Cuando Sálvame anunció la tercera edición de su Fashion Week había dudas sobre su rendimiento. Este especial del programa dedicado a la moda hacía años que no se colaba en nuestras pantallas, y además, Sálvame, tanto en su versión diaria como en la Deluxe, no andan en su mejor momento de audiencias precisamente. Pero lo visto este 25 de mayo en la noche de Telecinco fue una delicia, una edición divertida y llena de color que recupera la esencia más pura de Sálvame, esa que enamoró al público durante años.
Los preparativos para esta gala han sido largos y llenos de discrepancias. Lydia Lozano no estaba contenta con sus trajes, los diseñadores no querían vestir a Víctor Sandoval, Terelu Campos también se pilló un rebote horas antes de subirse a la pasarela…
Pero, a partir de las diez de la noche, todas esas rencillas quedaron olvidadas y Jorge Javier Vázquez y su equipo brillaron. Tanto como para liderar la noche, y conseguir un 17,1% de share y 1.852.000 espectadores de media. En su primer tramo, eso sí, El Hormiguero le hizo sombra, pero una vez la entrevista de Pablo Motos a Miguel Ángel Revilla llegó a su fin la Fashion Week cautivó por completo a la audiencia y sin rival.
La noche empezó fuerte. El cantante WRS, representante de Rumanía en Eurovisión 2022, acudió al programa a cantar su hit ‘Llámame’. Y mientras esto sucedía, que ya era un momentazo de por sí, Chelo García-Cortés se tropezaba y caía contra el suelo, haciéndose daño en una mano y terminó trasladada al hospital. ¿Qué más podía pasar a partir de entonces?
Por cierto, que es llamativo cómo Sálvame le ha cogido el gusto a Eurovisión y al Benidorm Fest. Varry Brava interpretó al final de la noche su tema ‘Raffaella’, Javier Mena hizo lo propio con ‘Culpa’, y también sonó el ‘Ay, mamá’ de Rigoberta Bandini. Una elección musical que sirvió para ilustrar otro momentazo de la noche: cuando a María Patiño se le escapó un pecho fuera (al puro estilo Delacroix).
El programa estuvo lleno de invitados, relacionados con el mundo de la moda de manera más o menos directa. Desde Ágatha Ruiz de la Prada a Paco Clavel, que con su habitual cutrelux lució unos maravillosos pendientes con un precio de oferta, pasando por Samantha Hudson, Carmen Lomana o el Maestro Joao, que sirve para un roto y para un descosido. Y es que como Chelo García-Cortés acabó en el hospital, él mismo se ofreció a sustituirla, y acabó desfilando con un traje inspirado en la reina Letizia.
No faltó Rocío Carrasco, que había anunciado su participación, y para sorpresa de todos se cruzó con Ortega Cano, quien fue a darle una sorpresa a su esposa, la diseñadora Ana María Aldón, quien ha sido también una de las protagonistas de la edición.
Como no podía ser de otra manera, se recordó a Mila Ximénez durante el desfile de Ágatha Ruiz de la Prada. María Patiño y Terelu llevaron prendas con las que antaño posó la difunta colaboradora. No faltaron los besos en dirección al cielo en este homenaje, ni tampoco las bellas palabras hacia la periodista, que falleció hace casi un año.
El público, desde casa, no paraba de comentar cada momento a través de las redes sociales, y pudo participar de manera activa en el tramo final del programa. Así, eligieron a María Patiño como la ganadora de la pasarela, al ser la que mejor presencia había tenido a la hora de pisar la pasarela. Su antítesis fue Antonio Montero, que fue elegido como el peor.
En definitiva, Sálvame recuperó su espíritu más divertido y primigenio, lo sirvió en bandeja de plata al público y fue muy bien recibido. Esto demuestra que todavía queda Sálvame para rato, solo hay que perfilar mejor los contenidos y los colaboradores para conseguir que el formato de la Fábrica de la tele no se convierta en un náufrago.
[Más información: “Se me ha visto el pecho”: El descuido de María Patiño durante la ‘Sálvame Fashion Week’]