Una de las imágenes más espantosas que se recuerdan de la vida de Rocío Carrasco es cuando fue abucheada a la salida de la misa funeral de su padre en Madrid cuando iba agarrada del brazo de su pareja, Fidel Albiac.
"Me parece dantesco, me parece una situación vergonzosa, por parte de la prensa. Por parte de los que están ahí, me parece una situación increíble. También sé por qué están ahí", ha contado Carrasco en el cuarto capítulo de la docuserie 'En el nombre de Rocío', que se ha estrenado este viernes en Mitele PLUS.
"Tampoco me extraña, estaban ahí porque alguien se encargó de poner a cuatro o cinco alborotadores para que hicieran ese jaleo y llevaran a la gente a reaccionar de esa manera. Me vas a preguntar quien, pues todo viene del mismo sitio. Viene por parte de el ser", ha añadido la hija de Rocío Jurado apuntando a Antonio David.
Por otra parte, la colaboradora ocasional de Sálvame ha contado que Raquel Mosquera y Antonio David operaban juntos. "Emprenden acciones judiciales en mi contra de manera paralela. Todo se organiza y orquesta de una forma paralela. Estaban jugando los dos a hundir la flota cuando yo estaba en Houston con mi madre".
"Raquel Mosquera no está bien. Pero no está bien de nunca. Tiene un problema desde pequeña. Y este ser hace lo que sea, se acopla a lo que sea, manipula lo que sea para aquello que me pueda ocasionar mal. Y si es públicamente, mucho mejor. Y si de repente se encuentra una compañera para ejercer el vandalismo, la coge", añade.
En este capítulo, como ya hemos contado, Carrasco también desmonta con papeles las mentiras que ha ido contando a lo largo del tiempo Raquel Mosquera sobre el reparto de la herencia de Pedro Carrasco.
"Cuando estamos grabando Rocío, siempre, me entero de que tiene una relación nueva y de que se ha comprado un chalé con la intención de vivir con esta persona. Me entero que ella ya no está viviendo en el piso de Paseo de la Habana y me entero que lo ha alquilado por un precio mayor del que correspondía en cuota de usufructo", cuenta Rocío.
"Es entonces cuando le hago saber que debe abandonar el piso por haber incumplido la cláusula del acuerdo. Ella me demanda y lo que hago es hablar con los abogados y, para no llegar a pleitos porque no tenía fuerzas, le doy 24.000 euros. Es decir, el doble de lo que se valoró el usufructo de la vivienda", cuenta.