Un día más, Sálvame ha abordado las vacaciones simultáneas de Anabel Pantoja y Omar Sánchez con sus respectivas parejas en Ibiza. Rafa Mora desvelaba al principio del programa que tenía una información que demostraría que tanto la sobrina de Isabel Pantoja como su expareja son "dos mentirosos", una afirmación que enfadaría al grancanario y que acabó desembocando en una bronca en plató entre Miguel Frigenti y el extronista, quien ha vuelto a mostrar su peor cara.
Todo comenzaba cuando Frigenti informaba de que Omar le había enviado un mensaje para mostrarle su decepción con Rafa, con quien guardaba una buena relación. "Yo sé que tienes buena relación con Omar, pero yo te digo que después de esta tarde va a llegar a su fin por lo que vas a contar", informaba Miguel a su compañero.
El valenciano estallaba entonces contra su asta ahora amigo: "Yo he demostrado mi confidencialidad estos meses, no he dicho nada sobre esa separación ni he dicho nada malo sobre él, pero si le manda un mensaje a Miguel Frigenti, cuando tiene mi móvil, desconfiando de mí... Pues hombre, Omar, somos mayorcitos", espetaba.
"Le podía haber escrito a otro, pero encima escribirle a Miguel Frigenti que no es nadie", añadía Mora, indignando a su compañero. "¿Qué has dicho, chulo de la barraca?", le recriminaba.
"No eres relevante en esta historia. Yo estoy cerca del tema, Miguel, como cuando tú hablas de los drag queens o de Torremolinos. En este tema eres un pelele, no estás a la altura", respondía el extronista, echando más leña al fuego.
Pasando por alto el comentario con claros tintes homófobos del valenciano, Gema López intervenía para afear el insulto empleado por el colaborador. "Entonces tú has hecho el pelele aquí un montón de años con un montón de temas y nadie te lo ha dicho, compórtate también un poco".
Frigenti, por su parte, contraatacaba así: "Eres un machirulo y un maleducado, ya quisieras tú tener la categoría que tengo yo, chulo de la barraca".
Lejos de calmarse la tensión, Rafa y Frigenti estarían toda la tarde dedicándose pullas, mientras que Kiko Matamoros no dudaba en echar un cable a su esbirro con comentarios y burlas para conseguir que el periodista estallara contra ellos.