Si hay un programa infantil que marcó a millones de niños a lo largo de todo el mundo, ese es sin duda Barrio Sésamo (Sesame Street en su versión original), un espacio ambientado en unas calles de vecinos donde todos se conocen y se quieren. Creado por Jim Henson, Barrio Sésamo siempre aunó a actores humanos con marionetas, o mejor dicho, con actores vestidos con enormes disfraces acordes a su personaje. Los nombres de la Gallina Caponata, Espinete o Don Pimpón son conocidos por todos aquellos que ya estén más cerca de los 30 que de los 40 años, aunque pocas veces hemos pensado en la dificultad que tenía desempeñar estos papeles.
El pasado lunes día 25 de abril, la actriz Petra Martínez visitó El Hormiguero, y allí recordó su trabajo en la primera etapa de Barrio Sésamo; ella era Ángela, una de las habitantes de tan selecta vecindad, en la que también residían Caponata, el caracol Pérez Gil o el kioskero Braulio. Y reveló que ella misma pudo haber interpretado a la colorida gallina, pero que rechazó la propuesta porque “era horroroso”.
El director del programa quería que ella, que por entonces tenía 35 años, interpretase a Caponata, pero que a pesar de ello hizo un casting para más actrices, y así acabo en manos de Emma Cohen, “que lo hizo maravillosamente”. “Yo no quería hacer eso porque no me iba a ver mi madre. Yo si quería ser actriz era para que me viera mi madre”, explicaba la veterana intérprete, dando a entender que debajo de aquellas plumas de tonos cálidos nadie la iba a identificar. Su papel de Ángela, sin embargo, sí que le permitió lucirse ante todos el público a cara descubierta.
Aunque Petra no entró en detalles, no hay duda de que interpretar a Caponata era una tarea bastante complicada. La primera vez que Emma Cohen se puso el traje los niños que estaban a su lado se asustaron y salieron corriendo. “Aprendí que tenía que seducir a los niños siendo como ellos”, aseguraba la actriz, que falleció en 2016. “Ese personaje me lo trabajé mucho más que a las humanas que yo había interpretado en las películas. Fue mi mejor momento como interprete. Y además no se me veía el físico”, dijo la actriz en una entrevista. En una charla con José María Íñigo, el presentador preguntó si era “difícil sentirse gallina”. “A mí no me costó mucho, a mí me costó más perfeccionar a Caponata”, reconocía ella, a la vez que admitía que la eligieron “por fuerte y por actriz”.
Manejar un traje de semejantes dimensiones no era nada sencillo: el disfraz pesaba lo suyo. Y además de aprenderse los guiones y los apuntes del director, los actores que interpretan un personaje como Caponata, Espinete o Don Pimpón tienen que hacer auténticos malabares en sus interpretaciones. Con una mano movían la boca en los diálogos, y el otro brazo lo podían utilizar para interactuar con los demás actores. El otro brazo no quedaba inerte: estaba unido al que tenía movilidad a través de un cable transparente, para que pueda tener alguna clase de movimiento. Las cejas, por su parte, se movían con una arandela en un dedo.
“El traje pesaba, pesaba un montón, no sé cuánto, pero el problema no era tanto el peso como que era completamente hermético. La complicación era la falta de oxígeno, se podía estar poco tiempo dentro. Se iba cortando cada poco para que yo me refrescase y el muñeco se ventilara. Cada vez que me lo quitaba salía hasta con el pelo mojado”, aseguró en una entrevista para el blog de 20 minutos Qué fue de la actriz Chelo Vivares, quien interpretó al erizo Espinete en la segunda etapa de Barrio Sésamo.
Interpretar a un personaje tan querido como Espinete requería un esfuerzo extra: hacer que los niños mantuviesen la ilusión. A veces había excursiones que visitaban el plató, y Chelo nunca permitió que viesen el disfraz tirado en una esquina durante una de las pausas. No existen fotografías de ella posando con el muñeco, quería salvaguardar esa magia televisiva. Alfonso Vallejo, quien interpretó al compañero de Espinete, el viajero Don Pimpón, ni siquiera le dijo a su hijo que él era el actor que daba vida al enorme peluche; una marioneta que no representaba a ningún animal, sino que estaba inspirada en el propio aspecto del actor, de nariz redonda y frondosas barbas en aquel entonces.
En 2014 pude entrevistar a Vallejo para el blog Sufridores en Casa y hablamos de aquel personaje y contó que era muy difícil actuar con el disfraz. “Yo tengo un reportaje entero, que podría sacarlo a la luz, pero rompería el encanto, en el que se ve cómo me voy montando yo de Don Pimpón, porque yo mismo tuve que hacer inventos, ya que el personaje era muy grande y no me gustaba cómo se movía. Yo me movía dentro de un tonel, pero el tonel no, y me inventé un arnés con un chaleco militar y con un rulo de plástico para que se moviese la barriga. Y en las rodillas también llevaba unas grandes rodilleras”, recordaba.
También explicó que con el disfraz se sudaba muchísimo (“era como una sauna”), pero no era más fresco que el traje de Astrako de Los Mundos de Yupi, personaje que también interpretó. “Con Astrako llevaba una camisa, un pantalón y unos gaymbos tipo Superman que eran de gomaespuma, y un chaleco, que también era de gomaespuma, y llevaba una bufanda de material plástico. Un día hice una prueba, y después de actuar me quité la camiseta que tenía debajo del traje, empapada de sudor, y la estrujé encima de un vaso vacío… y lo llené”.
[Más información: 'Barrio Sésamo' niega que Epi y Blas sean pareja: "Son grandes amigos"]