Abrimos, un año más, los micrófonos. La nueva edición del buque insignia de Telecinco ya se ha materializado en una realidad. Todos esperábamos el estreno de Supervivientes 2022 como agua de mayo. Y nunca mejor dicho. Por una parte, la cadena ha utilizado su último as en la manga del curso como una especie de salvavidas que pueda revertir su caída de audiencia. Y por otra, los espectadores, como la última oportunidad para reconciliarse con el género tras dos años de descontento e indignación. Anoche, Mediaset España logró reconciliar a una parte de ese público tan vapuleado y subestimado. Incluso a un servidor.
El estreno de Supervivientes 2022 fue sin lugar a dudas, una de las mejores galas inaugurales de la historia del formato, que este año cumple ya 22 años en antena. Prácticamente no hubo errores técnicos, la dinámica fue muy ágil y los concursantes se entregaron, literalmente, al formato. Es un hecho que la productora y la cadena han puesto toda la carne en el asador con el estreno de esta nueva edición.
El casting, la variable más importante de la ecuación, ha sido todo un acierto. Heterogéneo y singular. Presiento que es uno de los mejores castings de los últimos años. Habría que remontarse hasta Supervivientes 2019 para encontrar un casting igual, como mínimo, de interesante. Prefiero no aventurarme, pero creo que estamos ante un casting muy entregado donde el peso de las tramas irá traspasando de unos a otros, repartiéndose el protagonismo. Es decir, al estilo del ya mencionado Supervivientes 2019 o Gran Hermano VIP 7, donde todos y cada uno de los concursantes fue protagonistas en un momento dado y no se monopolizaban las tramas en torno a un mismo concursante.
El casting de este año es excepcional y con un potencial inmenso. Anoche destacó un tridente que promete regalarnos grandes minutos en las próximas semanas: Desi Rodríguez, Marta Peñate y Anabel Pantoja se perfilan como las tres concursantes que llevarán la batuta de la edición a favor del espectador. Kiko Matamoros y Charo Vega serán dos de los otros elementos claves de la edición. Estoy convencido que todos y cada uno de los dieciséis concursantes aportarán algo al programa.
No obstante, las personalidades de Marta o Desi pueden ser un arma de doble filo para ellas mismas. Ayer mismo ya protagonizaron algunos de los momentos más entretenidos de la gala. Sin embargo, sus personajes pueden acabar por solaparlas. Ambas, exconcursantes de Gran Hermano, funcionan con altas revoluciones y sin freno, y eso también puede acabar por desgastarlas a ojos del espectador. Ellas son así, no digo que hagan ningún tipo de papel, pero les vendría bien dosificarse para no saturar ni a la audiencia ni a los espectadores.
¿Y Kiko Matamoros? El célebre colaborador de Sálvame merece una mención especial. El programa arrancó con el exrepresentante de Carmina Ordóñez subido al helicóptero dispuesto a marcar historia en el formato, tal y como anhelaba. Pretendía pulverizar el récord de realizar el salto más alto de la historia. El programa jugó con esa suculenta posibilidad elevando, incluso, el helicóptero. Finalmente, no pudo ser. Por motivos de seguridad, adujeron.
Sin embargo, el colaborador quiso acordarse en un emotivo gesto de la que fuera su amiga y compañera, la desaparecida Mila Ximénez. Matamoros quiso dedicarle su programa, esperando estar a la altura de lo que le hubiera gustado a la periodista sevillana. El recuerdo de Mila sigue estando presente en todos aquellos que aún no la olvidan, ni posiblemente lo harán. Será mentira, al final, aquello que dicen que nadie es imprescindible en la televisión.
Estamos ante una edición con una premisa muy interesante, a la altura de las de antaño. El casting supera, ampliamente, al de las dos últimas y decepcionantes ediciones. La dinámica ha sido corregida para que sea ágil. Jorge Javier Vázquez sigue siendo el as del entrenamiento, sacando el mejor jugo al 'famoseo' patrio, mientras que Lara Álvarez aporta la moderación y la cordura. Ion Aramendi aportará frescura y renovación… Realmente las variables están muy a favor para que al despejar la ecuación sea un verdadero éxito. La aventura de Supervivientes 2022 no ha hecho más que comenzar. Que les sea leve.