvela que la hermana de Rocío Jurado pedía dinero en efectivo por las fotografías.
29 agosto, 2022 13:20El episodio 12 de En el nombre de Rocío aborda como tema principal la explotación de la finca Yerbabuena tras la muerte de Rocío Jurado y la posterior venta de la misma, así como la implicación de Gloria Mohedano, hermana de la artista, en la actividad económica que se instauró en la casa de José Ortega Cano con 'La más grande' como principal reclamo, llegando a cobrar por hacerse fotos con los visitantes de la finca.
Según cuenta Rocío Carrasco en la docuserie, la idea de explotar Yerbabuena con la imagen de Rocío Jurado fue de Gloria. "Para la gente era la finca de Rocío Jurado, el reclamo era ella", explica la hija de la cantante, que reconoce que la idea de su tía fue "muy buena".
Pese a que Yerbabuena comenzó explotándose como una finca para celebrar bodas, tras la muerte de Rocío Jurado pronto surgió la idea de realizar visitas guiadas con la artista como reclamo. Paola Jarén, una de las guías de aquellos recorridos, relata que la hermana de la Jurado y su marido fueron los encargados de organizar el tour. "Gloria nos dio la bienvenida, nos dijo que era la hermana de Rocío Jurado. Ellos tenían unos puntos marcados para las visitas", explica la extrabajadora, que relata cómo se construyó un recorrido plagado de fotografías, objetos personales, trajes y recuerdos de la cantante.
Al final de la visita, todos los asistentes tenían la oportunidad de hacerse una foto con Gloria Mohedano o con su marido, José Antonio Rodríguez, en un set preparado para la ocasión. "Te podías hacer la foto con Gloria o con José Antonio, yo me la hice con Gloria y me la firmó dedicándomela", desvela Paola Jarén, que muestra a la cámara la fotografía firmada y dedicada por Gloria: "Para Paola, mi recuerdo con mi cariño, Gloria Mohedano", reza el escrito.
Aquella fotografía no era un gesto de generosidad de Gloria y José Antonio con los visitantes, la mayoría seguidores acérrimos de Rocío Jurado. Y es que quienes quisieran llevarse la imagen a casa debían pagar cinco euros, los cuales sólo se podían abonar en efectivo, tal y como confirma la que fuera guía del tour.
[Rocío Carrasco desenmascara a su prima Chayo Mohedano: "No se ha portado bien conmigo"]
Pese a que los derechos de imagen de Rocío Jurado pertenecen a su heredera universal, Rocío Carrasco, esta nunca trató de paralizar aquella explotación de Yerbabuena: "Yo, una vez fallecida ella, nunca me he metido en nada de eso. Me podía haber metido, pero ya tenía yo suficiente", explica.
La venta de Yerbabuena
En julio de 2013, José Ortega Cano vende Yerbabuena y Rocío Carrasco se entera por los medios de comunicación tras varios meses de rumores. En aquel momento, la compradora de la finca contacta con Rocío para proponerle seguir explotando la ruta turística de Rocío Jurado. "Al final no vi que fuera algo que debiese hacer", sentencia.
Para Rocío, el motivo por el que el torero decidió vender su finca no era económico: "Se siente presionado, se siente en un ambiente que seguramente no le gustase. Empezaría a ver cosas que no le cuadraran", opina la hija de Rocío Jurado. "[José] llega a la conclusión de que lo mejor que puede hacer es quitarse de en medio y la forma que tiene de hacerlo es vendiendo la finca, porque él no iba a poder quitarse de encima a Gloria y a José Antonio si seguía teniendo la finca", añade.
[¿Por qué dejaron de hablarse Rocío Carrasco y Gloria Camila? La decisiva llamada de Ortega Cano]
Sobre las supuestas irregularidades que había en la actividad de Yerbabuena, Rocío asegura que no sabe si es cierto, pero agrega: "Sí creo saber que en alguna ocasión eso se ha usado en contra de José como condición a cosas".
Paloma García Pelayo va más allá y afirma que en la finca "había cosas que no se hacían bien". "Me consta por algunos testimonios de personas cercanas a la explotación, de gente que trabajó allí durante un tiempo. Son testimonios cruzados que coinciden: las cuentas no estaban claras, incluso había permisos importantes que no estaban bien cumplimentados", revela la periodista en la docuserie, que además asegura que "esa información la manejaban perfectamente Gloria Mohedano y su marido, José Antonio".