El noveno capítulo de En el nombre de Rocío, que está disponible desde este viernes 12 de agosto en Mitele PLUS, aborda los últimos meses de vida de Rocío Jurado, su último ingreso en Houston y su vuelta a España pocas semanas antes de morir. Bajo el título 'Ella no quería irse', Rocío Carrasco recuerda con dolor aquel momento en que la vida de la artista se apagaba y, además, desvela cómo parte de su familia se mostró interesada en la herencia de 'La más grande' incluso antes de que su corazón dejase de latir.
"En la última etapa de Houston, creo que toda esa esperanza que tenía con el Rocío siempre, esa agarrada que ella tuvo a la creencia de que podía salir, en esa última estancia en Houston se le desmorona", explica la hija de la cantante. "En esa etapa tuvo muchas complicaciones, un día se moría y otro no. Era muy duro porque no sabías lo que te deparaba el día siguiente", añade.
La Jurado, consciente de que sus esperanzas se esfumaban, quiso volver a España. "No se quería morir fuera de su casa", narra entre lágrimas la protagonista de la docuserie. Pero, antes de ese regreso, Rocío Carrasco vivió otro desagradable episodio en la ciudad texana con su tío José Antonio, marido de Gloria Mohedano.
[La tremenda acusación de Ortega Cano a Rocío Carrasco que hizo estallar a Fidel Albiac]
Según relata Rocío, la familia "le hacía el vacío" a José Ortega Cano y ella intentaba "no contribuir a eso". A pesar de ello, eran inevitables los encontronazos. Tras tener una de esas discusiones "por un tema médico" de Rocío Jurado, Ortega Cano se fue de la habitación "diciendo algunas cosas en voz alta" y Rocío sale tras él. En la sala contigua estaba José Antonio, que le pidió a su sobrina política que se acercara.
"Veo que tiene una carpeta en la mano y me dice 'tú no te vayas a preocupar, que si este se pone tonto...'", afirma Rocío que le dijo el marido de Gloria. "En esa carpeta había facturas y pagos que ella [Rocío Jurado] había hecho en Hierbabuena", aclara.
Tras ese gesto, José Antonio le dijo a Rocío Carrasco una frase que la descolocó por completo. "Yo todo esto lo tengo claro, a mí lo único que me preocupa es lo que no aparece en el testamento". La hija de la artista asegura que su tío le mencionó "los abrigos de piel, las joyas y las casas de Miami". "No entendía por qué me estaba diciendo estas cosas estando mi madre aún viva", lamenta Rocío, que desvela que esa fue la primera vez que escuchó la palabra "testamento" durante la enfermedad de su madre.
En ese momento, Fidel Albiac intervino para afear la conducta del cuñado de Rocío Jurado. "José Antonio, ¿a ti te parece normal que te pongas a hablar de esto con la niña estando su madre como está?", exclamó el yerno de la artista.
[Rocío Carrasco desvela por qué su tío Juan llamaba "Cecilia" a José Ortega Cano]
Tras conocer este episodio, la directora de la docuserie, Anaís Peces, destaca el hecho de que José Antonio preguntó por las casas de Miami pocos días antes de que Rocío Flores hiciera lo mismo.
El comentario de Gloria
La conversación con José Antonio no fue el único momento desagradable que Rocío Carrasco tuvo que soportar en aquella época. Según relata en la docuserie, una vez que Rocío Jurado falleció y fue enterrada en Chipiona, toda la familia volvió a Madrid. "El cuartel general era la casa de La Moraleja", explica.
"Entré en la casa y se me vino el mundo abajo. De repente veía su casa sin ella, estaba llena y yo la veía vacía", lamenta. Roció fue entonces al salón y se sentó en un sofá. A continuación, su tía Gloria entró en la sala y se sentó a su lado. Le dio un beso y un abrazo e hizo un sorprendente comentario: "Lo que a mí sí me gustaría para mi casa es ese mueble", asegura Rocío que dijo su tía.
"Me levanté y le dije 'bueno, tita, ya hablamos'. Fui a la cocina y le dije a Fidel 'gordo, nos vamos' y me fui", sentencia Rocío.