Vía libre para que las televisiones puedan contraprogramar y apuesten por anuncios sin límite

Los ciudadanos españoles ya no tendrán el derecho a conocer la programación de las cadenas de televisión con una antelación suficiente de al menos tres días, después de la entrada en vigor este sábado de la nueva y polémica Ley General de Comunicación Audiovisual.

Como ya advertimos en enero de 2021 desde estas mismas páginas, el anteproyecto de ley no recogía este derecho que sí estaba en la anterior ley de 2010. "La programación sólo podrá ser alterada por sucesos ajenos a la voluntad del prestador del servicio audiovisual o por acontecimientos sobrevenidos de interés informativo o de la programación en directo", decía aquella ley. 

Según la CNMC, la explicación a esta variación en la nueva ley la encontramos en la irrupción y consolidación de nuevos agentes en la industria, es decir, la plataformas de streaming. Esto requeriría un marco jurídico actualizado que permitiese lograr un equilibrio entre unos y otros operadores. De esta manera se ha optado por no introducir ninguna norma respecto a lo que se refiere a programación.

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De esta manera, tanto Mediaset España como Atresmedia podrán cambiar su programación sin avisar a las autoridades competentes y no tendrán que enfrentarse a ningún tipo de sanción por parte de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia, como así sucedía hasta ahora. 

Tampoco tendrá que recurrir a astucias como las que hasta ahora usaban como aprovechar resquicios legales para contraprogramar, como ya denunciamos en BLUPER. En concreto, al no estar especificado en la ley la obligación a aclarar la duración de los programas, las cadenas programaban el resumen de una serie o el avance de una película para después poder convertirlo en un capítulo o una cinta completa. 

El Velvetazo

Belén Rueda y Paula Echevarría.

Esta estrategia se utilizó por primera vez en febrero de 2014. Entonces, después de años viendo como Telecinco contraprogramaba sus productos, por ejemplo con el mítico serranazo, Antena 3 decidió llevar a cabo una nueva jugada para estrenar Velvet.

Telecinco había anunciado dos semanas antes mediante una nota de prensa que estrenaría B&B: De boca en boca el lunes 17 de febrero. Un movimiento algo inusual en el sector ya que mostraba sus cartas al rival. Sin embargo, según la cadena, se debía a su interés por fijar una cita con el espectador, a la vez que se aseguraban una promoción efectiva.

Sin embargo, después de que Antena 3 mostrara interés en 'atacarles' con el estreno de Velvet ese mismo lunes, los directivos de Mediaset España reconocieron que "podríamos revisar nuestra programación".

En este contexto, Antena 3 sacó a la luz su parrilla del lunes, anunciando un “adelanto” de Velvet que duraría de las 22:25 horas a las 22:40 horas, dando paso a un nuevo capítulo de El corazón del océano que se desarrollaría hasta las 00:15 horas.

Finalmente, Antena 3 cambió sus planes anunciados y estrenó el primer capítulo de Velvet a las 22:30 horas, mientras que de El corazón del océano sólo emitió el capítulo repetido de la semana anterior. La jugada le salió redonda y Velvet arrolló a B&b con más de diez puntos de ventaja (24,6% vs. 14%). Sin embargo, había descubierto una nueva estrategia. 

Multas rídiculas

La última de estas multas por contropramación, no obstante, se puso hace ya bastante tiempo. Yes que, que durante los últimos tiempos, en vista de que los posibles procesos sancionadores pudieran llegar una vez se haya aprobado la nueva ley, los sancionados iban a tener más fácil llevar a cabo alegaciones que tumbaran esas multas.

En concreto, la última sanción la recibió Mediaset España a principios de 2021 por haber modificado la programación que había mandado al Ministerio de Industria para alargar el 13 de mayo de 2020 el programa Supervivientes hasta las 23:30 horas y así intentar eclipsar el estreno de Pasapalabra en Antena 3. Apenas fueron 49.000 euros.

Tras aquello, el grupo dirigido por Paolo Vasile no ha tenido inconveniente en contraprogramar en varias ocasiones. De hecho, en esas mismas fechas no dudó en modificar su programación sin avisar con los tres días de antelación hasta tres veces.

Pausas publicitarias sin límite

No será la única de las grandes novedades que traiga esta ley en lo que respecta a las televisiones. Hasta ahora, los prestadores del servicio de comunicación audiovisual televisiva podían emitir hasta doce minutos de mensajes publicitarios por hora de reloj, excluyéndose el patrocinio, el emplazamiento y las telepromociones.

Sin embargo, esta nueva ley se han creado unos nuevos límities cuantitativos: máximo de ciento cuarenta y cuatro minutos entre las 6:00 y las 18:00 horas y máximo de setenta y dos minutos entre las 18:00 y las 24:00 horas.

Igualmente se excluyen autopromociones, patrocinios, emplazamientos, espacios de promoción a la cultura europea, anuncios de servicio público, espacios de televenta, sobreimpresiones y publicidad híbrida, interactiva o mediante televisión conectada.

Calificación por edades

En cuanto a la calificación por edades, esta nueva ley recoge que será "la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia la que firme un acuerdo de corregulación con los prestadores del servicio de comunicación audiovisual televisivo, lineal y a petición y con los prestadores del servicio de intercambio de vídeos a través de plataforma, garantizando la participación de las asociaciones de consumidores y usuarios y de las organizaciones representativas de los usuarios de los medios".

En la anterior ley sí que se recogía que se establecían "tres franjas horarias consideradas de protección reforzada, tomando como referencia el horario peninsular: entre las 8 y las 9 horas y entre las 17 y las 20 horas, en el caso de días laborables, y entre las 9 y las 12 horas sábados, domingos y fiestas de ámbito estatal. Los contenidos calificados como recomendados para mayores de 13 años deberán emitirse fuera de esas franjas horarias, manteniendo a lo largo de la emisión del programa que los incluye el indicativo visual de su calificación por edades". 

Mientras, en lo que respecta a plataformas de streaming, se exige que se establezcan y operen sistemas de verificación de edad para los usuarios respecto a los contenidos o facilitiar sistemas de control parental.

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