Si los televidentes son preguntados sobre Roberto Leal, la mayoría le reconocerán como uno de los presentadores más visibles de la pequeña pantalla. Pero el sevillano no siente solo pasión al ponerse delante de una cámara, sino también al crear y producir nuevos formatos televisivos.
No puede contener la ilusión al presentar Uno de tres millones, el nuevo programa de entrevistas con personajes excepcionales y muy conocidos que se emitirá en Telemadrid. Leal no forma parte del proyecto como presentador, sino que es productor ejecutivo, y es que el formato está respaldado por Blondloyal Producciones, la productora del periodista que suma más de tres años de vida.
Uno de tres millones refleja la historia de la llegada a Madrid de algunos rostros muy conocidos de nuestro país, como Concha Velasco, Boris Izaguirre o el propio Roberto Leal, que no ha dudado en contarles a los espectadores cómo fue su experiencia al llegar a la capital. Historias de vida llenas de emoción y anécdotas contadas en primera persona y escuchadas por el presentador, Jota Abril. BLUPER conversa con el periodista para descubrir su nueva faceta como productor y sobre su carrera en la pequeña pantalla.
Eres el productor ejecutivo de Uno de tres millones, ¿por qué hacerse productor cuando tienes la vida 'resuelta' como presentador?
Es el segundo programa como productor, ya hicimos Escala Sur en Canal Sur que también lo producimos nosotros desde Blondloyal, una idea de Sara Rubio y mía, y ese sí que lo presenté yo. Fue un programa de entrevistas en directo para el prime time de Canal Sur. Este es el segundo, el aterrizaje en Telemadrid. Es algo que me apasiona también, crear formatos y vivir la experiencia detrás de las cámaras. Es algo que nos gusta, crear una idea, defenderla y llevarla a la pantalla. Al final llevo más de veinte años en la televisión y he pasado por muchos formatos, y hay veces que piensas que te gustaría darle la vuelta a algunas cosas o poner cosas nuevas a ver si funcionan. De esa curiosidad nace la idea de crear una productora hace más de tres años.
¿Cómo fue el proceso de creación del programa?
Al final, cuando piensas en crear un programa, lo primero en lo que te fijas es en la programación que tiene Telemadrid. Y nos dimos cuenta, sobre todo tirando de mi propia experiencia, que casi la mitad, un 44 %, un 45% de las personas que vivimos en Madrid, no somos de Madrid, pero hemos venido aquí por distintas razones o motivaciones. Una ciudad que nos ha acogido y con los brazos abiertos, nos ha dado oportunidades laborales o, en mi caso, todo eso y además dos hijos que son de Madrid. Era un poco contar esas otras historias de madrileños que no hemos nacido aquí, pero que ya hemos hecho de esa ciudad también parte de nuestras vidas. Son rostros conocidos, que la gente conoce perfectamente a lo que se dedican, pero a lo mejor no saben por qué vinieron a Madrid y sobre todo no saben cuál es su Madrid.
Elegiste personalmente a Jota Abril como presentador, ¿por qué?
Le conozco desde hace ya mucho tiempo. Tuve la suerte de conocerle en Televisión Española cuando él estaba de colaborador en La mañana de La 1. Ahí es donde le conocí personalmente, aunque ya sabía que presentó Buenos días, Madrid y que había presentado incluso las campanadas. Yo ya le tenía en el foco porque sabía que era, al igual que yo, un andaluz que había aterrizado en Madrid hace mucho tiempo, más que yo incluso. Cuando le conocí personalmente, me di cuenta de que teníamos muchas cosas en común. Su cercanía, es una persona amable y era un poco el perfil que estábamos buscando para este programa de Telemadrid. Alguien que fuese Uno de tres millones, que no fuese madrileño, y que fuese una persona que, más que entrevista, sea una conversación, una charla. Nosotros no queremos que sea preguntas y respuestas, sino que el invitado cuando se siente con Jota le cuente su vida, pero literal.
[Roberto Leal: "En Antena 3 no hay peleas de gallos, somos muñecos al frente de programas"]
Para ti, ¿cuáles son los ingredientes que tiene que tener un buen presentador?
Lo que mucha gente valora es sentirse representado con lo que un presentador sea, que no haya una distancia entre el presentador y el público que te ve. Si tienes que llorar, llora, si te reír, te ríes, y creo que no hay que tener miedo a esconder las emociones, al final no dejas de ser un trabajador que eligió en su día ser periodista. El foco hay que ponerlo en que no deja de ser un trabajo, en el que tienes que ser un profesional. No deja de ser un oficio apasionante, pero no te convierte en un 'ser especial' presentar un programa.
Presentas Pasapalabra, uno de los programas más vistos de la televisión, ¿sientes responsabilidad?
