8 de junio de 2022. En la plaza de Callao de Madrid todo está preparado para el estreno de Sin Límites, una miniserie de seis capítulos sobre la primera vuelta al mundo de Elcano y Magallanes. Sin embargo, algo le diferencia de otros estrenos ya que los asistentes al evento rápidamente se dan cuenta de que el despliegue policial en la zona no es nada habitual. Minutos después encuentran la explicación: el rey Felipe VI es uno de los asistentes de honor.
En un momento único y poco habitual, el monarca posa junto a los protagonistas de la serie, Álvaro Morte y Rodrigo Sontoro, autoridades como la ministra de Defensa, Margarita Robles; el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida; o el almirante jefe del Estado Mayor de la Armada, Antonio Martorell; y el responsable de Contenidos de Prime Video España, Ricardo Cabornero. Sin embargo, ni rastro del presidente de RTVE, José Manuel Pérez Tornero, a pesar de que la Corporación es una de las principales responsables de la ficción.
Se hacía así realidad algo de lo que ya advertimos en BLUPER meses antes: la marca de RTVE terminaría quedando sepultada por la de Amazon Prime Video en este gran proyecto de 20 millones de euros. De hecho, sólo había que mirar al photocall para comprobar que el logo de la Corporación ni estaba ni se le esperaba. Y es que, cuando La 1 estrene esta serie, ¿cómo va poder superar al estreno al que asiste un rey?
[¿Nadie va a frenar que RTVE esté borrando su marca de una serie de 20 millones de euros?]
Sin embargo, es algo que no es la primera vez que pasa y que parece que no dejará de pasar. Y, como ejemplo, el estreno esta noche de Parot, un thriller producido por Viacom, con producción asociada de RTVE y en colaboración con Amazon Prime Video, que llega a la pública sin apenas promoción un año después de su estreno en la plataforma de Jeff Bezos.
Y aunque sorprenda poco, ya que la primera comunicación de la ficción RTVE se la cedió a su partner, al final no deja de ser un nuevo ejemplo de la mala gestión del dinero público que se está haciendo en la Corporación en lo que se refiere a ficción. ¿Cómo se puede estar gastando dinero en series que luego no se promocionan adecuadamente?
[Adiós a 'Inés del Alma Mía', la serie que TVE no supo hacer brillar]
También ocurrió con Inés del Alma Mía, una serie que contó con un presupuesto de 8 millones de euros y del que la radiotelevisión pública se hizo cargo en un 63%. Su estreno en La 1 también fue por la puerta detrás y sin apenas resonancia en los medios de comunicación y en las redes sociales. A efectos de la opinión pública, esa serie fue y será de Amazon.
Y lo mismo pasará con Historias para no dormir, la mítica serie de terror de Narciso Ibáñez Serrador. Y es que en ese caso RTVE ha dejado que se la arrebatara una marca mítica de la televisión pública por no haber querido tomar la iniciativa rescatando esta antología. De momento ni sabe cuándo se estrenará en abierto.
Nuevas estrategias para nuevos tiempos
Está claro que en estos tiempos de feroz competencia tras la irrupción de las plataformas de streaming y el cambio en el hábito de consumo, las cadenas generalistas necesitan buscar el apoyo de terceros para sacar adelante producciones. Y más cuando son mastodónticos proyectos como Sin Límites.
Sin embargo, no todo vale. Una cosa es que firmar un acuerdo como el que tiene Atresmedia con Netflix para la adquisición preferente de contenidos de ficción del sello Series Atresmedia, o el propio acuerdo de RTVE con dicha plataforma para que Los pacientes del doctor García se emita en abierto y después en plataforma, y otra cosa bien distinta es lo que está haciendo RTVE con Amazon.
Y es que está comprobado que la emisión en exclusiva durante un tiempo en una plataforma puede terminar perjudicando a sus datos en abierto. De ahí que desde la radiotelevisión pública tengan que ser más cuidadosos con sus productos porque corren el riesgo de poner en venta su marca, su patrimonio.
Como ya contamos en su día, la autoridad reguladora y de competencia de Reino Unido, Ofcom, ya ha advertido que la todopoderosa BBC corre el riesgo de que los jóvenes no sepan que series como Doctor Who y Peaky Blinders son suyas y no de Netflix. Lo mismo pasa con RTVE. La diferencia está en que los ingleses son conscientes de ello. ¿Lo son en nuestra televisión?