Soy el presentador y obviamente está presente, porque la audiencia está ahí. Afortunadamente el programa está yendo bien y no me levanto con la preocupación de mirar estrictamente el dato, pero tampoco me relajo. Pero en Pasapalabra, afortunadamente, he estado muy contento por el dato, me gusta estar pendiente de la audiencia y ver que podemos seguir funcionando.
¿Participarías en Pasapalabra, en El desafío o en OT?
(Risas) Me gusta participar, que el propio presentador participe, es divertido y que rompas el concepto de: ‘No, no perdona, que soy presentador y no concursante’. Creo que perfectamente podría concursar en un programa como El Desafío. En Pasapalabra no podría hacer un rosco porque no me llevaría el bote en mi vida. Y en Operación Triunfo, mi voz no da para ganarme la vida cantando.
Presentaste el talent musical en su vuelta en 2017, pero este año hemos conocido que no se renovará en TVE. ¿Te gustaría volver a conducir el programa si vuelve a la televisión?
Si volviese a Antena 3 sí podría presentarlo. No sé qué va a pasar, eso es decisión de la cadena. OT fue muy importante dentro de mi carrera y es un programa que a priori voy a querer siempre y lo voy a tener siempre en mi corazón.
Eres presentador de entretenimiento, pero ¿echas de menos la información pura y dura?
Llevo dedicándome al entretenimiento realmente desde el año 2017, el resto he estado pegado a la actualidad porque yo estudié periodismo. A día de hoy sigo pegado completamente a la actualidad y soy consciente de todo lo que pasa a mi alrededor. El hecho de presentar un programa de entretenimiento no te distancia de la actualidad. El estar informado de todo lo que ocurre a tu alrededor es muy interesante y creo que incluso es sanador. Una persona que se pone delante de una cámara, al igual que los que están detrás, tiene que estar informada y preocupada por todo lo que les rodea.
Para triunfar en televisión, además de talento, ¿crees que es importante el factor suerte?
El talento está claro que tienes que tenerlo, pero para demostrar ese talento te tienen que dar la oportunidad, y esta muchas veces pasa por tener más o menos suerte. Está claro, la suerte juega un factor importante en las carreras de muchos de nosotros, los profesionales. Tengo compañeros con muchísimo talento que hoy en día no han tenido una buena oportunidad para demostrarlo. Ojalá tengan la suerte y la oportunidad de que alguien le señale con el dedo, y que luego encima tengan la suerte de que ese proyecto salga bien.
Me gustaría hablar sobre el acento en televisión, ¿cómo has visto la evolución de tener que disimularlo a mostrarlo con orgullo?
Es un debate que está ahí, pero que cada vez es más antiguo. Creo que hoy en día nadie se ve obligado a ocultar su acento y creo que si lo hace se está equivocando. Otra cosa es que lo adaptes según en qué momento o según qué formato porque tengas específicamente que hacerlo. Pero siempre he defendido que quitarte tu acento es tratar de borrarlo, a no ser que sea por alguna buena razón, como algún actor para un papel. Creo que es una equivocación, porque dejas de ser tú mismo y te pareces mucho a otro que ya habla como tú. Pierde un poco esa marca personal, ese origen, esa tierra que es lo que te diferencia de otras personas que se dedican a lo mismo que tú. Y creo que al final no tiene que ser ningún complejo hablar a tu manera de la cámara. Pero creo que a día de hoy realmente eso cada vez existe menos.
Comenzaste tu andadura por la televisión hace más de 20 años, ¿qué sientes al echar la vista atrás?
Estudié lo que quería y he tenido la suerte de rodearme de gente maravillosa, de equipos que me han ayudado mucho. Tú puedes poner tu granito de arena, pero esto es un trabajo tan coral, tan conjunto... Cuando miro atrás, todavía me acuerdo de mis inicios, cuando empecé en la radio local de mi pueblo, en el periódico. Creo que no perder el norte y saber de dónde vienes te hace estar con los pies en el suelo y saber que también esto pasará. Pero el día en el que no sea así, hay que estar preparado y orgulloso de lo que has vivido.
¿Alguna vez te has arrepentido de trabajar en televisión?
No, jamás, arrepentirme no, lo tengo claro. Cuando era más joven, quería ser dibujante o astronauta, como todos. Pero una vez que elegí lo que quería hacer, que era ser periodista, para nada, al contrario. Me emociona y me hace mucha ilusión cuando hay gente mucho más joven que me pregunta por mi carrera, y veo cómo van creciendo. Me veo muy representado en esa gente que iba llamando puerta por puerta para que le dieran una oportunidad.
¿Cómo ves el futuro?
Estoy feliz, muy contento. Desde que volví también a Antena 3; Pasapalabra está yendo muy bien, El desafío para mí es un programa que ha funcionado y que está gustando. Y luego con la familia, a día de hoy todos con buena salud, que es lo más importante. No tengo grandes aspiraciones, en lo que puedan confiar a mí, adelante.